ASSESSINATION AT MIDNIGHT

26 (SPANISH)

Krist observaba el rostro pálido de Singto mientras éste, con manos temblorosas, pasaba un dedo sobre la fotografía que aparecía en la pantalla del portatil.

- "Era mi mejor amigo... siempre habíamos estado juntos. Desde primaria, cuando nuestros padres nos dejaron en el  mismo internado y nos tocó compartir dormitorio" - musitó el joven con una leve sonrisa de pesar - "desde aquel momento no nos separamos hasta que llegamos a la E.U.E... a él le tocó un dormitorio diferente mientras que a mí... me tocó un chico de tercero como compañero de habitación".

- "Pero... ¿por qué se suicidó?" - dijo Krist en voz baja mientras colocaba una mano sobre el brazo de Singto.

Éste se volvió hacia el joven que, con mirada preocupada, ocupaba ahora el asiento contiguo al de él.

- "Nunca lo supimos... tan sólo dejó una nota que aún recuerdo palabra por palabra..."

No puedo más... mi vida es una farsa

Krist frunció el ceño mientras que Tae, anotando las palabras del joven en su libreta, asintió con expresión triste.

- "Eso lo explica todo..."

Singto levantó la mirada y la posó en su primo. En sus ojos se podía vislumbrar el millar de preguntas sin respuestas que, esperaba, por fin pudieran ser contestadas.

- "Me refiero a que el vídeo muestra claramente que el joven estaba siendo acosado" - dijo Tae mientras miraba fijamente a Singto.

- "Pero... ¿por qué? ¿Por qué no me dijo nada?" - preguntó el joven, más para sí que para los demás. 

Sin embargo Kongpob suspiró, pensando en su vida hacía unos años cuando, al igual que el joven, el mismo había sido la víctima favorita de sus propios compañeros de clase.

- "Porque no quería que nadie lo supiera.. y...no es fácil volver a confiar en alguien cuando tus propios compañeros, los que se decían tus amigos, son los primeros que te dan la espalda" - dijo recordando numerosas situaciones en las que su mesa había aparecido pintada, su silla manchada con.. en fin... con cosas que no tenían nada que hacer ahí. Pero lo peor habían sido los empujones, las muestras de odio e indiferencia de todos..

Arthit, tras observar el rostro del joven abogado y escuchar esas palabras llenas de dolor, sólo pudo bajar la vista avergonzado. 

Y es que él lo sabía...

Él sabía perfectamente de lo que estaba hablando su Kongpob... él lo había oído y, en algunas ocasiones hasta lo había presenciado... y había sido uno de los que le habían dado la espalda.

Uno de los que había pensado que se lo merecía... por lo que su familia le había hecho a la suya. Por lo que su padre le había hecho al suyo en aquel anexo de la mansión..

Especialmente tras no ser condenado al estar confinado en aquella cama de hospital.

Pero al final... al final había resultado no ser el culpable y él... él había quedado totalmente devastado al pensar en todo por lo que había pasado Kong.

"No...La culpa no le iba a abandonar jamás. Iba a tener que vivir con ella, por siempre"

Un apretón en su mano derecha hizo que el fiscal levantara la mirada hacia su prometido que, con una leve sonrisa en su rostro, le observaba con una mirada llena de amor y de comprensión.

"No me lo merezco...", pensó Arthit mientras observaba esos ojos, "no me lo merezco pero voy a dedicar el resto de mi vida a hacerle feliz".

El joven sonrió a Kong mientras dejaba caer nuevamente su cabeza en el hombro de éste.

Tae, sin percatarse de lo que estaba ocurriendo entre dos de las personas sentadas en uno de los sillones, asintió quedamente mientras sacaba unos informes de su maletín.

- "No debería mostraros ésto, pero..." - dijo mientras colocaba los documentos sobre las fotos y al lado del ordenador - " son los interrogatorios que hicimos ayer entre los jóvenes de su clase".

Singto tomó los documentos y comenzó a leerlos con rapidez.

Mientras tanto, el inspector sólo podía observarle con una mirada de pesar pues él sabía lo que iba a descubrir su primo y, sinceramente, no sabía como iba éste a reaccionar con todo ello.

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En una habitación, una figura fruncía el ceño mientras observaba las noticias que estaban dando en las cadenas televisivas.

- "No puede ser" - murmuró con un hilo de voz a pesar de que la ira comenzaba a adueñarse de él - "¿ningún muerto?"

Y es que no salía de su asombro.

Culpaba a su mala suerte ya que.. si tan sólo ese idiota no hubiera intervenido arruinando sus planes... todo habría salido a la perfección y ahora... ¡ahora estarían muertos!.

- "Pero lo ha pagado...¡ vaya que sí!" - exclamó mientras recordaba la expresión aterrorizada del joven un segundo antes de caerse por las escaleras. Y es que...

Un finísimo hilo colocado con cuidado.

Una carta de amor de la persona adecuada.

Una cita a medianoche en la azotea de la residencia.

Había sido tan fácil aguardar a que el joven llegara y luego desconectar el ascensor del panel de control... 

Sólo había tenido que esperar a que el idiota se diera cuenta de que nadie iba a aparecer y llorando, hubiera intentado bajar las escaleras sin fijarse por dónde caminaba.

Luego sólo había tenido que recoger el hilo y dejar la tarjeta y el vídeo en un lugar donde fueran visibles.

Un plan perfecto. Como todos los suyos...

Su mirada se posó nuevamente en la presentadora del noticiario.Unos minutos más tarde la sonrisa se borró de su rostro.

"Mi primer fallo... y por culpa de Matt", se dijo mientras se llevaba unas palomitas a la boca, "Eran Singto y Krist quienes tenían que abrir el programa del ordenador... ¡no esos idiotas de la policía!"

TOC TOC TOC

La figura miró hacia la puerta para luego, observar el reloj de pared del salón.

Con una sonrisa se levantó y abrió, dejando pasar a la persona con la que había quedado.

- "Mi amor" - dijo - "pasa, que he preparado una noche muy especial para nosotros dos..."

Tras lo cual cerró la puerta sumiendo nuevamente el pasillo en la más profunda oscuridad.