Dave me tendió en la cama con cuidado y empezó a besuquearme la cara. La nariz, las mejillas, los labios e incluso llegó a besarme la barbilla. Parecía como si quisiera aprenderse mi rostro de memoria. Aquello me extrañó y me excitó a partes iguales.
— Eres preciosa — dijo bajando sus labios a mi cuello —, y me vuelves loco.
Solté un pequeño jadeo y perdí mis dedos entre sus mechones castaños. Tiré de ellos cuando sentí que Dave empezaba a absorberme suavemente.
— No me dejes marca... — Si volvía a casa con un chupetón mi madre me mataría.
— Shh... Tranquila.
— Dave...
— Vale... — Volvió a mis labios y me dio un ligero beso —, pero que sepas que tienes un cuello demasiado besable.
Sonreí de medio lado y Dave me pasó el dedo sobre el labio inferior. Se lo mordí y a este se le dilataron las pupilas.
— Adoro tu boquita.
Cuando liberé su dedo bajó, la mano por mi garganta, mi pecho y mi estómago hasta el botón de mis pantalones.
Mientras tanto se entretuvo en mi boca y la exploró con su lengua.
— Necesito comprobar que sabes tan dulce como imagino — Me sonrojé deseando que Dave no se diera cuenta, pero sí lo hizo porque soltó una risita cuando acercó su boca a mi oído y susurró: — ¿Me dejarías hacerlo?
Sexo oral. No era como si nunca lo hubiera hecho antes, pero sabía que con Dave sería diferente. Él tenía más experiencia que mi último novio y eso estaba claro.
Asentí.
Dave sonrió, me quitó la camiseta y después se quitó la suya. Eso último le despeinó. ¿Cómo podía estar tan sexy y tan adorable al mismo tiempo?
Dejó un camino de húmedos besos hasta mi ombligo y rápidamente mis pantalones desaparecieron. Me lanzó una mirada burlona al ver que mis braguitas llevaban corazoncitos de colores.
Nota mental: dejar de parecer tan infantil cuando vaya a acostarme Dave.
En un ataque de adrenalina y para que dejara de pensar que era una cría pequeña, fui yo quien las quitó de su camino quedándome solo en sujetador debajo de él.
— ¿Por qué has hecho eso? Eran bonitas.
— Cállate — Me sonrojé.
Dave hizo que flexionara y abriera las piernas y soltó una carcajada que hizo que me vibrara todo el cuerpo.
— Me sorprendes, mito.
— ¿Por qué?
— Te has puesto más roja por unas bragas de corazones que por todo lo que he dicho o insinuado que voy a hacerte a partir de este momento — Solté una risita: era cierto. — No deberías haber hecho eso, ha sido como quitarme el freno.
— No soy una cría.
— No he dicho tal cosa.
— No quiero que me veas como tal... — Dave me abrió más las piernas y me dio un largo lametazo. Gemí
— Si lo hiciera no estarías aquí — Sentir su voz contra la parte más sensible de mi cuerpo me hizo cerrar los ojos y echar la cabeza hacia atrás —, y ahora disfruta, pequeña.
Sentía que me iba a derretir bajo su roce, clavé las uñas en el colchón y solté un grito.
Dave paró.
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Love (Lies #2)
CasualeContinuación de Lies. Historia y portada originales. Registrada en Safe Creative, por lo que no se permite la copia total o parcial de la obra.