32 (SPANISH)

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Tae observaba su reflejo en el espejo del ascensor mientras aguardaba a que éste llegara al segundo piso de la residencia femenina....

Desde un inicio había sabido que algo se le escapaba, algo básico para la investigación. Y es que, hasta ahora, no se habían parado a pensar en cómo había hecho el asesino para entrar en las residencias femenina y masculina sin problemas. 

"No puede haberle resultado tan fácil asesinar a una de las jóvenes en su dormitorio mientras que, además, dejaba pistas en la residencia masculina", se dijo mientras fruncía el ceño, "de alguna manera ha logrado poder actuar en ambos lugares con impunidad... y sin que nadie notara nada raro".


CLINC

Las puertas se abrieron con rapidez y el joven inspector se encaminó hacia uno de los dormitorios más alejados del ascensor. Uno de los pocos que se encontraban cerca de las escaleras de emergencias.

Un par de minutos después estaba tocando a la puerta mientras que, con un pie, golpeaba el suelo levemente, preso de la impaciencia que llevaba sintiendo desde antes incluso de haber salido de la estación de policía.

El tiempo, sin embargo, comenzó a pasar lentamente.... tan lentamente que a Tae le pareció un siglo y... sin embargo.... nadie abría. 

Tae frunció el ceño.

"Qué extraño...", se dijo, "parece que Amelie no está en el cuarto".

Tras unos segundos de silencio volvió a tocar mientras esperaba, con el corazón martilleándole en el pecho, a que la joven apareciera y le diera una escusa para no abrir la primera vez. Aunque fuera una escusa tonta o imposible de creer ya que, sin duda, iba a ser mejor que lo que comenzaba a pasársele por la cabeza.

Y es que, antes de subir, había comprobado el registro de las residentes y la joven había firmado su entrada, antes de la hora de queda, la pasada noche... y no había vuelto a firmar ninguna salida.

"Puede que esté en otro cuarto... ¡o enferma!"

Con rapidez, el inspector sacó su teléfono del bolsillo de sus vaqueros y llamó al teléfono de la joven

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Con rapidez, el inspector sacó su teléfono del bolsillo de sus vaqueros y llamó al teléfono de la joven.

Sin embargo, un par de segundos después, el leve sonido de un móvil se oyó en el interior del dormitorio.

Tae gruñó por lo bajo y llamó a Phana. 

Éste se había quedado en la oficina del encargado revisando los vídeos de seguridad de las últimas noches. Buscando, aunque con pocas esperanzas, algún indicio de por qué la última de las víctimas había salido corriendo de su cuarto, de esa manera tan brusca, para acabar flotando en medio de un lago tan sólo un par de horas después. 

"Algo tuvo que pasar...", le había comentado Phana mientras se sentaba en uno de los asientos frente a las pantallas de seguridad, "algo que no sabemos... aún"

ASSESSINATION AT MIDNIGHTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora