8 St-NYU

Capítulo 9 - Lauren

Aire muerto

Lauren dejó la copa y la botella de vino blanco en una mesa y se metió en el cuarto de baño. Se quitó la ropa, llenó la bañera de agua extraída a raíz de purificar la humedad del aire tóxico y se metió dentro. El agua caliente la ayudaba a tranquilizarse, y por eso el bañarse lo había convertido en una costumbre posterior a escribir. Aquel día no tenía prisa para nada, pues no tenía nada que hacer. Tampoco tenía planeado salir por la noche. Al meterse en el agua, miró su propio cuerpo como si lo examinara. Lauren nunca se había mostrado descontenta con su físico. Nunca había tenido complejo de ningún aspecto de su cuerpo. Para ella, el mostrar descontento hacia el aspecto físico de una misma era absurdo. No encontraba sentido en enfadarse simplemente por un aspecto del físico que no se podía cambiar. Aunque las últimas tecnologías permitían a las personas cambiar prácticamente todo su cuerpo y, según Lauren, empeorarlo. Había quien no estaba de acuerdo con ella, y le decían que ella sólo pensaba eso porque no tenía ningún aspecto que le pudiera reprochar a su cuerpo. Era cierto. Lauren no sólo era la estudiante más brillante de su promoción, sino que además también era muy guapa y tenía un cuerpo bien proporcionado. Ella lo sabía, pero nunca presumía de ello. Lauren no encontraba sentido en presumir de su cuerpo. Para ella era presumir de algo que no ha hecho nada por conseguir. Dentro de que no era una persona presumida, si presumía de algo era de su propia mente. Lauren opinaba que era de lo único de lo que tenía sentido presumir, pues la mente es lo único que las personas crean enteramente por su cuenta. Se echó agua por encima del pecho lentamente. No era cuestión de tener prisa cuando no era necesario. Se enjabonó también poco a poco y se lavó la cabellera larga y pelirroja. Se enjuagó y salió de la bañera. Se miró un poco al espejo. Lauren nunca sería una de esas personas que enseñan su cuerpo únicamente para que conocidos y desconocidos lo vieran, pero cuando estaba sola siempre pensaba en cómo sería ser una de esas personas que únicamente se limitaban a presumir de algo que habían conseguido por casualidad.

Lauren se vistió con ropa cómoda y estuvo un rato mirando por la ventana. El Sol frío y diminuto seguía brillando a través del smog que hacía el cielo verdoso, mientras su luz apenas llegaba a la superficie de la Tierra rodeada de aire tóxico.

– Tóxico o agonizante. O quizás incluso ya incluso muerto. Casi es mejor así. Lo que ha muerto ya no puede hacer mal. Pero el que nos rodea no es aire muerto, ni agonizante, ni tóxico. Es vengativo. Toma represalias por lo que le hicimos nosotros, los humanos, a la Tierra. Qué irónico que la Guerra de las 57 Tormentas, la guerra que más víctimas se cobró de la Historia de la humanidad, haya ocasionado que incluso 400 años después continúe muriendo gente a causa de sus mortíferas armas. Einstein tenía razón. "No sé cómo será la Tercera Guerra Mundial, pero sí sé cómo será la Cuarta: con piedras y palos." La gente respira aire extraído de aire venenoso del exterior. La ley obliga a las personas a tener un mínimo de cinco plantas en sus casas para que así con la fotosíntesis el aire tarde más en acabarse. Pero nuestro tiempo se agota. La humanidad está destinada a perecer a causa de los terribles actos llevados a cabo por sus antepasados. Al igual que siempre. La primera guerra que se llevó a cabo cambió para siempre el curso de la Historia. Las guerras que han ido sucediendo no han sido más que partes de una misma guerra eterna y que únicamente ha podido detenerse llegando al punto de la ilegalización absoluta de cualquier tipo de armamento. La Historia no ha sido más que una eterna guerra imparable en la que los períodos de paz no han sido más que treguas efímeras. Cuando parece que ha terminado una guerra, los vencidos toman represalias e intentan recuperar lo que perdieron batallando. Es siempre lo mismo. Un gilipollas muy rico que no se conforma con lo que tiene. En ocasiones desearía que la humanidad siempre hubiera vivido de esta forma. Sumida en la Ecología absoluta. Así podría evitar sentirme culpable por lo que los humanos le hicimos al planeta únicamente por nuestra codicia y por nuestra inconsciencia. No puedo decir que querría tener delante a quien inició la primera guerra de la Historia, pues le envenenaría sin pensarlo, y entonces me volvería como ellos. Siempre habrá venganzas. Nunca se puede exterminar del todo a una etnia, ni mucho menos se puede exterminar del todo un ideal a seguir.