Una sensación vigorizante
Michael se acostó sin cenar. El ruido de la lluvia permanecía como la música de fondo de una película, pero sin hacer la escena más emocionante o más entretenida. El sueño se convertía en una simple ilusión que parecía inalcanzable a la par que aparentaba desaparecer por momentos.
– ¿Será verdad toda esta locura? ¿De verdad estará esa tal Lauren viniendo hacia aquí?
– ¿Por qué te lo cuestionas? ¿Por qué dudas?
– ¿Es que no me vas a dejar ni siquiera deliberar a solas?
– No necesitas deliberar, Michael. No quieres aceptar que Lauren esté aquí sólo porque, en el fondo, no has dejado de pensar que todo esto sea absurdo.
– Es que es absurdo. ¿Debería creer que una mujer que ha venido desde el futuro y que te mató que además tiene poderes sobrenaturales viene hacia aquí porque tengo lo que su cuerpo y su mente necesitan?
– Sí, deberías. Te falta algo de ilusión por lo que esperas. Tan solo necesitas tranquilizarte un poco. Estás centrándote demasiado en lo que puedes ver. Deja de mirar tanto lo que puedes ver y mira de cuando en cuando lo que no puedes ver. A veces el silencio tiene más que contarte que el sonido.
– ¿Intentas que me una a una secta o algo parecido? Estás hablando como una loca que intenta que todo el mundo le siga.
– Ciertamente. Pero de una forma u otra estás escuchándome. En cierto modo, quieres que venga Lauren.
– No sé si quiero que venga. Dices que me causará problemas.
– Eso depende. Si ella sabe jugar bien sus cartas, no tienes nada que temer. Y nadie juega tan bien como ella. No se le escapa nada. Nadie puede mentirle. Nadie puede engañarle. Es demasiado lista como para caer en ese tipo de cosas.
– Estás exagerando. Es imposible que nadie sea capaz de engañarla nunca.
– Ella consiguió tenderme una trampa terriblemente enrevesada para matarme, y nadie había conseguido engañarme nunca. Confía en mí cuando te digo que es muy lista. Incluso borracha es muy lista.
– ¿Está borracha ahora?
– No. Ahora no. Puedo escuchar sus tenues palabras mientras resuenan en el espacio. No quiere beber, pues considera esto una expedición científica.
– ¿Y el objetivo de su investigación es destripar la trama de la Nueva Guerra Fría y de la Guerra de las 57 Tormentas?
– En efecto. Y la he pillado in fraganti. Piensa que yo no tengo ninguna clase de poder. Piensa que ya ha acabado conmigo. Pero lo cierto es que yo puedo escucharlo todo y puedo verlo todo. Viene hacia aquí. Con tu hermana.
– ¿Cómo has dicho? ¿Que Lauren viene hacia aquí con Mia?
– Exactamente. ¿Ves? El silencio tiene más que contar que el sonido.
– ¿Y qué intentan hacer ellas dos aquí?
– Dímelo tú. Lauren está sola en esta realidad temporal y es bisexual. Mia está sola en esta ciudad y es bisexual.
– ¿Insinúas que Mia va a acostarse con Lauren?
– No lo insinúo, es lo que va a suceder. Es lo más obvio.
– ¿Lo más obvio?
– Sí. Dentro de una hora, tu hermana estará con la cabeza en la entrepierna de Lauren. Y dentro de dos horas estarán durmiendo juntas, desnudas.
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8 St-NYU
Science FictionEn el año 2.532, 400 años después de la violenta Guerra de las 57 Tormentas, la Tierra se ha convertido en un páramo contaminado donde el aire es tóxico y los últimos reductos de la raza humana viven en cápsulas respirando aire en conserva. Lauren...