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_ Saúl te estás comportando de manera infantil. Daniel está ahí en la puerta y no puedo hacerlo esperar tanto tiempo mientras tú resuelves tus... tus dudas. – Ella hizo un juego de palabras mientras lo miraba desafiante.Que Saúl entendiera estas palabras con doble significado fue inevitable. Sintió que Altagracia le decía que si él no se decidía, nada le impedía darle una oportunidad a Daniel. Y era la verdad, Altagracia era la mujer más hermosa que él conocía y Daniel, aparte de la rivalidad con él, podía reconocer sus cualidades. Era un gran abogado, investigador, dedicado a su trabajo y a ella. Un gran hombre. ¿La perdería? Eso no lo soportaría que Altagracia lo cambiara por Daniel. Pero si se decidía por Daniel no estaría de hecho cambiándolo porque ella le había dejado muy claro que si no reanudaban su matrimonio era por la propia decisión de Saúl. Incluso ella mantenía la alianza en su dedo mientras que él se había quitado la suya. "¡Me voy a volver loco!" Saúl pensaba.
_ Por favor déjame llevarte, tenemos que hablar con respecto a Isabela. – Él volvió a insistir.
_ Isabela pidió quedarse sola. Creo que fue su manera de decir que tiene que pensar en todo esto. Vamos a darle ese tiempo. Y nosotros también hagamos lo mismo, Saúl. – Ella dijo ponderada.
_ ¿Qué quieres decir? – Él entendía que ella claramente no hablaba solamente de este simple momento.
_Tomemos un tiempo para reflexionar sobre... sobre todo, mi amor. – Las palabras entrañables se escaparon de su boca casi por accidente, pero ella no trató de evitarlas. – No puedes condicionarnos a los dos a tus dudas, Saúl, ni a mí, ni a ti, nuestro amor no se lo merece.
_ Lo sé. – Aceptó austero.
_ Todavía traigo la alianza en mi dedo. – Ella le mostró algo que él ya había notado. – Sigo creyendo en nuestro matrimonio y en nuestro amor, pero no sé por cuánto tiempo. Todo, absolutamente todo está en tus manos.
Con estas palabras, Altagracia miró hacia abajo y empezó a bajar las escaleras, Saúl siguió mirándola. Todavía tuvo tiempo de ir a la ventana. Desde el piso de arriba de su casa, observó como ella cruzaba la calle caminando imponente antes de entrar en el coche de Daniel que Saúl podría jurar que sonreía victorioso aunque no podía verlo. Quizá de eso nacía de su inseguridad.
Esa sensación de que ella se estaba escapando de él, que la estaba perdiendo, ya la había sentido dos veces y no quería volver a sentirla, no podría. Hace algunos días había sentido ese sentimiento cuando Altagracia se había ido de su casa y en aquel día, aquél día sería el más infeliz de su vida...
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Comienzo de FlashbackSaúl no quedó de verse con Altagracia junto a esa tienda de joyería por casualidad. Unos días antes había ido allí y elegido un anillo para poner en su mano y sellar su compromiso. Quería establecer una fecha para su boda con ella mientras le tomarían las medidas para el anillo en esa joyería. Sería su esposa, esa mujer de la que estaba completamente enamorado desde que la había visto por primera vez. Ohhhh, la primera vez... La primera vez que la vio, la primera vez que se besaron, cuando ella accedió a ser su novia, la primera vez que hicieron el amor, todo con ella era maravilloso.
Desde un poco más lejos, Consuelo y Natalie veían como Saúl se acercaba hacia el restaurante abovedado. Él había hablado con su hermana que se iba a verse con Altagracia allí, ella percibió esto como la oportunidad perfecta para quitarse de una vez a esa muchacha de su vida. No soportaba la relación de Saúl con ella, y menos que se pudiera casar con ella, esto no lo aceptaría, no podía. Las dos se miraban y sonríen cómplices, ya sentían que habían quitado un obstáculo del camino.

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La Socia
FanfictionAltagracia y Saúl se vuelven a ver después de 20 años. Este encuentro fue planeado y calculado por Altagracia. Él es el dueño de un prestigioso bufete de abogados, ella la dueña de una joyería muy reconocida que ahora sorprendentemente se quiere hac...