Nuestras oportunidades
– ¿Una historia que contarme? ¿Qué historia tienes que contarme? – inquirió Michael.
– He visto a personas por la calle mientras venía hacia aquí. Es imposible que todas odien este lugar tanto como lo odio yo, y todas mostraban la misma expresión. Tristeza, desesperación... casi opresión. Esas personas morirán en la Guerra de las 57 Tormentas porque no tienen alternativa. Pero nosotros sí que tenemos alternativa. Nosotros podemos huir y sobrevivir.
– ¿No temías a empezar una vida totalmente diferente a la que tienes actualmente que además sería en un mundo desconocido?
– Sí, y sigo temiéndolo. Pero es sin duda mejor que morir carbonizada bajo la explosión de la aberración radiactiva que llevan las Bombas 09. ¿Nunca has pensado en la empatía? ¿Nunca has mirado a una persona y has tratado de averiguar qué está pensando o sintiendo? Porque yo sí. Muchas veces a lo largo de mi vida. Se me da bien averiguar qué piensan las personas mirándolas a la cara. Sé cuando estoy mirando el rostro de una persona feliz, y cuando estoy mirando el rostro de una persona triste. Y aquí todo el mundo es consciente de lo que está pasando con la Nueva Guerra Fría, y pueden imaginarse qué será la época que la seguirá. Pero no tienen oportunidad de salir de esta época, ni de salvar sus vidas. Pero nosotros sí. Y si quiero huir, además de por salvar mi vida, es por puro respeto. Hoy en día, tú y yo somos las personas más afortunadas del mundo.
– ¿Y qué sugieres que haga? ¿Que fuerce a Lauren a llevarnos con ella al futuro?
– ¿Se lo has pedido ya?
– No, no se lo he pedido.
– Entonces, aún no te ha dicho que no.
– No se lo he pedido porque no ha hecho falta. Ella misma descubrió mis intenciones de pedírselo.
– ¿Cómo hizo eso?
– ¿Cómo va a ser, Mia? Sencillamente se metió en mi mente y la analizó. No le resultó precisamente difícil.
– Ajá. ¿Y qué te dijo?
– No dio una respuesta definitiva. Dijo que tal vez diría que sí, y que tal vez diría que no. Pero no llegó a mostrarse ni de acuerdo ni en desacuerdo.
– Interesante. ¿Y pudiste detectar en su tono una aunque fuera ligera tendencia hacia una de las dos respuestas?
– No, totalmente neutral. Habló de ambas en condicional. No llegó a confirmar nada.
– ¿Y crees que aceptaría?
– No tengo ni idea de qué esperar de esa mujer. Es la persona más imprevisible que he conocido nunca. Incluso más que tú, y mira que eso es difícil.
– Me tomaré eso como un halago. Pero ahora en serio, ¿de verdad no tienes ni idea de si aceptará o se negará?
– No es algo sencillo de pedir. No sé tú, pero a mí me parece algo extraño ir a una chica que es prácticamente una desconocida y preguntarle "Oye, si no es mucha molestia, ¿te importaría llevarnos a mí y a mi hermana a tu época para que sobrevivamos a la Guerra de las 57 Tormentas?".
– No hace falta que seas tan directo. Ni siquiera necesitas pedírselo. Ya sabe qué es lo que queremos de ella.
– De modo que sabe que intentamos aprovecharnos de ella.
– Bueno, eso lo iba a saber tarde o temprano. De todos modos, es muy lista, de modo que no tardaría en averiguarlo. Pero ahora vayamos a otro punto. El único modo que tenemos de conseguir que Lauren acepte llevarnos al futuro es que lo decida por sí misma. Y sólo decidirá llevarnos al futuro si la convencemos de que lo haga.
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8 St-NYU
Science FictionEn el año 2.532, 400 años después de la violenta Guerra de las 57 Tormentas, la Tierra se ha convertido en un páramo contaminado donde el aire es tóxico y los últimos reductos de la raza humana viven en cápsulas respirando aire en conserva. Lauren...