Hablando con la luna

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Narra Tyler

─Hola Carol─dije sonriendo.
─¡Tyler!─dijo emocionada.
─Toma asiento─halé la silla.
─Gracias Tyler, eres tan caballeroso, igual a...─se quedó mirando a un punto fijo.
─¿Perdón?
─Es que te pareces mucho a un amigo─dijo algo nerviosa.

Sonreí mientras la miraba, una mujer de unos cuarenta años, blanca de cabello castaño como el mío, su rostro denotaba soledad y sufrimiento. A pesar de ser psicóloga se veía que el destino le había hecho malas jugadas.
Pedimos dos tazas de chocolate caliente y galletas, la noche era fría.

─Tyler, he venido porque necesito decirte algo muy importante─dijo seria.
─Si dime ¿pasa algo con Anne?─pregunté preocupado.
─No con ella todo está bien, a propósito ella está aquí en la ciudad, me la encontré en el avión.
─¡Wao!─dije sorprendido. De repente recordé la graduación de su hermana. Si tan solo pudiera verla y hablar con ella.
─Bien, Tyler lo que te voy a decir puede cambiar tu vida totalmente─dijo Carol  nerviosa.
─¿Qué pasa?─pregunté ya bastante preocupado.
Justo en el momento en que Carol tomó aire para responder, sonó mi celular.
─Discúlpame Carol, tengo que contestar es de la casa y como ya sabes mi padre está enfermo.
Carol asintió con pesar.

Hola mamá.
─Tyler ¿A qué hora vas a venir?
─No lo sé mamá, estoy estudiando─mentí.
─Necesito que vengas rápido, tu padre estuvo muy mal, ya está más calmado pero me gustaría que vinieras ya─dijo autoritariamente.
─Esta bien madre, ya voy para allá.
Cerré la llamada y Carol me miraba con cara de decepción.

─Carol discúlpame, tengo que irme.
─Esta bien Tyler, espero verte pronto. No puedo quedarme tengo que viajar mañana temprano, las consultas me esperan─dijo tristemente.
Nos despedimos, pagué la cuenta y salí de la cafetería, subí al auto y conduje hasta la casa.

(...)

─Papá ¿cómo te sientes?─dije preocupado.
─Ya mejor hijo, de no ser por esa chica ya estuviera muerto.
─¿Qué chica? ¿no vino la señora Prince?
─Tyler, mi amor─dijo Susie con su odiosa voz y me dio un beso.
─Hola─respondí fríamente.
─Tu madre te está esperando en la biblioteca─dijo.
─Padre orita regreso─le dije a papá y le tomé la mano.

(...)

Toqué la puerta de la biblioteca, el lugar que estaba seguro sería el favorito de Anne si viviera aquí.
─Pasa─dijo mi madre.
─Hola mamá.
─Tyler, tengo que hablar contigo─dijo enojada─en primer lugar desde hoy mismo le suspendes el bono que le das a los Prince. Y no te estoy preguntando, te estoy ordenando.
─Pero ¿qué pasó madre?─dije desconcertado.
─Pues se lo suspendes y ya. Hoy vino la hija de los Prince, por cierto una chica bastante fea y desaliñada, su madre no pudo venir y la mandó a ella. Y ha sido muy grosera conmigo, me ha faltado el respeto y eso no lo voy a premiar─dijo molesta.

Mi corazón empezó a palpitar más rápido de lo normal. Anne había estado en mi casa y había conocido a mis padres. Mi princesa estaba solo a unos metros.
─Y segundo, necesito que me digas dónde y con quien estabas.  Ya me enteré que no están en exámenes y además tus amigos no estaban contigo─dijo aún más enojada.
─Estaba en una cafetería con una amiga─respondí.
─¿Qué amiga? ¿Prefieres salir con una amiga que con tu futura esposa?
─Mamá, es una psicóloga de la universidad donde estudiaba en París. La doctora Carol, seguro la conoces.
Mi madre se puso de todos los colores y el aire le empezó a faltar.
─Tyler, te prohíbo que te acerques a esa señora─gritó.
─¿Pero porqué?─le pregunté muy desconcertado.
─Solo te digo Tyler, no te acerques a esa mujer. Si lo haces yo misma me encargaré de que no la vuelvas a ver─dijo amenazante.

Salí por la puerta enojado y confundido, no entendía qué había sucedido. Mi madre se puso histérica y yo no entendía nada.
Recordé que Anne seguramente estaría en casa de sus padres, por lo que decidí ir.
─Cariño ¿a dónde vas?─preguntó Susie.
─A tomar aire─respondí secamente y salí por la puerta principal.

Subí al auto y conduje hasta la casa de los padres de Anne. Sabía que estaba cometiendo un error, sus padres no sabían nada pero mis ganas de ver a mi princesa eran más fuertes.

Las luces estaban apagadas, solo había una encendida y el resto de la casa estaba oscura, seguramente ya estaban durmiendo, ya era muy tarde.

Sentí que algo se movía y me escondí entre los árboles.
La noche era perfecta, la luna iluminaba el ambiente, el viento soplaba lentamente y los árboles se mecían al compás.
─Luna, lo amo tanto, no puedo olvidarlo─dijo una voz y supe quien era.
Me quedé petrificado escuchando su conversación con la luna.
─Ha pasado tanto tiempo y aún lo llevo conmigo, pero él ya me olvidó, hizo su vida con otra─dijo nuevamente y la escuché sollozar.

Pensé salir y abrazarla, decirle cuánto la amaba y que tampoco podía olvidarla y entonces escuché algo que lo impidió.
─Lo amo pero ya es hora de olvidarlo, me daré otra oportunidad, otra oportunidad de amar y ser feliz. Es momento de sacarlo de mí─dijo lentamente y su voz se escuchaba triste.

Moví un pie y ella lo notó.
─¿Quién está ahí?─gritó.
Me quedé inmóvil sin saber que hacer y escuché la puerta abrirse.
─¿Pasa algo Anne?─preguntó el señor Prince.
─Escuché algo moverse entre los árboles─dijo asustada.
─Debe ser Bruno, el gato del vecino, siempre se pasa la cerca en las noches─dijo su padre sonriendo─Vamos entra hija, no te vayas a resfríar.

Anne volvió a mirar hacia los árboles, se voltéo en dirección hacia la puerta y entró.

Me quedé mirando la brillante luna, me inspiraba confianza, paz y tranquilidad.
─Luna dile que la amo y que nunca podré olvidarla. Dile que ella es el amor de mi vida, lo supe desde aquel tropiezo, un tropiezo de amor.

Un tropiezo de amor 》Libro #1 Bilogía Amor en París《Donde viven las historias. Descúbrelo ahora