Un tropiezo de amor 》Libro #1 Bilogía Amor en París《

¿Tyler dónde estás?

Las noches y días no son iguales desde aquel adiós, un adiós que marcó mi vida, un adiós doloroso, un adiós que me dejó grandes heridas.
Sonó mi celular, apagué la alarma, no tenía ganas de levantarme, era el primer día en mi segundo año de la universidad. A diferencia de otros años en los que esperaba con ansias el primer día, ya sabía lo que pasaría hoy, era totalmemte predecible.
Y lo peor de todo, vería a Tyler, no quería verlo, mis ojos me delatarían, aún después de todo lo seguía queriendo.
Me levanté durmiendo despierta, me sentía como en el aire, ni siquiera estaba pensando lo que hacía.
Mi cuerpo en modo automático se despojó de la ropa y se metió a duchar, el agua caía por mi piel, las gotas de agua cubrían mi rostro, me estaba despertando.

Salí del baño envuelta en la toalla color rosa que me había regalado mi mamá y mi cabeza envuelta en una toalla blanca.
Me miré al espejo, mis ojos tenían ojeras, había pasado noches enteras llorando y eso lo reflejaban mis ojos.
Tomé mis gafas y las limpié, en dos años terminaria de usarlas, me había acostumbrado a ellas, pero el oftalmólogo las había recetado por seis años y ya iban cuatro.
Me coloqué las gafas y entonces ví mejor, me había salido un grano en la frente.
¡Oh! Algo nuevo con qué lidiar, tomé un poco de crema para las espinillas y la unté en el grano.

Me cepillé los dientes, era un largo proceso porque tenía que lavar bien los frenos, requerían una limpieza especial y eso llevaba tiempo.
Mientras cepillaba mis dientes recordé que tambien dejaría de usarlos en dos años y de golpe recordé la cita con mi odontólogo.
Estos últimos meses se me había pasado las citas a las que debía haber asisitido.
Entre el noviazgo con Tyler, las salidas con Mandy, la ruptura con Tyler y mi depresión, había olvidado algunas cosas como por ejemplo las citas con la psicóloga que me había estado ayudando.

Enjuagué mi boca y me sequé con la toalla. Desenvolví la toalla y mi cabello salió por todos lados.
Empecé a peinarlo desenredando cada nudo, mi larga melena cayó sobre mi espalda, el dulce olor a chocolate de mi shampoo favorito inundó el baño.
Tomé el polvo y una brocha, me lo apliqué en todo mi rostro haciendo movimientos circulares, quité mis gafas y tomé el lápiz negro, me acerqué al espejo y lo puse cuidadosamente en la parte inferior de mi ojo y el brillo transparente en mis delgados labios.
Volví a colocarme las gafas y recogí mi cabello mientras buscaba que ponerme.

Opté por un jeans azul y un suéter manga larga en color blanco, una bufanda negra en mi cuello y mis zapatos bailarina blancos.
Tomé mi abrigo negro esponjado y mi maleta y salí del apartamento.
Bajé las escaleras rápidamente y saludé a la recepcionista.
Salí por la entrada principal y el aire frío tocó mis mejillas.
Me puse el abrigo, me coloqué la maleta de lado y caminé bajo el cielo gris.

(...)

Llegué a la universidad y estaba abarrotada de estudiantes, algunos en su primer año que se veían desorientados.
Sabía lo que debía hacer, me dirigí a la recepción donde se encontraba Miss Stella.
Al llegar ví una enorme fila de estudiantes que esperaban para see atendidos.

