Capítulo especial celebrando que la historia alcanzó 2k de leídos. Ojalá les guste. Gracias a todos que toman la molestia de votar y comentar. Ustedes son parte de la historia. Gracias por todo ☺️🙏🏼❤️
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Esta vez no quiso comprobar su apariencia. Verse en el espejo podría resultar contraproducente y provocarle inseguridad, podría darse cuenta de cuánto era visible el cambio que el volver a verlo le provocaba. Decidió simplemente seguir adelante con sus planes aunque en este momento acababa de darse cuenta de que no era en absoluto, sencillo hacerlo._ Buenas tardes. – Saúl saludó sonriente – Veo que recibiste a mis flores.
_ Sí Saúl. Las flores están hermosas. Gracias por el detalle pero, en realidad no era necesario. – Ella trató de aparentar frialdad.
_ Sí, para mí era necesario. Después de ese maravilloso beso que compartimos no he podido dejar de pensar en ti, en los sentimientos bellos que me regresaste, y de alguna manera, tenía que demostrártelo.
_ Saúl, por favor, ya te pedí que lo olvidaras...
_ Sí, me lo pediste. – Él la interrumpió – ¿Y tú has podido olvidarlo? Como ya te lo he dicho, No puedo y nunca he podido olvidarte Altagracia. Durante casi veinte años he tratado de hacerlo y no puedo. Pídeme cualquier otra cosa y yo encantando, te lo cumpliré, pero esto no puedo hacerlo. Olvidarte es imposible. – Dijo suspirando y esta vez fue él quien buscó el contacto con sus ojos acercándose a ella – Olvidarte después de sentir el aroma de tu piel, el sabor de tu boca, la sensación de tenerte otra vez en mis brazos...
_ Por favor, no hables así. – Ella amenazó con huir de la proximidad y del contacto con él, pero él la agarró del brazo. Ella miró su mano en su brazo y hacia sus ojos dubitativa y no dijo nada. El encuentro de los ojos lo decía todo.
_ No puedo, Altagracia, no puedo. Lo necesito... – Saúl le confesó
Interrumpió las palabras y sostuvo el rostro de Altagracia con las dos manos. Tenía una urgente impaciencia por volver a besarla. Lentamente acercó su cara a la de ella, su boca a la suya, rozando suavemente sus labios. Lo que sus cuerpos hicieron en seguida fue simplemente reacción a esa pasión que había renacido.
Cerraron los ojos y sus labios seguirían su rumbo de la desesperación del anhelo. Este beso fue más lleno de pasión que la vez anterior. Saúl la abrazó envolviéndola completamente y Altagracia no se resistió, siempre perdía el control de su cuerpo cuando él la tocaba, le encantaría seguir con su plan, pero en sus brazos, su amor y esa pasión eran lo único que existian.
Sentir el calor de su cuerpo, de su respiración y el sabor de sus cálidos labios sobre los de él era de hecho una necesidad de Saúl, él no le mentía. Altagracia experimentaba esta necesidad y este afán con el que la deseaba en la fuerza con la que él sostenía su cuerpo y lo mantenía junto a si, en la forma en que devoraba a sus labios, su lengua explorando cada rincón de su boca casi todo al mismo tiempo en cuestión de segundos. También ella lo besaba con desesperación, sabía cómo mantenerlo atrapado en su beso, en el anhelo de más. Altagracia recuperó el sentido, abrió los ojos y cortó el beso, se apartando un poco, pero sin soltarse de sus brazos.
_ No me hagas esto. – Ella pidió todavía jadeante y deleitada por el agrado que le provocaba este contacto.
_ Por favor, no dejes de besarme. – Él también le rogó.
Volvió a envolver completamente sus labios y su cuerpo repitiendo la aflicción de siempre que tenía contacto con ella. Las caricias comenzaron a subir de tono, las manos vagaban por su rostro y las deslizaba por todo su cuerpo, por su pelo, su espalda, por sus nalgas como implorando por ello. Ella le estaba correspondiendo, pero una vez más trató de apartarse:
_ Por favor, detente Saúl, yo no quiero... – susurró con los ojos cerrados y sibilancias.
_ No digas eso Altagracia. Tu también lo deseas, tus besos que te contradicen tal cual todo tu cuerpo. Te siento vibrar entre mis brazos. Cuando te beso y te acaricio, me correspondes. Es evidente que deseas tanto como yo. Entrégate, mi amor, entrégate .
Él volvió a besarla con más deseo, mordió suavemente sus labios, Altagracia soltó un gemido no de dolor si no de agrado, Saúl besaba su cara, su oreja, su cuello siempre con gran pasión. Altagracia no lo fingía, de hecho, temía dejar de sentir sus caricias por su cuerpo, caricias que siempre le hicieran falta, mucha falta, estas no eran caricias simples, eran caricias llenas de amor.
Una vez más Altagracia reaccionó y se apartó, pero esta vez con violencia haciendo que Saúl se asustara y saliera de aquél trance de deseo en el que estaba envuelto.
_ No, Saúl, ¡no!
_ Altagracia, no te niegues a tus sentimientos. Me deseas como yo a ti, me doy cuenta en tu besos, en tu cuerpo, en tu entrega. No te niegues a una segunda oportunidad. Olvídate del pasado, vamos a vivir este amor que está claro que los dos todavía sentimos.
_ No tengo ningún tipo de sentimiento hacia ti! Si te besé fue por falta de... Por confusión, esto no es amor.
_ Altagracia, mírate. Eres hermosa, hermosa no, eres deslumbrante, increíble! Estoy seguro que no te entregarías de manera tan... apasionada en un beso si no fuera por amor, reconócelo .
_ ¡Lo que sí reconozco es que no he superado nuestro pasado Saúl! Me dejaste sola cuando más necesitaba tu apoyo y ahora te apareces delante de mí, después veinte años, con tantas tragedias y acontecimientos que han pasado en mi vida pidiéndome que vuelva a confiar en ti con flores y caricias piensas que eso lo arreglará todo ¿Cómo quieres que vuelva a creerte? Ahora soy yo la que ¡No puede confiar en ti!
_ Yo sé que no merezco tu perdón. ¿Crees que no me culpo a mí mismo? Desde que te volví a ver que me pregunto cómo habría sido nuestras vidas si yo no hubiera actuado de manera tan injusta hacia ti. Actué con inmadurez, cobardía, pero, como te dije el otro día, he pagado por eso.
_ Puede que sea cierto. – Esta vez ella no se burló de sus palabras, las sintió verdaderas – Tal vez, de alguna manera, lo hayas pagado. Pero y yo ¿Y todo lo que he sufrido? Yo pagué por tus errores y por los errores de otros. ¿Imagina lo difícil que es pagar por errores que no son de una? No lo puedo olvidar, Saúl. ¡No puedo y no quiero! No volveré a confiar en ti solo por besos, caricias, flores y palabras bonitas. No quiero volver a sufrir una decepción como aquella. El amor se terminó en mi vida. Ya lo conocí y no quiero volver a sentirlo o vivirlo ya véte por favor.
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Para el siguiente capítulo
Altagracia se prepara para presentarse en el bufete Aguirre como socia de Saúl.

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La Socia
FanfictionAltagracia y Saúl se vuelven a ver después de 20 años. Este encuentro fue planeado y calculado por Altagracia. Él es el dueño de un prestigioso bufete de abogados, ella la dueña de una joyería muy reconocida que ahora sorprendentemente se quiere hac...