Capítulo 64. "La magia de la Navidad"

488 57 10
                                    

Definitivamente, dejar a Dave con vida fue la mejor decisión que había tomado nunca. Aunque era cierto que no había dado muestras de mejoría, tampoco parecía haber empeorado y eso era más que suficiente para que hubiese merecido la pena.

A pesar de que era cierto que, tras descubrir los dibujos de Dave sobre Birdy, lo hubiese querido matar, no estaba dispuesta a perder a mi hermano por nada del mundo. Por otro lado, tenía que decir que no había hablado con Birdy todavía sobre todo eso, entre otras cosas, porque a penas pasaba el día en casa últimamente. Su tiempo se dividía entre la academia y Aidan; incluso a veces parecía haberse olvidado de Dave por completo, pero no iba a juzgarla. Supuse que hacía todas esas cosas precisamente para no pensar en él y, por primera vez en mucho tiempo, la veía feliz. Esperaba que este chico la tratase como ella merecía.

Los días iban pasando, ni muy lentos ni muy rápidos, simplemente iban pasando y nuestras vidas habían vuelto a una relativa normalidad.

Salí a la terraza y me abracé a mí misma mientras veía cómo las hojas de los árboles caían decorando las aceras. Suspiré mientras me mordía las uñas, aburrida; Nate estaba trabajando y Birdy tenía clase a pesar de que era Nochebuena y, a decir verdad, me sentía muy sola en una casa tan grande...

Entré en el salón y cogí el ordenador de Nate. Sus carpetas de fotografías estaban ordenadas por años así que cliqueé la carpeta que guardaba las fotografías del año que nos conocimos. Todas y cada una de ellas, desde las primeras que me hizo en la playa de Santa Mónica, hasta las que me hizo mientras dormía, pasando por las de la luna de miel en Roma. Sonreí recordando cada momento y sentí como me brillaron los ojos.

Pero también sentí nauseas y tuve que ir corriendo al baño si no quería vomitarle a Nate el ordenador.

- No, no, no... - Murmuré entre arcadas -. Otra vez no...

Tiré de la cadena y me miré en el espejo del lavabo. Escupí y me enjuagué intentando inútilmente quitarme el agrio sabor de la boca y abrí el armarito.

- Otra vez no... - Repetí mientras miraba lo que había cogido.

Cuando salí del baño, todavía con el estómago revuelto, me senté en la cama y escondí la cara entre mis manos, lamentándome. Me había jurado a mí misma que no volvería a pasar algo así.

Birdy llegó poco después de la academia, toda sudada y con el pelo revuelto y entró en mi habitación cuando pasó por la puerta y me vio allí.

- ¿Va todo bien? - Preguntó sentándose a mi lado. Sonreí y asentí para que no se preocupara.

- ¿Cómo ha ido el día?

- Bien, supongo... - Intentó sonreír pero se quedó en una mueca de preocupación -. ¿Seguro que te encuentras bien? Estás pálida.

- Sólo estoy un poco estresada por la cena y eso...

- Oh, claro... - Bajó la mirada -, la cena... - Sabía lo que estaba pensando; era la primera cena de Navidad que pasábamos sin Dave e iba a ser extraño para todos.

- El tío se pondrá bien... - Le prometí cogiéndole la mano.

- Lo sé... - Dijo insegura -, pero es... Raro... - Se encogió de hombros y me miró -. ¿Y si no se despierta nunca? - Le tembló la voz y se le aguaron los ojos.

Yo no dije nada, porque no sabía qué podía decir en ese momento, así que simplemente le abracé y le di un beso en la cabeza. Quería decirle que todo iría bien, que no tenía que preocuparse por Dave porque pronto volvería a estar entre nosotros. Pero no sé lo dije. Porque no lo sabía.

La puerta principal volvió a oírse, haciéndonos saber que Nate había llegado a casa del trabajo.

- Venga, pequeña, vete a duchar - Besé su frente y me levanté de la cama, antes de salir al pasillo.

- Hola, pajarito - Nate sonrió y me dio un dulce beso en los labios -. ¿Te encuentras bien? - Otro... Evité rodar los ojos y sonreí.

- Llevo toda la mañana en la cocina - Y con arcadas -, y estoy cansada, eso es todo.

Nate me miró dudoso, pero no dijo nada y volvió a besarme.

Poco después, estábamos los tres sentados alrededor de una mesa completamente repleta de comida y yo apenas logré probar bocado, la comida me daba nauseas sólo de mirarla.

- Qué silencio... - Susurró Birdy, apuntando lo evidente.

- Vanessa, apenas has comido... ¿Pasa algo? - Preguntó Nate cogiéndome la mano por encima de la mesa.

- Yo... - Mi voz salió más baja de lo que me hubiera gustado, así que carraspeé y volví a intentarlo -. Yo quiero deciros algo...

Nate me miró atento y me animó a que dijera lo que fuera y Birdy me miró en silencio.

- Estoy embarazada.

__________________________________

Hola, holita.

¿Me echabais de menos? Yo sé que sí, pero ya estoy aquí y os traigo una sorpresa: BIRDY VA A TENER UN/A HERMANITX!!!!

Bueno, espero leeros en comentarios y esas cositas.

Os quiere,

Ari.

Love (Lies #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora