Capítulo 19. "No sé qué esperas de mí"

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Dave me tendió en la cama con cuidado y empezó a besuquearme la cara. La nariz, las mejillas, los labios e incluso llegó a besarme la barbilla. Parecía como si quisiera aprenderse mi rostro de memoria. Aquello me extrañó y me excitó a partes iguales.

— Eres preciosa — dijo bajando sus labios a mi cuello —, y me vuelves loco.

Solté un pequeño jadeo y perdí mis dedos entre sus mechones castaños. Tiré de ellos cuando sentí que Dave empezaba a absorberme suavemente.

— No me dejes marca... — Si volvía a casa con un chupetón mi madre me mataría.

— Shh... Tranquila.

— Dave...

— Vale... — Volvió a mis labios y me dio un ligero beso —, pero que sepas que tienes un cuello demasiado besable.

Sonreí de medio lado y Dave me pasó el dedo sobre el labio inferior. Se lo mordí y a este se le dilataron las pupilas.

— Adoro tu boquita.

Cuando liberé su dedo bajó, la mano por mi garganta, mi pecho y mi estómago hasta el botón de mis pantalones.

Mientras tanto se entretuvo en mi boca y la exploró con su lengua.

— Necesito comprobar que sabes tan dulce como imagino — Me sonrojé deseando que Dave no se diera cuenta, pero sí lo hizo porque soltó una risita cuando acercó su boca a mi oído y susurró: — ¿Me dejarías hacerlo?

Sexo oral. No era como si nunca lo hubiera hecho antes, pero sabía que con Dave sería diferente. Él tenía más experiencia que mi último novio y eso estaba claro.

Asentí.

Dave sonrió, me quitó la camiseta y después se quitó la suya. Eso último le despeinó. ¿Cómo podía estar tan sexy y tan adorable al mismo tiempo?

Dejó un camino de húmedos besos hasta mi ombligo y rápidamente mis pantalones desaparecieron. Me lanzó una mirada burlona al ver que mis braguitas llevaban corazoncitos de colores.

Nota mental: dejar de parecer tan infantil cuando vaya a acostarme Dave.

En un ataque de adrenalina y para que dejara de pensar que era una cría pequeña, fui yo quien las quitó de su camino quedándome solo en sujetador debajo de él.

— ¿Por qué has hecho eso? Eran bonitas.

— Cállate — Me sonrojé.

Dave hizo que flexionara y abriera las piernas y soltó una carcajada que hizo que me vibrara todo el cuerpo.

— Me sorprendes, mito.

— ¿Por qué?

— Te has puesto más roja por unas bragas de corazones que por todo lo que he dicho o insinuado que voy a hacerte a partir de este momento — Solté una risita: era cierto. — No deberías haber hecho eso, ha sido como quitarme el freno.

— No soy una cría.

— No he dicho tal cosa.

— No quiero que me veas como tal... — Dave me abrió más las piernas y me dio un largo lametazo. Gemí

— Si lo hiciera no estarías aquí — Sentir su voz contra la parte más sensible de mi cuerpo me hizo cerrar los ojos y echar la cabeza hacia atrás —, y ahora disfruta, pequeña.

Sentía que me iba a derretir bajo su roce, clavé las uñas en el colchón y solté un grito.

Dave paró.

Love (Lies #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora