Narra Anne.
Los días siguientes volaron, mi mente se ocupó entre la universidad y mi recorrido por la ciudad en busca de trabajo.
Era difícil encontrar un trabajo de medio tiempo, puesto que era el tiempo que podía trabajar, la universidad no me permitía cumplir un horario completo.
Mandy me acompañaba todas las tardes a las diferentes calles y avenidas comerciales buscando una oportunidad para trabajar.(...)
La Torre Eiffel se iluminaba una vez más, como todas las tardes, mostrando al mundo su elegante hermosura.
Estaba sentada en el sillón de madera cerca a mi ventana con una taza de chocolate caliente en las manos y un libro romántico, como siempre.El anochecer estaba por llegar, el cielo oscuro y el frío se acentuaban en esta época del año mientras las hojas de los árboles caían en cascada.
Mi vida dejó de ser un sueño y caí de golpe a la realidad, todos tenían razón.El teléfono de casa sonó, era extraño que llamaran, casi nunca llamaban a ese número.
─¿Bueno?
─Buenas noches Anne, te habla la doctora Carol, la psicóloga.
─Ah...Hola doctora ¿qué tal?─dije nerviosa, sabía que me preguntaría el porqué de mi ausencias a las citas.
─Yo bien, pero y ¿tú cómo has estado?─preguntó amablemente.
─Pues...─ no sabía que responder.
─Te he guardado el cupo para las citas, te vendría bien seguir asistiendo.
─Eh, está bien mañana iré.
─Te espero Anne. Adiós─dijo alegremente.
Fin de la llamada.(...)
No puedo decir que he olvidado al gran amor de mi vida, pero puedo decir que lo estoy superando. Los pensamientos se adueñaban de mi mente mientras caminaba hacia el aula de Psicología.
Después de varios suspiros y luchas entre mi corazón y mi cerebro toqué la puerta.
─Si, adelante─dijo la doctora Carol.
Entreabrí la puerta y la ví sentada y con la vista puesta en unas páginas que estaban sobre su escritorio.
─Buenos días doctora─la saludé nerviosa.
─¡Anne!─me recibió efusivamente.
Sonreí mientras me miraba dulcemente.─Me parece bien que hayas venido, tenemos cosas de qué hablar─decía mientras rebuscaba entre las hojas de papel─Tu amiga Mandy estuvo comunicándose conmigo y me contó que necesitabas encontrar un trabajo, he investigado y ¡te he conseguido uno!─dijo emocionada.
─¡Wao, doctora muchas gracias!─dije casi con ganas de abrazarla.
─Lo hago con todo el gusto Anne, sé que quieres salir adelante y eso me parece excelente, tu actitud es muy madura a tu edad, algo digno de admirar─decía mientras leía la página─ es en una lujosa farmacia en el centro de París, sé que te estás especializando en Medicina pero sería bueno que conocieras un poco los fármacos y te familiarizaras con ellos. Además de ser un trabajo es en parte académico─dijo ya más seria.
─Muchas gracias doctora Carol─dije nuevamente y muy emocionada.La ví a los ojos, me recordaban tanto a alguien, pero no sabía a quien exactamente.
─Ahora, a lo importante, Anne sé lo que estás pasando y para mí es muy di...─se interrumpió─Bueno verás, Tyler es un buen chico─dijo y no me equivoco si pienso haber visto una lágrima asomarse en sus ojos.
─Lo estoy superando─dije tratando de cambiar el tema.
─Anne, es importante que te ames tal como eres; que lo que los demás digan no influya en tu modo de pensar y mucho menos en tus valores. Eres y serás siempre valiosa─dijo recobrando la compostura.
─Gracias doctora, a veces trato de que no me afecte pero otras veces no puedo, pero créame que estoy más fuerte que antes.
─Eso es importante, debes fortalecer tu autoestima, no eres menos que nadie. Tienes una capacidad excelente, eres la primera de la clase─dijo y volvió a leer la hoja encima del escritorio, entonces eché un vistazo y ví que eran mis calificaciones─Mi deseo es que superes esa barrera que no te deja ser tú misma, debes empezar a dejar de temerle a las personas, sé tu misma Anne─dijo y me tomó las manos.
─Gracias doctora Carol─dije mientras la miraba.
─Llámame Carol─sonrió─De hecho cuando era pequeño así me decía T...─otra vez se interrumpió.No entendía lo que decía, parecía tener problemas, es extraño ver a un psicólogo tener problemas, es que creo que nunca nos fijamos en sus problemas.
