Un tropiezo de amor 》Libro #1 Bilogía Amor en París《

Tiempo al tiempo y sentimientos inolvidables

Narra Tyler.

El calor era insoportable, las temperaturas oscilaban entre los 35 grados, el verano pegaba con todas sus fuerzas.
Una ola de calor azotaba la ciudad y era casi imposible salir debido a las altas temperaturas.

El mes de Julio empezaba a correr en el calendario, un año lejos de Anne.
Los días y meses se pasaron en un abrir y cerrar de ojos. Desde aquel adiós ha pasado un año y me duele extrañarla tanto.

Sus padres y yo hicimos una linda amistad y de ahí la poca información que sabía de ella.
Por ejemplo que trabajaba en una farmacia y que al parecer estaba saliendo con un chico, mis celos estaban en su punto.

Por otra parte, Susie cada día se volvía más difícil de soportar, era de esas mujeres a las que solo le importa el dinero.
Mi madre era la cómplice en todos sus caprichos y siempre la complacía en todo. Sabía que era la mujer que mi madre quería y tenía para mí. Aunque el amor de mi vida y la única mujer que quería a mi lado era Anne.

La salud de mi padre tenía sus altas y bajas. Alguna que otra vez le daban ataques respiratorios en los que la señora Nicole le daba los primeros auxilios.

Continué mis estudios en la Universidad de Washington, me costó mucho acostumbrarme a una nueva vida y a nuevos compañeros.
Hice nuevos amigos, entre ellos Cole, Cody, Mark y Jake. He tratado de llevar una vida normal aunque siempre pienso en ella. Ocupaba mi mente completamente cada minuto de mi existencia. Podía recordar con claridad sus ojos tan azules como el mar y el olor dulce de su cabello, tan dulce como su mirada.

Pero ahora ella estaba con alguien más, no la culpaba, ella debía ser feliz y además yo también estaba con Susie, aunque infelizmente.
Alguien más miraba sus lindos ojos, alguien más besaba sus finos labios, alguien más descubrió lo maravillosa que era.

Algo que nunca me perdonaría había sido no contarle a tiempo lo que estaba pasando con mi padre y el porqué de mi compromiso con Susie. La había perdido por tonto y ahora ella se había ido con alguien más.
No había dejado de pensarla ni de soñarla, ella solo ella era el centro de mi mundo.

(...)

─Tyler, estos son los documentos de la empresa. Brad me los ha enviado esta mañana. Necesito que los revises─dijo mi padre.
─Claro papá, ahora los reviso─dije mientras comía un pedazo de salmón ahumado.
─Querida mañana llegan las joyas─dijo mamá dirigiéndose a Susie.
─Estoy ansiosa suegrita─dijo con su voz chillona.
─Cariño y ¿qué más dijo Brad?─preguntó mamá.
─Está enamorado, sale con una chica aunque aún no formalizan─dijo papá.
─Se nos crecieron, Daniel─dijo mamá limpiándose una lágrima falsa.

(...)

Miraba el cielo con cada una de las estrellas, la luna iluminaba la noche. Cerré los ojos y la encontré, sonriéndome y mirándome fijamente, volví a abrir mis ojos y ya no estaba. Sentía como su recuerdo se alejaba lentamente.

No hubo trucos ni planes, nuestros ojos coincidieron en el momento perfecto, perfecto para hacerme entender que el amor si existe, perfecto para ser felices, pero imperfecto para estar juntos.

(...)

Narra Anne.

─Brad llévame a casa─insistí.
─Nena pero aún faltan dos presentaciones más─dijo.
─Me llevas o me voy sola, no quiero estar aquí─dije molesta.
─Esta bien, vamos.

La calle estaba repleta de personas y autos. Estábamos en el Paris Jazz Festival, que se realiza al aire libre en verano.
Y la aglomeración de personas incrementaba el calor que ya normalmente era bastante desesperante.

Bajamos por la orilla de una acera y subimos al auto. Brad conducía en silencio y yo solo miraba por la ventana.

Recorrimos las calles hasta llegar al edificio.
─Anne, quería preguntarte algo─ dijo y tomó mis manos.
─Si dime─ dije.
─Ha pasado más de un año desde que te conozco y desde que te ví me gustaste, hace unos meses hemos estado saliendo y quería preguntarte. ¿Quieres ser mi novia?─Dijo nervioso.
Lo miré a los ojos, tenían la esperanza pintada en ellos.
Tomé aire antes de responder.
─Brad, tal vez no lo sepas pero, me lastimaron mucho, sé que no tienes la culpa─ dije al ver que iba a protestar─ pero creo que te lo dije desde que empezamos a salir, solo te puedo ofrecer mi amistad. Mi corazón tiene dueño y a pesar del tiempo no he podido olvidarlo, tal vez algún día lo haga, pero por el momento no Brad, no puedo ser tu novia─ proseguí.

El silencio llenó el auto y él solo miraba hacia un lado tratando se evitar mirarme.
─Esta bien Anne. Discúlpame si te hice pasar un mal rato─ dijo serio.
─Nos vemos Brad─abrí la puerta del auto y salí.

(...)

Miré por la ventana al cielo oscuro, la luna iluminaba el espacio.
Las avenidas y calles estaban pintadas de color, el verano era una de mis épocas favoritas del año.

Había transcurrido un año desde que ví a Tyler por última vez. Y si me pregunto si lo he olvidado mi respuesta es no, no aún.
Mi vida marchaba bien sin embargo, algo me hacía falta y sabía que tenía nombre y apellido; Tyler Jhonson.

Brad era un buen chico y no miento si pienso que es atractivo, pero mi corazón entero aún pertenece a Tyler y no me sentiría bien si miento. No es bueno jugar con los sentimientos de los demás y no quería engañar a Brad.

Mis estudios iban viento en popa aunque me costó al principio estudiar y trabajar a la vez, pero tomé la determinación de crecer y parte de mi crecimiento es demostrar mi responsabilidad. Diana era una buena persona y al ver mi desempeño extendió el contrato hasta que yo quisiese.

Mis padres continuaban trabajando en Washington y al parecer todo iba bien, hablaban maravillas del hijo de sus jefes y pues me alegraba mucho su estabilidad económica y laboral.

Brianna estaba por graduarse de la secundaria y Hans había terminado con la novia y ahora vivía con mis padres.

Por su parte Mandy estaba saliendo con un chico, compañero de la clase y su madre había dejado de trabajar al irse los Jhonson. Ahora se dedicaba a vender productos de maquillaje, en los que Mandy le ayudaba a vender.

En cuánto a mí, estaba cursando el tercer año de mi carrera, mis calificaciones habían dado para que la beca continuara y solo me faltaba un año más.
Seguía asistiendo a las terapias psicológicas con Carol y me había ayudado mucho en mi proceso de aceptación y amor personal.

El trabajo y las clases ocupaban mis días junto con las salidas casi diarias con Brad y los fines de semana con Mandy, que ahora que tenía novio ya no tenía suficiente tiempo libre.

Miré el cielo y recordé todos mis momentos a su lado, ¿qué sería de su vida? ¿ya se habría casado? Ni la distancia ni el tiempo habían podido borrar el intenso amor que sentía por él y yo solo podía recordarlo; los mejores días de mi vida los había pasado junto a él; pero también había sufrido y eso tampoco  podía olvidarlo.