Capítulo 36 - Michael

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Una sensación vigorizante

Michael se acostó sin cenar. El ruido de la lluvia permanecía como la música de fondo de una película, pero sin hacer la escena más emocionante o más entretenida. El sueño se convertía en una simple ilusión que parecía inalcanzable a la par que aparentaba desaparecer por momentos.

– ¿Será verdad toda esta locura? ¿De verdad estará esa tal Lauren viniendo hacia aquí?

– ¿Por qué te lo cuestionas? ¿Por qué dudas?

– ¿Es que no me vas a dejar ni siquiera deliberar a solas?

– No necesitas deliberar, Michael. No quieres aceptar que Lauren esté aquí sólo porque, en el fondo, no has dejado de pensar que todo esto sea absurdo.

– Es que es absurdo. ¿Debería creer que una mujer que ha venido desde el futuro y que te mató que además tiene poderes sobrenaturales viene hacia aquí porque tengo lo que su cuerpo y su mente necesitan?

– Sí, deberías. Te falta algo de ilusión por lo que esperas. Tan solo necesitas tranquilizarte un poco. Estás centrándote demasiado en lo que puedes ver. Deja de mirar tanto lo que puedes ver y mira de cuando en cuando lo que no puedes ver. A veces el silencio tiene más que contarte que el sonido.

– ¿Intentas que me una a una secta o algo parecido? Estás hablando como una loca que intenta que todo el mundo le siga.

– Ciertamente. Pero de una forma u otra estás escuchándome. En cierto modo, quieres que venga Lauren.

– No sé si quiero que venga. Dices que me causará problemas.

– Eso depende. Si ella sabe jugar bien sus cartas, no tienes nada que temer. Y nadie juega tan bien como ella. No se le escapa nada. Nadie puede mentirle. Nadie puede engañarle. Es demasiado lista como para caer en ese tipo de cosas.

– Estás exagerando. Es imposible que nadie sea capaz de engañarla nunca.

– Ella consiguió tenderme una trampa terriblemente enrevesada para matarme, y nadie había conseguido engañarme nunca. Confía en mí cuando te digo que es muy lista. Incluso borracha es muy lista.

– ¿Está borracha ahora?

– No. Ahora no. Puedo escuchar sus tenues palabras mientras resuenan en el espacio. No quiere beber, pues considera esto una expedición científica.

– ¿Y el objetivo de su investigación es destripar la trama de la Nueva Guerra Fría y de la Guerra de las 57 Tormentas?

– En efecto. Y la he pillado in fraganti. Piensa que yo no tengo ninguna clase de poder. Piensa que ya ha acabado conmigo. Pero lo cierto es que yo puedo escucharlo todo y puedo verlo todo. Viene hacia aquí. Con tu hermana.

– ¿Cómo has dicho? ¿Que Lauren viene hacia aquí con Mia?

– Exactamente. ¿Ves? El silencio tiene más que contar que el sonido.

– ¿Y qué intentan hacer ellas dos aquí?

– Dímelo tú. Lauren está sola en esta realidad temporal y es bisexual. Mia está sola en esta ciudad y es bisexual.

– ¿Insinúas que Mia va a acostarse con Lauren?

– No lo insinúo, es lo que va a suceder. Es lo más obvio.

– ¿Lo más obvio?

– Sí. Dentro de una hora, tu hermana estará con la cabeza en la entrepierna de Lauren. Y dentro de dos horas estarán durmiendo juntas, desnudas.

8 St-NYUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora