En Tierra de Lobos II© [Completa] (Corrigiendo)

Capítulo 50: Futuro Infernal

Narra Rolan

— Oye, lo siento… yo no quería… — va decir pero guarda silencio.

— Orion. — balbuceo con un nudo en la garganta y de mi sombra surge el familiar que Jeremiah me regaló en mi cumpleaños. Él es un enorme pantera que cuida mi en mis peores momentos y protege desde las sombras.

— Matthew necesitamos espacio vete ¿si? — le pide amablemente dejándolo muy sorprendido porque solamente nuestros papás saben que él puede hablar.

— Okay. — se limita a decir muy dolido por todo esto antes de marcharse en un torbellino de arena.

— Si lloras tu papá te encontrará, hará muchas preguntas y dejará su trabajo de lado sólo para que te sientas mejor. — dice frotando su cuerpo contra mi espalda para luego acercarse a mi rostro emitiendo ese ronroneo gatuno que siempre me logra tranquilizar.

— ¡No entiendo cuál es su problema! — riño dándole una sutil caricia a sus largos bigotes.

— Es una chica todo le irrita. — expone con un tono burlón haciéndome reír.

 — Soy un caballero infernal, todos me temen y eso que no han visto mi transformación. — argumento muy fastidiado por ello.

— Matthew no quería lastimarte. — dice y yo aprieto mis puños provocado que una onda de oscuridad se adentre en la tierra a nuestro alrededor haciendo una enormes grietas que expulsan fuego infernal.

— Mis hermanos son unos tontos, gemelos tenían que ser. — me quejo exigiendo el fuego de las fisuras porque si no lo hago nadie lo hará.

— Rolan. — escucho la voz de papá entonces me incorporo rápidamente del suelo para voltear a verle, luce preocupado.

— Hola Papá. — lo saludo con cierto nerviosismo pero él se dedica a mirar el desastre que ocasioné quedándose un poco extrañado por ello; Durante el pasar de los años han cambiado muchas cosas en el pueblo pero él y Papá siguen siendo los mismos intrépidos jovencitos que decidieron tener una familia a pesar de su corta edad, quizá hayan madurado al tenernos o tal vez encontraron una forma diferente de ver el mundo al educarnos pero nunca permitieron que el estrés del trabajo y la cotidianeidad opacara el amor que se dan uno al otro, a nosotros tres y los demás.

— Vengan vamos a casa. — propone extendiendo su mano hacia mi así que dirijo mis pasos hacia él para tomarla y Orion se acerca rápidamente a nosotros para regresar a mi sombra.

— Lo lamento sé que estás ocupado y yo… — voy a decir pero me interrumpe dándome un abrazo y yo lo respondo con un poco de fuerza.

— Tranquilo todo está bien, yo estoy aquí. — me susurra al oído antes que un torbellino de aire frío y copos de nieve nos lleve a casa.

— ¿Cómo está Sentinel? — pregunta con un tono burlón dirigiendo sus pasos a la cocina dejándome un poco desconcertado.

— ¿De que hablas? — me hago el desentendido siguiendolo de cerca.

— Sé que ha estado por aquí más de una vez y no me molesta porque después de todo fui yo quien hizo congeló los engranes del tiempo para que pudiese arreglarlo todo de nuevo. — dice con un tono serio recogiendo las mangas de su camisa para acercarse a la nevera.

— ¿Arreglarlo todo de nuevo? — inquiero haciendo que él detenga sus pasos.

— Hay cosas que les he ocultado para que todo siga igual pero creo que ya es momento de decírselas. — dice dando un suspiro provocado una sensación helada erice mi piel. 

— Papá, yo… — me interrumpe.

— Vivimos en un fisura del espacio tiempo, nada de esto es real y se usaron mis memorias para crear este mundo. — revela y luego se me queda viendo con el ceño fruncido.