Nuevo comienzo{1D}

Epilogo.

No estoy muerta. Lo noto. O ¿si? No lo se. No noto nada. De momento. No puedo estar muerta. Ahora no por favor... Había decidido que no. No quería morirme. Definitivamente no. Tenía errores que corregir, personas a las que tal vez perdonar. Ver a mi padre, aunque sea una vez, antes de morir del todo. Si voy a morir, sólo pido eso. Abrir los ojos y verlo sonriendo una última vez. Pero no. No es posible. Estoy sola. Ya nada es blanco. Ni grisáceo. Ni siquiera esta mi madre. Mamá. Todo es oscuro. Mis pensamientos rebotan aquí y allá, sin rumbo fijo entre la nada de mi cabeza y mi cuerpo. Intentó recordar algo, y sólo viene una cosa. Pensar que no quería morir, por razones obvias, y en minutos, ver un camión. Acercándose hacia mi coche. A velocidades incalculables. Lo último que escuche fue la voz de mi padre, a kilómetros de distancia. Quedándose anonadado ante mi repentina llamada diciéndole que lo quería. Ahora doy gracias por haberlo hecho. Ojalá Kelsey sepa cuidarlo y apreciarlo, no quiero que sufra. Y ahora voy ha hacer que le de un infarto. Odio esto. Quiero llorar pero no puedo. Me odio, no odio esto. Me odio a mi misma.

Ahora noto algo. Son latidos. Llevo cables en el brazo. Entran y salen líquidos de ellas, pero solo las siento. Pueden estar sacándome sangre, metiéndome medicamentos...No estoy muerta. Es un progreso. Estoy en coma. Supongo. Por favor que si. Me relajo. Mi cuerpo entero se relaja. Espera, ¿estando muerta me puedo relajar? Dios. No quiero morirme. No puedo. No lo estoy, siento los latidos de mi corazón. Eso es lo único que va por mi cabeza, "estoy viva". Aveces son silenciadas por los latidos de mi corazón. Ahora hay algo más. Empiezo a escuchar cosas. Definitivamente no estoy muerta. Coma. Escucho pasos, al parecer preocupados. Van de un lado a otro. Parándose a los cinco pasos. Para el otro lado. Y vuelta a empezar. De izquierda a derecha. Susurros a mi derecha e izquierda. Los pasos cesan. Otros los sustituyen. Vienen hacia mi camilla. Oigo pasos alejándose. Por lo menos los de quince. Intento averiguar quienes son. Nueve, porque si, serán los chicos. Liam se incluye. Los demás no se quiénes pueden ser. Papá, tal vez. Mi llamada a lo mejor me delata. Tal vez no piense eso de mi, nunca es sido una niña muy así. Siempre he sido la alegría de la familia por así decirlo. Y ahora estaba aquí. En la camilla. En coma. Intentando descubrir que personas se habían preocupado por mi. Lamentándome de no haber ido en el coche con Liam, ahora iría felizmente hacia Australia, a lo mejor incluso perdonada con Liam. Y mis amigas, las que tal vez estuviesen aquí. No me da tiempo a comprobarlo. Los pasos se han parado. Oigo mi nombre. Él me nombra varias veces. Él se ha preocupado por mi. Él esta intentando hablarme. Él esta conmigo. Él, simplemente él. Noto como si él consiguiese que volviese a respirar, a sentir algo.