Será un capítulo más largo porque ayer no pude actualizar.
***
Comienzo de FlashbackPara disgusto de Natalie, Saúl salió antes del final de su fiesta de cumpleaños para llevar a Altagracia a su casa:
_ ¿Esa muchacha no puede ir sola? ¡Mándala en taxi!
_ Nati, yo no quiero que se vaya sola y ya no quiero estar en esta fiesta. Ya se fueron casi todos los invitados.
_ Consuelo y Rafael todavía están aquí. – Le recordó Natalie.
_ No me importa Consuelo, yo no la invité y Rafael es mi amigo, no hace falta formalidades con él.
Altagracia esperaba en el coche ansiosa. No disfrutaba estar en la casa de Saúl, se le hacía incomodo, estaba claro que Natalie no la quería y que hacía todo para meterle a Consuelo a él e imponerle su presencia. Saúl llegó sonriente y se metió en el coche:
_ ¿Me tardé?
_ ¡Una eternidad! – Ella respondió medio bromeando medio hablando en serio.
Cuando llegaron a la sencilla casa en donde vivía Altagracia, ella lo invitó a pasar. Había logrado un buen trabajo de traductora y vivía sola en la casa sencilla que fuera de su familia.
_ Yo pasaría incluso si no me invitaras. – Dijo mirándola con maliciosas intenciones luego que bajaron del coche.
_ No sirve de nada poner esa carita que no vas a dormir aquí hoy. Tengo que levantarme temprano para trabajar mañana y tú también! Todos saben que en los trabajos de prácticas es cuando se trabaja más en la vida. – Ella entendió sus intenciones.
_ Pero lo que quiero no es dormir, además no he recibido mi regalo de cumpleaños aun. – Dijo llenándole el cuello de besos abrazándola por la cintura desde atrás mientras ella abría la puerta y provocándole risas
Saúl disfrutaba mucho más la compañía de Altagracia que la celebración que le habían organizado en su casa. Cuando entraron a la casa Altagracia ya estaba jadeante y deseosa por sus besos y el contacto de su piel.
_ Nadie más importa para mí, mi amor. – Saúl repitió una vez más, dejándola muy entregada a él y a sus caricias. – No me importa el mundo entero, no me importa nada, sólo me importas tú, solo tú. – Se declaraba entre besos.
Altagracia no le contestó, se entregó a un cálido beso con lengua cargado de pasión. Ella solo elevó los brazos para ayudarle a él quien le quitó la blusa y luego el sujetador, dejándola desnuda de la cintura para arriba, pego su cuerpo contra la puerta e intensificó las caricias y profundizó los besos, tenían prisa. Tomó sus pechos con las manos llevando Altagracia al cielo. Con el pulgar el hacía movimientos circulares en sus pezones haciéndola cerrar sus ojos y morderse el labio inferior hasta que ella clavó las uñas sobre sus brazos de placer.
Ella no sólo recibía caricias, también se entregaba a ellas y a besos apasionados a este ardor. Sin despegarse de la puerta, él bajó su mano hasta su intimidad por debajo de su falda tentando por sobre la tela de las bragas esa parte tan íntima, luego deslizó a un lado la fina barrera e introdujo un dedo y luego siguió con el segundo en su intimidad humedecida. Ella gimió fuerte y se aferró a su cuello cuando sintió ese estímulo. Él siguió con los movimientos sin dejar de besarla absorbiendo sus gemidos. Ni siquiera alcanzaron llegar a la cama para hacer el amor, para complacer al desesperado anhelo de las hormonas, de la pasión, del amor... Él la condujo hasta el sofá en donde la depositó con cariño. Cuando ella ya estaba acostada, él le quitó su falda y la braga y se detuvo a contemplarla. La veía tan hermosa y era toda suya, mientras tanto él se quitaba la camisa.
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La Socia
FanfictionAltagracia y Saúl se vuelven a ver después de 20 años. Este encuentro fue planeado y calculado por Altagracia. Él es el dueño de un prestigioso bufete de abogados, ella la dueña de una joyería muy reconocida que ahora sorprendentemente se quiere hac...