─Bueno Anne, empiezas dentro de tres días, al salir de las clases; tienes una hora libre antes de entrar; puedes ir a casa y cambiarte─dijo y tomó unas páginas y las extendió─esta es la información que necesitarás, la dirección, las labores de las que deberás encargarte, entre otros datos, todo está en las páginas, ah está también el permiso de trabajo, ya sabes, como vienes del extranjero. Ya me encargué de todo eso.
─Gracias─dije sonriendo.
─Espero no te vayas a saltar las citas, es necesario que vengas siempre que puedas.─Vendré, cada vez que pueda. Muchas gracias y adiós Carol─le dije amablemente.
Abrí la puerta y antes de salir me volvió a llamar.
─Anne, otra cosa. Nunca olvides hacia donde vas y si necesitas cualquier cosa, puedes contar conmigo─dijo y me guiñó un ojo.
─Gracias doctora, perdón Carol, lo tendré en cuenta─dije y salí por la puerta.(...)
Narra Tyler
─Tyler─chasqueó los dedos.
─¿Si?─dije sobresaltado.
─Te decía que ellos son el señor y la señora Prince─dijo mi madre haciendo señas con las manos.
─Mucho gusto joven─dijo el señor Prince y su esposa asintió
No puedo creerlo, el mundo es tan grande pero tan pequeño a la vez.
Frente a mí estaban los padres de la mejor mujer en la Tierra, mis suegros, los que le dieron la vida a la mujer de mis sueños.
No podía estar pasando, lo supe desde que la ví, la señora Prince era justamente igual a Anne, su parecido era asombroso.
Todo coincidía, sus direcciones, su apellido, su parecido, no había duda eran ellos.─¿Tyler?─Volvió a decir mi madre, esta vez con un codazo.
─¿Eh?
─Discúlpenlo, está enamorado de su futura esposa, que por cierto también vive aquí─dijo mi madre sonriendo.
─Mucho gusto señores Prince, aquí tendrán el mejor trato, no se arrepentirán de trabajar para nosotros─dije emocionado, estaba hablando con los padres del amor de mi vida.
─Muchas gracias joven─esta vez habló la señora.
─Tyler, dígame solo Tyler─dije alegremente.
Mi madre me miraba desconcertada.
─Por cierto, les daré un bono mensual, aparte de lo que mis padres le pagarán, ¿tienen hijos no?─pregunté cautelosamente.
─Si tenemos tres, una con nosotros, una estudiando en el extranjero y un chico que vive con su novia en el pueblo donde vivíamos. Gracias Tyler, pero no podemos aceptarlo─dijo el señor Prince, tan humilde como su hija.
─Deben tener deudas por lo de la mudanza, acéptenlo por unos meses hasta que se solventen.
Los señores Prince se miraron y asintieron, al parecer si lo necesitaban.
─Está bien, joven Tyler. Muchas gracias pero apenas pueda, se lo devolveremos─dijo la señora Prince, era tan parecida a Anne.Mi madre me tomó del brazó y pidiendo permiso me llevó a un lado de la sala.
─¿Estás loco? Se le paga lo suficiente para que vivan bien─dijo en voz baja pero enojada.
─¿No los escuchaste madre? Tienen tres hijos y una de ellas estudia lejos, así que deben tener deudas─dije y no pude evitar pensar en Anne.
─Pero eso es problema de ellos, además eso no nos concierne a nosotros.
─Les daré el dinero, son buenas personas y no nacieron en cuna de oro como nosotros.
Mi madre se ruborizó y me miró.
─Pero ni cuentes conmigo para eso, se los pagarás tú de tu dinero─dijo y se alejó enojada.Los señores Prince se miraron extrañados.
─Por favor discúlpenla, está estresada con lo de mi padre. Por cierto señora Prince le mostraré la habitación de mi padre. Señor Prince tome asiento, cuando regrese le mostraré los autos y el jardín─dije amablemente.
El señor se sentó mientras su esposa y yo caminabámos por el pasillo.No podía creerlo, tanta distancia y después tenerla tan cerca, caminaba al lado de la madre del amor de mi vida.
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Un tropiezo de amor 》Libro #1 Bilogía Amor en París《
Romance[COMPLETA] *P R I M E R A P A R T E* EDITANDO* Anne, tímida, callada, soñadora y romántica, todo se resume en la chica nerd. Tyler, egoísta, creído, el típico chico popular que juega con quienes ponen sus ojos en él. Un tropiezo los hará encontrar...