22 - ¿Qué pasa aquí?

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***

Altagracia y Saúl llegaron a la oficina del bufete Aguirre en horas de la mañana todavía. Lucía, la secretaria, los recibió preguntando si tenían una cita con algún abogado.

_ No tenemos cita, pero queremos hablar con Rafael Cabral.

_ Voy a ver si puede recibirlos. ¿A quienes anuncio?

_ Daniel Llamas y Altagracia Sandoval.

_ Un momento por favor.

Altagracia y Daniel se alejaron un poco de la secretária y hablaron sobre lo que iba a ocurrir en seguida.

_ ¿Seguro quieres hacer esto hoy, Altagracia?

_ Daniel, estoy nerviosa, pero no insegura. Sé que estoy haciendo las cosas bien y considero este un paso importante para acercarme a Isabela.

_ Sabes que a Saúl se le hará extraño que hayas comprado estas acciones aún más después del... del acercamiento que han tenido en los últimos días.

_ Sí, Daniel. Pero no te preocupes, ya sé bien cómo lidiar con Saúl, estoy segura de que más rápido de lo que creo, estaré en la casa Aguirre, viviendo con mi hija.

_ Altagracia, tu crees tener el control de esta situación, recuerda que estas jugando con personas, con los sentimientos de Saúl incluso con los tuyos, que tal si esta situación se escapa de tus manos, no creas que por mostrar una actitud fría será más fácil de manejar, ¿has pensado como reaccionará Isabela ante todo esto?

_ A mí me importa un bledo los sentimientos y lo que Saúl pueda pensar. Después que me case con él, todo lo que me importará será estar en su casa, cerca de Isabela. Daniel, ella ha tenido y tiene admiración por mí, por mi historia, por mi trabajo y por la persona que soy. No es posible que pueda estropear eso con acercarme a ella, se que después de haberme conocido mejor ella sienta afecto por mí.

_ No, no estoy diciendo eso. Es imposible que una persona a la que le des tu amor lo rechace y que se acerque a ti y no te admire. Pero sí, creo que deberías de pensar en cómo reaccione tu hija al saber la verdad. Ella podría cuestionar tus métodos, tus actitudes.

_ Ya lo he pensado Daniel y decidí tomar el riesgo. Además, ya llegué muy lejos, no me es posible retroceder. Ojalá mi hija pueda entender que todo lo hice por ella.

_ Licenciado Cabral les pidió que pasen. – Lucía dijo un poco fuerte para que ellos escucharan ya que se habían se alejado de su escritorio .

_ Gracias señorita. – dijo Altagracia con simpatía.

Al entrar a la oficina de Rafael él los recibió con su característico cinismo.

_ Ni siquiera me dieron tiempo de anunciarle a mi socio que había terminado la negociación. No he empacado mis cosas y ya llegan a tomar posesión de mi oficina.

_ Sólo seguimos la sugerencia que tú mismo nos diste ayer de presentarnos hoy mismo. – Altagracia contestó sin intimidarse.

_ Está bien. Voy a pedirles que esperen unos minutos en mi oficina, hablaré con Saúl y los demás miembros de la junta directiva y solicitaré una junta extraordinaria. En pocos minutos tomaras posesión como dueña de mi parte de este negocio Altagracia.

_ De acuerdo, pero no te tardes mucho que mi tiempo es muy valioso. – Ella contestó sonriendo. Esperamos aquí mientras organizas la junta.

***

Rafael comenzó la junta con Saúl, Diego y los demás accionistas del bufete junto a Lucía, diciendo que tenía un comunicado que hacer sobre algo que era importante para el futuro del bufete Aguirre.

_ Me imagino que realmente es algo muy importante para que solicites esta junta sin ninguna anticipación. – Saúl estaba sorprendido

_ Hace unos días anuncié a ti y a Diego que pretendía retirarme y vender mis acciones de la empresa. Pues bien ayer concluí esta negociación. Ya no soy más parte de esta empresa. Si les interesa mi asesoramiento en cualquiera de los casos, tendré mucho gusto en hacerlo por nuestra amistad y el cariño que tengo por este bufete.

_ Por supuesto, tío. El prestigio del bufete Aguirre-Cabral fue construido en parte por tu talento en el trato con los casos difíciles, eres el responsable de parte de la reputación de nuestro bufete. – Dijo Diego.

_ Te lo agradezco, hijo. Y me alegra que jóvenes abogados cómo tú reconozcan en el trabajo que he hecho. Esta junta es también para presentarles a los nuevos socios que ahora integrarán el bufete Aguirre. Daniel Llamas y la persona que él representa ya están a fuera. Voy a decirles que pasen. – Dijo mientras dirigía la mirada a Saúl.

Todos asintieron con un movimiento de cabeza. Rafael abrió la puerta y le hizo señas para que entraran. Altagracia entró primero y Daniel la siguió con su mano derecha en la espalda de Altagracia.

_ Ella es Altagracia Sandoval aunque Saúl ya la conoce, creo los demás presentes no. Es ella quien compró mi parte del bufete. El es Daniel, abogado y su representante en la negociación. – Esto lo decía mirando a Saúl y dedicándole una sonrisa irónica. – Era solo con el que yo trataba, hasta el día de ayer supe que su representante era Altagracia.

Saúl observaba la escena y escuchaba las palabras de Rafael totalmente confundido casi molesto, sobresaltado. No entendía por que Altagracia estaba interesada en el bufete por que compraría ella esas acciones. Pero el que no dejaba de llamar su atención era la a proximidad que había entre ella y Daniel y la mano de él en la espalda de ella, en realidad no sabia que era lo que lo tenia inquieto, si el hecho de que Altagracia hubiera comprado esas acciones o la cercanía que habia entre ellos dos. Se mordió el labio inferior con violencia reaccionando a los inmensos celos que sintió. Quería entender todo lo que sucedía en esa oficina, pero en ese momento lo que más le importaba era saber quién era ese hombre y que relación tenía con Altagracia, por que él la tocaba con tanta confianza, por que ella confiaba en él lo suficiente como para delegarle una negociación tan importante como aquella.

En ese momento se dio cuenta que conocía muy poco de su vida actual, de la gran mujer de negocios que ella era, respetada, bella, deseada y la sintió muy distante de él, lo que le dolió. Tenía un extremo deseo de conocer y descortinar no sólo su cuerpo, sino su vida, para así conocer su alma y poder finalmente tenerla de nuevo. Ese amor lo estaba consumiendo, ya no podía razonar incluso en ese momento.

_ ¿Altagracia? – Diego irrumpió sus pensamientos. – Es la misma Altagracia de que me hablaste el otro día papá?

_ Sí hijo, es ella. – Saúl respondió todavía confundido con la situación. – Aunque esta noticia de hoy es bastante sorprendente para mí. De verdad estoy muy curioso para que alguien me explique qué pasa aquí.

***
Para el siguiente capítulo
Saúl se pone celoso de Altagracia con Daniel.

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