[Vanessa]
Nate se fue un par de horas tarde a trabajar. Aquella mañana me había despertado más cariñosa de la cuenta sin razón aparente, pero saber que estaba observándome y haciéndome fotos me resultó de lo más adorable - y un poco obsesivo, a decir verdad -, y me apeteció darle cariño. Me levanté de la cama a medio día y me metí en la ducha. La verdad es que aquel día no tenía ganas de hacer gran cosa, pero había quedado con Dave para comer. Al día siguiente sería su cumpleaños y habíamos organizado una pequeña fiestecilla esa noche con sus amigos del instituto, y algunos del orfanato con los que aun mantenía el contacto. Tenía curiosidad por ver a los pijos de sus amigos con los macarrillas del orfanato.
Aun no lo habíamos preparado todo y por eso quedamos antes. Además hacía mucho tiempo que no estaba a solas con mi mejor amigo y, sinceramente, lo necesitaba. No manteníamos una conversación seria desde el día de mi boda fallida.
Se me revolvió el estómago al pensarlo. Todavía no había aclarado mi mente y era algo que me estaba volviendo loca.
¿Seré una buena madre? ¿O volveré a cagarla como hago siempre? ¿Y Nate?, ¿de verdad está preparado para esto?
Conforme pasaba el tiempo, mis dudas y miedos se iba haciendo cada vez más grandes, pero no tenía sentido. Ya estaba hecho, ya no iba marcha atrás. Y sabía que pasaría antes de que quisiera darme cuenta.
Salí de la ducha, me rodeé el cuerpo con una toalla y fui a la cocina a comer algo mientras pensaba qué podía ponerme. Sí, había quedado para comer, pero no puedo comer literalmente sin haber desayunado primero. Manías mías. Cogí una manzana y volví a mi habitación. Por lo que parecía desde la ventana, fuera hacía un tiempo lo suficiente agradable para estar en Noviembre, así que opté por unos vaqueros claros y una sudadera azul cielo - cortesía de Nate por supuesto -. Por fin había dejado de comprarme únicamente vestidos. Me puse la ropa sin dificultad, pero llegaba la parte más complicada para una embarazada: los zapatos. Opté por unas Vans negras, pero como no podría doblarme para atarme los zapatos, metí los cordones por dentro antes de ponérmelas. Cogí dinero, mi móvil y las llaves de casa y me fui donde había quedado con Dave.
Llevaba veinte minutos tarde, pero bueno, él estaba acostumbrado a mis retrasos, así que no había que preocuparse. Lo siento, pero donde hay confianza da asco.
- ¿Ya estás aquí? - Preguntó mi amigo -. Pensaba que te costaría una hora venir.
- Eres un idiota exagerado, ¿lo sabías? - Dije antes de darle una colleja.
- No me pegues, porque ahora estás embarazada y no puedo devolvértelas.
- Soy una dama, no deberías devolvérmelas nunca - Le reté.
- Nunca serás una dama, no te flipes.
- Imbécil - Me sacó la lengua y entró en el restaurante. Yo le seguí -. ¿Nervioso por tus dieciséis? Ya te queda menos para dejar de ser un mocoso - Pregunté después de que nos tomaran nota.
- ¡Eh! No soy un mocoso, solo tienes tres años más que yo.
- Mocoso - Repetí.
- Que te den.
Solté una carcajada y en ese momento nos trajeron la comida.
- ¿Y qué, cómo va la niña de mis ojos? - Bromeó.
- Estoy bien, gracias - Respondí sonriendo.
- No te lo decía a ti, lerda - rodó los ojos -, hablaba de mi futura ahijada. ¡Eh, ¿vas a decirme ya cómo se va a llamar o qué?!
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Love (Lies #2)
RandomContinuación de Lies. Historia y portada originales. Registrada en Safe Creative, por lo que no se permite la copia total o parcial de la obra.