El testamento

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Narra Tyler.

Otro año ha pasado, las festividades de Navidad y Año Nuevo eran mis favoritas, pero sin ella me sentía vacío y sin alegría.
Estaba por graduarme, esos eran los momentos que quería compartir con ella y vivirlos a su lado.

Tantos meses, tantos días, minutos, segundos y mi mente no podía olvidarla, al contrario, este amor renacía cada día más que pasaba lejos de Anne.

La chimenea estaba encendida, me encontraba sentado en mi cama estudiando para los últimos exámenes, cuando llegó la insoportable de Susie.
─Amor, mira te traje un sándwich y jugo de naranja.
─Vaya Susie ¿desde cuándo eres tan amable y servicial?
─Cariño quiero que llevemos bien, desde hoy me empezaré a comportar como debe ser─dijo con su voz chillona y me dio un beso.
─Pues bien─dije y tomé el vaso con jugo de naranja. Tomé un sorbo, luego otro y otro. Estaba delicioso.
─¿Quieres que te ayude a estudiar?─dijo Susie.

Me empecé a sentir mal, todo me daba vueltas y sus palabras resonaban como un eco en mis oídos, la visión se volvió borrosa y lentamente caí en un profundo sueño.

(...)

Abrí mis ojos con dificultad, sentía que me pesaban los párpados, borrosamente vi que estaba en mi cuarto, estaba en mi cama y Susie dormía a mi lado.
La desperté asustado, ella se movió un poco y abrió los ojos.
─Buenos días cariño─dijo.
─Susie ¿qué pasó?─dije tratando de recordar.
─Nada que no hayas querido amor.
Pasé la mirada por la habitación y entonces vi nuestra ropa dispersa por todo el piso.

Me pegué en la frente, me sentía arrepentido por lo que había pasado. Nunca había tenido nada con Susie, no deseaba que pasara y de un momento a otro pasó.

Ella se quedó dormida mientras yo tomaba una ducha de agua caliente, estábamos en pleno invierno y el frío estaba en su punto.

(...)

─TYLER─escuché gritar a mi madre.
Salí corriendo hacia la habitación de papá que era de donde provenía la voz.
─HAGA ALGO─le gritó a la señora Prince.
─Tranquila mamá─le dije tratando de calmarla.
─Lo siento mucho señora Emma. Ya sus pulmones están muy desgastados y no resisten más─dijo la mamá de Anne.
─NOOO─Sollozó mi madre.
─Tyler─dijo papá con su débil voz.
─Papá─dije llorando.
─Debes casarte hijo, nunca olvides que te amo─dijo casi en un susurro.
─Te amo papá tampoco lo olvides, siempre vas a estar en mi corazón.
─Emma te amo y siempre te amé─dijo lentamente─despídeme de mi hijo Brad, dile lo mucho que lo amo─se le quebró la voz─ pero sobre todo te quiero pedir algo─dijo y mamá se acercó mientras lloraba.
─Dile la verdad─dijo en un suspiro y cerró los ojos por última vez.
─NO TE VAYAS DANIEL─gritó mi madre.

Traté de calmarla, aunque yo estaba igual de desesperado y dolido.
Se arrodilló a llorar en el piso y por primera vez la vi conmovida de verdad, mi madre era estricta y tenía un carácter fuerte pero esta vez se convirtió en una mujer débil.
Me senté a llorar con ella mientras la señora Prince desconectaba a mi padre de las máquinas y respiradores artificiales.

Aún algo no me quedaba claro. Las últimas palabras de mi padre ¿a quién debía mamá decirle la verdad?
Susie y los demás llegaron y trataron de consolarnos.

(...)

Narra Anne

El invierno pegaba con todas sus fuerzas, las temperaturas eran mínimas y la nieve cubría las calles y edificios.
Como todos los miércoles nos encontrabamos en la casa de Mandy jugando dominó.
─Brad te toca a tí─dijo Mandy lanzándole una mirada de esas que solo se ven cuando dos personas se gustan.
─Estás pendiente cuando es mi turno─dijo mientras le correspondía su mirada.

Me sentía aislada e ignorada, me invitaban a jugar con ellos solo por cortesía o eso parecía. Todo el juego hablaban entre ellos y se les olvidaba mi presencia. Si tanto se gustaban ¿por qué no se lo decían y ya?
Tal vez era un poco egoísta pero me sentía en un trío amoroso, hacía mal tercio en esa relación.

Brad ya no me prestaba atención, no me invitaba a salir, no me llamaba y las miradas que antes me dedicaba a mi ahora eran para Mandy, cuándo pensé en darle una oportunidad al amor ya Brad dejó de fijarse en mí. Y por otro lado mi mejor amiga ya no tenía tiempo, solo salía con Brad y en todas sus conversaciones lo mencionaba, en la universidad me dejaba sola a la salida por irse con él.

Estábamos cursando el último semestre del último año. Y mis nervios estaban de punta al pensar que estaba por acercarse  la graduación.

Brianna había llegado hacía seis meses y vivía en mi apartamento. Pero también salía con sus amigas y no tenía tiempo para mí. Por lo que solo me concentraba en mi trabajo y universidad.

Estaba ensimismada pensando en todo eso mientras Mandy y Brad hablaban entre ellos, hasta que el celular de Brad sonó.
─¿Si?─dijo sorprendido─NO PUEDE SER─exclamó.
Mandy y yo nos miramos asustadas.
─¿Cómo pasó?─dijo mientras las lágrimas corrían por sus mejillas─Ahora mismo viajo para allá.

Tomó las llaves del auto y su abrigo mientras sollozaba.
─¿Qué pasa?─preguntó Mandy.
─Mi padre ha muerto─dijo y no pudo contener el llanto.
─Lo siento mucho cariño─Mandy lo abrazó.
─Cuánto lo siento, Brad─dije.

(...)

Narra Tyler

Había pasado un día desde que mi padre murió, dolía dejarlo ir, ese hombre fuerte y seguro ahora estaba reducido a cenizas.
Brad había llegado y estábamos esperando al abogado que leería el testamento.
Hasta que irrumpió por la puerta de la entrada principal.

─Buenas tardes─dijo y se quitó el abrigo que ya iba cubierto de nieve.
─Buenas tardes─respondimos.
─Estoy aquí para leer el testamento del señor Daniel Jhonson, que en paz descanse.
Mamá dejó escapar un sollozo.
─Procederemos a leer─dijo sacando un portafolio con papeles─Yo, Daniel Sebastian Jhonson hago mención de los benefactores de mis bienes desde el día de mi partida del mundo terrenal. Como ya sabrán he sufrido una terrible enfermedad pulmonar obstructiva crónica y desde que lo supe preparé mi testamento.
A mi esposa Emma de Jhonson, le dejo mi eterno amor y todas las propiedades de París. Además de mis tarjetas de crédito y la nueva casa en Washington. Así como también los muebles y joyas valiosas y dos autos. También le dejo mi agradecimiento por todos los años que compartió a mi lado y mi más grande deseo de que siga adelante y que cumpla su promesa.

El abogado hizo una pausa y miró seriamente a mamá que asintió.

A mi hijo Brad Wilson Jhonson le dejo todo mi amor, por ser mi primer hijo le otorgo las llaves de todas las sucursales de la empresa, la casa en Florida y una cuenta bancaria por dos millones de dólares. Además de dos de mis autos. Y mi deseo de que salga adelante como siempre lo ha hecho y que conozca el amor.

A mi hijo Tyler Ian Jhonson le dejo mis más sinceras disculpas y todo el amor que no pude demostrarle, le dejo la casa de playa en Hawái y una mansión que he comprado y dejado a su nombre en París, la cuál el abogado le hará saber. Una cuenta por dos millones de doláres, dos de mis autos, las llaves de LifeJhonsons y las llaves del Club en París. Además de mi más grande amor que siempre le tuve desde que llegó a nuestras vidas y mi deseo de qué salga adelante y se case con amor.

A mi hermana Carolina Miller Jhonson le dejo mi sincero perdón y mi arrepentimiento. Además de quinientos mil doláres en compensación de todo el daño que le hice. Y mi deseo de que encuentre y recupere lo que le hice perder.

Brad, Susie y yo nos miramos asombrados, no sabíamos que papá tenía una hermana, él siempre fue solitario y nunca hablaba de su familia.

A todos mis empleados les dejo mis sinceros agradecimientos y la convicción de que siempre hicieron un excelente trabajo.

El abogado terminó de leer el testamento y todos nos quedamos asombrados, sentía la mirada de Brad sobre mí, porque mi papá me había dejado más propiedades y la mirada interesada de Susie al escuchar de qué sería dueño.
En cambio mi mirada estaba sobre mi madre, que nunca nos había contado que teníamos una tía. ¿Sería esa la verdad que debía contar?

Un tropiezo de amor 》Libro #1 Bilogía Amor en París《Donde viven las historias. Descúbrelo ahora