1 (SPANISH)

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Krist salió del vehículo con un mohín en los labios y sin contestar a las palabras de despedida que su padre, el director de la escuela, le estaba diciendo desde su propio asiento frente al volante.

- " Recuerda que no debes decirle a nadie quién eres" – le recordó Mr. Perawat mientras le observaba coger su mochila por el espejo retrovisor – " es por tu seguridad..."

- " Si padre, lo sé" – murmuró el muchacho mientras observaba el camión de mudanzas que estaba aparcando justo detrás del coche. En él traían todas sus cosas, o al menos, las que pensaban que iban a necesitar durante su estancia en la residencia de la escuela.

Si tan sólo su padre no se hubiera obsesionado con eso de que viviera la vida de un chico normal...

La sola idea de tener que dejar la mansión, su ala privada, y casi todas sus cosas para mudarse a la escuela como uno más de entre todos aquellos que optaban por vivir en el recinto, le llenaba de ira y desconsuelo.

Si por lo menos fueran habitaciones privadas el asunto tendría un pase, pero por el contrario iba a tener que compartir el dormitorio con otra persona más. Un joven que era un año mayor  que él y que, por lo visto, había sido el mejor promedio del curso pasado...

"Un cerebrito... seguro", se dijo Krist mientras se alejaba del coche y se acercaba a un moderno edificio de piedras grises y blancas con el emblema de la luna sobre las puertas correderas de cristal.

- " Bienvenido a la Residencia Lunar " – dijo una mujer de mediana edad desde la central de recepción – "Soy la persona a cargo de este edificio. Puedes llamarme Miss Red.

- " Encantado" – respondió el joven con una leve sonrisa para, seguidamente, entregarle los papeles que su padre le había dado el día anterior.

-         " Encantado" – respondió el joven con una leve sonrisa para, seguidamente, entregarle los papeles que su padre le había dado el día anterior

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La mujer los recogió  y, tras comprobar que estuvieran correctamente completados, se volvió hacia el muchacho con una llave tarjeta en la mano.

- " Ten cuidado de no perderla ya que abre no sólo tus habitaciones, sino también tu taquilla y tu cuarto de almacenaje. Además de, claro está,  todas las demás áreas comunes de la escuela".

Krist asintió mientras recogía la llave y la introducía en el bolsillo de su camisa.

- " En la habitación de estudio encontrarás tu horario y la información acerca de las instalaciones. Espero que todo sea de tu agrado..."

- " Gracias" – dijo el joven, mientras comenzaba a preguntarse si estaba en una escuela o, tal vez, había entrado a un hotel por equivocación...

El muchacho se despidió con una sonrisa de Miss Red y, con un gesto de su mano, indicó a los transportistas que llevaban sus objetos personales que le siguieran hasta el cuarto que, según la llave que le había sido entregada, era el Dormitorio 0062.



Mientras tanto, a tan sólo unos metros de distancia, un joven revisaba el lugar en el que había acabado el cuerpo mientras escuchaba los datos que el Inspector le estaba proporcionando.

- " Por lo que veo se trata de un accidente... El joven se subió al árbol, posiblemente para ver mejor los fuegos artificiales, y acabó cayéndose."

Singto frunció el ceño mientras observaba la rama partida desde la que, según decía el policía, se había caído la víctima.

-         " Me parece que este caso no va a ser tan sencillo

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- " Me parece que este caso no va a ser tan sencillo..." – dijo el joven mientras miraba hacia la copa del árbol – "y, si no me equivoco, eso que está entre dos ramitas, ¿ no es un móvil?".

El inspector miró hacia arriba y, viendo un pequeño aparato entre dos ramas, comenzó a gruñir mientras mentaba a varios de los expertos que habían revisado el lugar previamente.

Esos idiotas!!...

Cuando logró bajarlo, asegurándose de llevar puestos los guantes, accionó el pequeño aparato que, para sorpresa de ambos, se encendió por una cuenta regresiva que había finalizado a las doce de la noche. Concretamente a la hora en la que se había producido el " accidente" que había llevado a su dueño a la muerte.


Tae miró a su primo sin saber muy bien qué pensar.

Cuando Sing le llamó a primera hora de la mañana, había estado muy seguro de que su primo se había equivocado y de que, en esta ocasión, el caso no era más que lo que aparentaba, un simple accidente.

Sin embargo, y tras encontrar ese móvil, comenzaba a pensar que, tal vez, Singto no había estado tan errado como pensaba....

"Aquí hay algo que no huele muy bien que digamos..."

- " Yo que tú revisaría las llamadas y los mensajes" – dijo el joven mientras recogía su maleta y se la echaba al hombro

- " Y tú.. ¿ qué vas a hacer?"- preguntó Tae mientras levantaba la mirada del teléfono.

- " Hoy llega mi nuevo compañero de dormitorio" – comentó el joven mientras sonreía con ironía – "debo ir a darle la bienvenida".

- " Ya... Tan sólo espero que éste te dure más que los anteriores".

Singto frunció el ceño mientras pensaba en los cinco compañeros de habitación que había tenido durante el año anterior y que, por un motivo u otro, habían acabado pidiendo un cambio de dormitorio cuando no habían pasado ni veinticuatro horas juntos.

- " Bueno, es un recién llegado de primer año..." – contestó el joven mientras se despedía con la mano y se encaminaba hacia la residencia con pasos ligeros – " tampoco puede ir tan mal...".

Tae sonrió irónicamente mientras pensaba en algunas de las aficiones de su primo. 

Como por ejemplo la de pasarse toda la noche jugando a la consola o leyendo un nuevo libro, pero sin duda, lo que complicaba aún más cualquier tipo de convivencia, era su obsesión por la limpieza y el orden. 

Todo tenía que estar en su sitio y, si algo fallaba, el joven podía perfectamente pasarse toda una tarde recordándote las pautas a seguir para tener un espacio perfectamente ordenado.

- " Pobre muchacho" – musitó el inspector mientras pensaba en la poca suerte que había tenido el joven al que le había tocado Singto como compañero de cuarto – " le deseo suerte. La va a necesitar".

ASSESSINATION AT MIDNIGHTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora