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Al final de la ceremonia todos aplaudieron de pie a la pareja que se unía en matrimonio. La fiesta no contaba con muchos invitados, sólo las personas más cercanas y familiares lo que obligaba a una cierta intimidad entre ellos.
Saúl y Altagracia volvieron a besarse, posando para el fotógrafo y se retiraron por el camino de pétalos de flores. todos felicitaron a la nueva pareja. Cuando se acercaron a los hijos de Saúl se formaron nubes en el ambiente. Las personas se quedaron en silencio y volvieron su atención a la situación que se formó en relación a la nueva familia. Diego abrazó a su padre y le dijo con voz un poco ahogada:
_ De verdad papá, quiero que seas muy feliz. Y usted señora – se alejó de Saúl y dirigió su mirada y su mano derecha a Altagracia. – Bienvenida a la familia. Felicidades por la boda.
_ Gracias hijo. – Altagracia agradeció conmovida.
_ Sí Diego, gracias hijo. – Saúl también agradeció. – Tus palabras significan mucho para mí, tú lo sabes!
Isabela en cambio no dejo su postura inmadura y orgullosa. A veces, esta actitud creaba conflicto con sus propios sentimientos, pero el orgullo superó sus emociones y ella adoptó una postura agresiva. Miraba a Saúl y a Altagracia de arriba hacia abajo con un aire de superioridad, de reproche. No se movió. Todos en la fiesta observaban la escena con cierta curiosidad, Saúl rompió el silencio y preguntó:
_ ¿Tú no nos felicitas, hija? ¿No deseas la felicidad de tu padre? – Trató de ablandar su corazón.
Ella no dijo nada. Parecía estar conmovida, pero no dijo nada. Permaneció al lado de ellos callada y dirigió su mirada a cualquier otro punto.
_ Por supuesto que no va hacerlo. – Diego dijo con una pequeña sonrisa. – Ya sabes cómo es Isabela. Por dentro tiene muchas ganas de decir que desea que los dos sean felices, que encontró hermosa a la ceremonia, pero no va a decir nada porque es muy orgullosa. Ya la conoces. Ya sabes papá, es por esto de su signo.
_ Es cierto. – Dijo Altagracia. – Es muy común que personas Leo actúen así. Siempre tratan de llamar atención aunque no se den cuenta de esto, tampoco les gusta admitir que se equivocan. Dijo Altagracia con una pequeña sonrisa.
_ Está doblemente equivocada, señora! – Isabela respondió bruscamente. – En primer lugar no soy de Leo, soy de virgo. No sé porque se confunde si estuvo en mi cumpleaños sin... bueno, invitada por mi papá. Y en segundo lugar, no tengo nada que admitir. Este matrimonio es una tontería y no voy a desearles felicidades, porque sé que no va a ser así, lo sé. – repitió. – Pero, dígame ¿por qué dijo que soy de Leo?
_ Mmm Virgo... – Altagracia se dio cuenta del error que había cometido, su hija desapareció un mes después de su nacimiento por lo tanto su fecha de nacimiento seguro había cambiado, por eso celebraron su cumpleaños hace un mes.
_ Sí, virgo. – Dijo Saúl. – Por eso tan inteligente, audaz y selectiva. Por eso oculta tan bien sus emociones...
_ No, no es nada de eso. – cortó Isabela a Saúl – ¡Quiero saber! ¿Por qué Altagracia cree que yo soy de Leo si estuvo presente en mi fiesta de cumpleaños? Cómo si creyera que sabe más de mí que mi familia. ¿Por qué?
_ Por qué... – Altagracia dudó, pero reaccionó de inmediato. – Tienes razón, estaba confundida, tú tienes muchas características de un Leo. Eres segura de ti misma, ves el mundo girar a tu alrededor, tienes brillo, liderazgo, luchas mucho por lo que quieres y eres siempre sincera y fiel a lo que crees.
Isabela la miró confundida. Le molestaba lo mucho que Altagracia le hacía sentir y eso la dejaba impotente, sin saber qué decir y cómo actuar. ¿Cómo podría tener una impresión tan positiva de ella después de cómo la ha tratado? ¿Cómo podía mostrarle tanto cariño y verla como acababa de describirla, si solamente habían sido dos veces en las cuales ellas se habían tratado de una manera gentil? No podía creer que Altagracia en verdad pensara y sintiera todo lo que había dicho, no lo entendía.
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La Socia
FanfictionAltagracia y Saúl se vuelven a ver después de 20 años. Este encuentro fue planeado y calculado por Altagracia. Él es el dueño de un prestigioso bufete de abogados, ella la dueña de una joyería muy reconocida que ahora sorprendentemente se quiere hac...