Esperé como media hora para poder llegar hasta el muro de la recepción.
─Buenos días Miss Stella─dije cordialmente.
─Buenos días Anne, oh ¿no sabías? tu salón sigue siendo el mismo─dijo mientras buscaba en el computador.
─Si eso ya lo sabía, pero necesito algo más─dije mirando hacia el techo.
─Dime, ¿en qué puedo ayudarte?─dijo mientras me miraba.
─Es que quisiera cambiarme de grupo, tengo algunas diferencias con algunos compañeros y no quisiera verlos este año─dije mientras jugaba con los dedos─¿Sería posible cambiarme de grupo─pregunté.
─Oh, no Anne. Lo siento mucho pero no se pueden cambiar los grupos, es reglamento de la universidad y además es mejor que sigas con tus compañeros, tal vez otros grupos vayan más atrasados o más adelantados y llegarías perdida.
─¿Pero no se puede hacer una excepción?─pregunté esperanzada.
Miss Stella negaba con la cabeza.
─Quisiera ayudarte pero esas son las reglas─dijo suspirando.
─Gracias Miss Stella─dije y me di la vuelta.

─Psss Anne─llamó Miss Stella.
─Dígame─respondí.
─Arregla tus diferencias con tus compañeros, es lo mejor, así podrás estar en paz, recuerda que es tu grupo por todos los años que quedan─dijo guiñándome un ojo.
─Gracias─dije y me alejé.

¿Cómo iba a arreglar mis diferencias con Tyler?
Debería verlo todos los días y eso era lo que precisamente quería evitar.
Me tendría que resignar a tenerlo cerca y a escuchar su voz, sentir su olos y ver sus lindos ojos.

Caminé hacia el salón, ya habían algunas personas ocupando las sillas, al llegar todo se quedaron en silencio y me observaron.
─¡Hey! Miren llegó el patito feo.
─Llegó la nerd.
─Está más fea que antes.
─Esperen, ¡le salió un grano en la frente!
Solo eran algunos de los insultos que escuchaba al pasar en busca de mi puesto.
André el mejor amigo de Tyler, se levantó.
─Ya, chicos déjenla.
Todos se callaron y lo miraban extrañado.
─¿De cuándo acá la defiendes? ¿Acaso te gusta?─dijo una chica pelinegra.
─No, no me gusta pero ya déjenla en paz─dijo esta vez con más fuerza.

Justo en ese momento entró Mandy y todos empezaron a susurrar.
─Llegó la amiga de la nerd.
─Seguro se le pegará la fealdad─dijo una chica de esas que parecen plásticas.
André la miró y con furia gritó.
─DEJÉNLAS EN PAZ.
Todos se callaron inmediatamente, no sabía porqué nos estaba defendiendo, según yo sabía el no estaba enterado de mi relación con Tyler.

¿Tyler? Lo busqué con la mirada por todo el grupo, no había rastros de él.
Seguramente se le había hecho tarde, pero sonó el timbre y no llegó.
Entró un hombre de tez morena y cabello canoso, llamando la atención de todos en el salón.
─Buenos días, soy Mr. Austin, su profesor de Organografía Microscópica Humana.
─Buenos días─dijimos al unísono.
─Bien, empecemos.

Abrió su computadora y empezó a pasar lista.
─André Holland.
─Presente─dijo André.
─Lilly Jensen.
─Presente─dijo una chica rubia.
─Adam Keys.
─Presente─dijo uno de los chicos que se había burlado al entrar.

Un momento, ¡se había saltado a Tyler!, debía ir después de Lilly.
El profesor siguió llamando hasta que fue mi turno.
─Anne Prince.
─Presente, mmm profesor.
─Dígame─dijo alzando la vista.
─Creo que se ha saltado un estudiante, Tyler Jhonson─dije a pesar de las miradas desconcertadas de los demás.
El profesor miró la pantalla y negó con la cabeza.
─No señorita Prince, ésta es la lista oficial y el joven que usted mencionó no está inscrito aquí.

¿Cómo? Se había cambiado de salón, pero si Miss Stella me había dicho que no se podía. Esto era extraño, Tyler no podía haberse cambiado de grupo, entonces, ¿qué había pasado?¿Tyler dónde estás?