Un tropiezo de amor 》Libro #1 Bilogía Amor en París《

Luna de miel

Narra Tyler

Los rayos del sol se colaban por el vidrio de la ventana, me moví un poco y sentí su dulce olor, me estaba abrazando, la primera mañana que pasábamos juntos.

Se movió y abrió un poco los ojos.
─Buenos días mi reina─le dije amorosamente.
─Buenos días cielo─dijo estirándose.
Me abrazó con más fuerza por la espalda y así nos quedamos un rato más.

(...)

Salí de la habitación, debía bajar al salón, se me había quedado la billetera.
─Buenos días Tyler─dijo Liah saliendo de la habitación de al lado. Iba en una pijama muy corta y transparente.
─Buenos días─dije tratando de escabullirla.
─¿Qué dices si entramos?─entreabrió la puerta de su habitación.
─Debo irme. Pero antes te dejaré algo bien claro. Si no lo has notado, soy el esposo de tu prima...
─Pero...─trató de decir.
─No caeré en tu juego, amo a mi esposa y mucho me ha costado llegar hasta donde estoy, como para perderla. Además válorate un poquito, no creo que algún hombre te tome en serio si andas ofreciéndote. ¿Sabes qué pienso? Que vales mucho, lo suficiente como para encontrar a alguien que lo aprecie y valore, pero ya de una vez entiende y déjame en paz─terminé de decir, ella se sonrojó y yo tomé el elevador.

(...)

Narra Anne

Eran las diez de la mañana y yo seguía acostada en esa gigante y cómoda cama de ensueño.

Me levanté y me duché, me puse la bata del hotel, Tyler había bajado por su billetera y ropa limpia para los dos.
Pero se había tardado algo y ya estaba impaciente.

Escuché unos gritos afuera y decidí salir, quizá eran nuestros invitados, Tyler se había encargado de pagar las habitaciones para ellos.

─Eres una bruta─escuché al abrir la puerta, pero esa voz la conocía, era mi tía.
─Lo intenté, pero él se rehusó─lloriqueaba Liah.
─¿Me vas a decir que tu miserable prima pudo más que tú? Mírate─volvió a decir mi tía.

No entendía de qué hablaban pero se estaban refiriendo a mí.
Abrí un poco más la puerta para escuchar mejor.

─Al parecer la ama, me ofrecí, lo sedujé pero ni siquiera me miró─dijo Liah y sentí como la ira se me subió a la cabeza.
─Él era nuestra solución, lo dejaste ir...

─¿Solución a qué?─salí ya no podía seguir aguantándome.
─Anne, querida─dijo nerviosa mi tía, intentando una falsa dulce voz.
─Lárguense las dos─alcé la voz.
─Pero, pr...─trató de decir Liah, que por cierto vestía una pijama muy demostrativa.

─Escuché todo. Ahora me harían un enorme favor si se largan. Las invité por cortesía, creí que habían cambiado. Pero me dan pena, las dos. Seducir al esposo de tu prima, para que las saque de la pobreza─me diriguí a Liah─eso si es caer bajo. Por favor desocupen la habitación inmediatamente. No debieron venir a mi boda, no con esas negras intenciones─dije alterada.

(...)

─Cariño, ya llegué─escuché decir a Tyler al entrar.
─Hola cielo─le dije cariñosamente desde la bañera.
─Pero y esto...─esbozó una sonrisa.
─Quería sorprenderte. Siempre lo haces tú, ya era mi turno.

Había llamado a una floristería y pedido cien rosas rojas, que había esparcido por el agua con espuma de la bañera, además del mejor almuerzo del hotel que nos esperaba en la habitación.

Las burbujas salían del agua y el vapor cubría el ambiente, mezclado con el dulce olor a rosas.

─¿Y a qué se debe esto princesa?─preguntó curioso.
─A que me demostraste lo mucho que me amas. Tyler no me arrepiento de esto─señalé el anillo con el brillante diamante.

(...)

Narra Tyler

─Se me cuidan mucho─dijo Carol, mi mamá, cariñosamente.
─Traen fotos, no se les olvide─ mi madre, guiñó un ojo.
Era realmente gratificante verlas juntas, ahora eran amigas y trataban de resolver sus diferencias.
─Tyler, cuídame mucho a mi niña─dijo Nancy, mi suegra.
─No se preocupe, la cuidaré como lo que es, una reina.
─Disfruten su luna de miel.
Todos, uno a uno nos abrazaron.

El avión nos esperaba en el aeropuerto, tomé de la mano a la señora Jhonson y caminamos listos para nuestra aventura por el mundo.