Birdy.
Una par de días después de aquella conversación, volvía a estar subida a la moto de Aidan. Me abracé a su espalda y sonreí un poco de manera inconsciente cuando llegaron a mi memoria recuerdos de la primera vez que me monté en aquella moto; yo no le aguantaba para nada y ahora...
- La última vez que estuve en un sitio como este, tuviste que salvarme - Bajé de la moto cuando frenó frente a su casa y me quité el casco.
- ¿Acabas de admitir que te salvé? - Preguntó levantándose la visera del casco y mirándome con una sonrisa engreída en la cara. A pesar de que no le veía la boca, conocía todos sus gestos a la perfección.
- Habría sabido salir de todas formas - Defendí mi orgullo -. Sólo fuiste el camino fácil.
- Ajá... - Exclamó quitándose el caso y despeinándose levemente haciendo que un par de mechones cayeran sobre sus ojos de una forma jodidamente sexy.
- Qué asco me das - Murmuré dándole un empujón en el pecho.
- ¿Por qué? - Preguntó divertido y me cogió los brazos acercándome a él.
- Porque siempre estás perfecto - Le miré con envidia -. ¿Tú no tienes días malos o qué?
- Ojalá no los tuviera - Murmuró paseando su mirada por mi cara como si estuviera demasiado entretenido para hacer caso a la conversación.
- Sabes a lo que me refería - Susurré mirando sus ojos, que brillaban ligeramente de una forma buena -. Hagas lo que hagas siempre pareces recién salido de una sesión de fotos o algo así, y yo... - Miré mis pintas con mala cara -. Parezco una vagabunda.
- Eres una exagerada - Rió grave y acarició mi mejilla con el pulgar -. Sólo pareces una pija asustada en un mal barrio.
- Imbécil - Entrecerré los ojos cuando su sonrisa se amplió.
- Pero una pija preciosa - Me guiñó un ojo.
- No lo estás arreglando, Aidan - Rodé los ojos mientras negaba con la cabeza algo divertida.
- Entonces cállame ya - Susurró poniendo mis brazos sobre sus hombros y sus manos en mi cintura.
Capturó mis labios con los suyos y me besó dulcemente haciendo que me pegara un poco a él. Sonreí contra su boca y mordí su labio inferior ligeramente.
- ¿Quieres subir a casa? - Susurró rozando mis labios levemente y mirándome a los ojos.
- ¿Me has traído para dejarme en la puerta? - Sonreí de lado acariciando los mechones que caían sobre su nuca -. Porque no era eso lo que tenía en mente.
- ¿Y qué tenías en mente? - Sonrió algo pícaro.
- No sé... ¿Qué se te ocurre? - Mordí mi labio inferior sonriendo y pegándome un poco más a él.
Aidan sonrió más ampliamente y tiró de mi mano hacia dentro del edificio, haciéndome subir las escaleras prácticamente corriendo. Abrió la puerta como pudo y me pegó contra ella mientras me besaba de una manera algo desesperada. Sonreí al verle así.
- Ansioso - Susurré contra su boca y me subí a él de un salto, rodeándole con brazos y piernas.
Aidan sólo sonrió y me llevó a su habitación, tumbándome suavemente sobre la cama.
- ¿Estás segura de que no quieres que pare? - Yo negué con la cabeza sonriendo y le atraje hacia mí de nuevo para besarle -. ¿Esto qué es? ¿Un premio de consolación por contarte cosas de mí? - Bromeó mirándome.
- No seas idiota... - Le saqué un poco la lengua y acaricié su pelo con los dedos.
- Es broma... - Sonrió de forma adorable y besó mi nariz -. Pero podemos parar aquí y ver una peli, ya lo sabes.
- No quiero parar ahora, Aidan - Susurré volviendo a pegar su boca a la mía y ahí se acabaron las palabras.
Aidan empezó a subir mi camiseta lentamente y, cuando me la quitó bajó sus besos a mis clavículas. Cerré los ojos disfrutando del momento, y a decir verdad, hacía mucho que no disfrutaba algo así y no pensé que fuera a hacerlo con Aidan.
Jamás habíamos llegado tan lejos porque no me sentía lo suficientemente cómoda para hacerlo. Pero en ese momento quería eso, necesitaba eso. Más que cualquier otra cosa en el mundo.
El castaño se entretuvo algo más en la zona del pecho cuando me quitó el sujetador y yo sonreí mirándole. Metí mis dedos en su pelo, volviendo a rodearle con las piernas y, en el momento en el que nuestros ojos conectaron, sentí un profundo escalofrío que erizó toda mi piel.
Llevé mis dedos al borde de su camiseta y lo levanté poco a poco, acariciando su torso con mis yemas, mientras que las manos de Aidan bajaron directas al botón de mis pantalones, desabrochándolos con una alarmante habilidad.
- Odio que seas tan experto en estas cosas - Susurré sin poder evitarlo y mordí mi labio -. Me haces sentir torpe - Y celosa.
Aidan sonrió y besó mi mandíbula sin contestar nada. Yo mordí mi labio y alcé la cabeza ligeramente dándole más espacio.
Llevé mis manos temblorosas al botón de sus pantalones demostrando mi falta de confianza. Él soltó una risita y me miró dulce.
- Eres adorable - Murmuró besando mi nariz.
- ¡Oye, no te burles! - Me quejé notando cómo me sonrojaba.
- No me estoy burlando - Sonrió un poco y acaricié mi costado suavemente -. Me parece tierno que estés tan nerviosa de repente porque no voy a hacerte nada que no conozcas ya.
- Lo sé - Susurré con voz aguda. Eso era algo obvio y ambos lo sabíamos; sin embargo, era vez era diferente. Al menos yo lo sentía diferente.
Aidan terminó de bajarse los pantalones y se puso entre mis piernas todavía en calzoncillos. Metió su lengua en mi boca y jugueteó con el elástico de mi ropa interior, haciéndome sufrir por su lentitud.
- Aidan, no juegues conmigo - Gimotee alzando mis caderas levemente.
- ¿Por qué no? Es divertido - Susurré mordiendo el lóbulo de mi oreja.
- Porque te necesito ya - Gruñí algo frustrada empezando a bajar sus calzoncillos -, o voy a volverme loca.
- ¿Quién es la ansiosa ahora, eh? - Preguntó divertido deshaciéndose de mis bragas y estirándose para coger un preservativo del cajón de la mesilla.
- Lo que tú quieras, pero hazlo ya - Supliqué rodeando sus caderas con mis piernas y su cuello con mis brazos, pegando mi pecho al suyo.
- ¿Que haga qué, pulguita? - Frotó su sexo contra el mío y yo tuve que ahogar un gemido.
- Y-ya lo sabes... - Jadee mirándole.
- No sé de qué me estás hablando... - Sonrió de lado y movió sus caderas contra mí, tentándome.
- Hazme el amor, Aidan.
Aidan mordió mi hombro, colocándose en mi entrada y se abrió paso en mi interior. Gemí arqueando la espalda y clavé mis dedos en sus hombros a la vez que empezaba a respirar con dificultad.
Él acogió mis jadeos con sus labios y volvió a tumbarme con cuidado sobre la cama, cogiendo mis manos y entrelazando nuestros dedos a la vez que se movía despacio sobre mí. Cerré los ojos y mordí su labio inferior ligeramente.
Jamás me había sentido como lo hacía en ese momento y fue cuando me di cuenta de algo: estaba enamorada de Aidan, completamente. Como no lo había estado de nadie antes.
- Te quiero, O'connor - Susurré cuando exploté, entregándole todo de mí y más.
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Hola, hola.
¿Cómo estáis? Yo he vuelto un poco más frecuente que las últimas veces, no podéis quejaros. Y os traigo Birdan en su estado más AHSJDKSDJS*-*
Espero que os guste,
Ari❤
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Love (Lies #2)
De TodoContinuación de Lies. Historia y portada originales. Registrada en Safe Creative, por lo que no se permite la copia total o parcial de la obra.