Sinopsis

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New Orleans, 1736

- Lo que tú no entiendes es que los hechizos poderosos están ligados a algo incluso más poderoso... la luna, un cometa... un doppelganger. - comentó el séptimo heraldo de la luz más antiguo a su aprendiz.

- Pero... senorita Laurent Alves, ella es más fuerte que un doppelganger y El Ministerio del tiempo tiene planes para su renacer. - expuso él muy preocupado.

- Lo sé, Samuel pero es algo que no debemos preocuparnos. Ahora sólo tenemos que liberarla. - la mujer hizo a un lado al chico para acercarse al ataúd dónde se encontraba la madre de todo.

- Te libero madre porque tienes que renacer ahora. - dijo sobre las cadenas del ataúd y estás se rompieron liberando una gran cantidad de energía lumínica que se dirigió hacia el cielo en un enorme destello.

- Está listo, les agradezco su ayuda. - Laurent Alves movió un poco sus hombros y extendió sus a las para llevar a todos hombres que le ayudaron a casa.

- ¿Qué haremos ahora? - le preguntó, el aprendiz.

- Es tu turno. - le indicó con un poco nostálgica, mientras le tomaba del rostro.

- La voy a extrañar. - El fijó sus vistas al suelo un poco apenado entonces ella lo abrazó con un poco de fuerza, el no solo era su aprendiz era como el hijo que nunca llegó a tener.

- Te veré algún día, Samy. - se despidió con lágrimas en sus ojos.

- Hasta pronto. - esas fueron las palabras que escuchó de él durante mucho tiempo pero ahora podrá verlo renacer junto a la madre de todo la cuál habían liberado hace mucho tiempo atrás.

Ridley Hills, En el presente

- ¡Chicos es hora de levantarse! - escucho la voz de Tía Jenna así que separo levemente mis párpados pero me arrepiento totalmente porque la claridad de mi habitación molesta mis ojos.

- Elijah. - le llamo en voz baja casi como un balbuceo porque durmió muy cerca de mi pecho porque según él quiere escuchar los latidos de nuestros pequeños pero faltan varias semanas para eso.

- Ujum. - responde incorporándose un poco para quedar enfrente de mi pero sin abrir los ojos.

- Buenos días. - le acaricio un poco el cabello y él rodea con su brazo derecho para acercarnos un poco más.

- Buenos días mis amores. - nos saluda antes darme un pequeño beso.

Suspira pesaroso. - ¡Lunes!

- Si, ya es hora de levantarnos. - le digo, mientras me incorporo un poco de la cama y en ese momento unas horribles nauseas me obligan a correr al baño.

- ¡Mierda! - digo y vuelvo a vomitar.

- ¿Estás bien? - se preocupa.

- No, tengo a dos bebés creciendo dentro de mi. - expongo con un tono sarcástico.

- Chicos. - nos llama Tía Jenna desde la puerta entonces Elijah va a abrirle y yo bajo la palanca del inodoro para lavarme la boca.

- ¿Están bien? - le pregunta Tía Jenna a Elijah entonces abandono el cuarto de baño para ver la expresión de mi novio.

En Tierra de Lobos II© [Completa] (Corrigiendo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora