Narra Sentinel
— Pœch qoop ekyd. — balbuceo al descender por la densa niebla hacia el abismo dentro del triángulo de la Bermudas para que El kraken no nos ataque y a pesar de la poca visibilidad advierto como está solitaria criatura sólo nos ve de lejos antes zambullirse en las profundidades.
— Auckland. — digo su nombre bajando al nivel del agua para dar unos pasos sobre los restos flotantes de un viejo avión de combate y cuando me seguro que no hay peligro bajo mi vista a mi protegido a quien cargo en mis brazos, él está profundamente dormido.
— Sé que es difícil. — escucho una voz a lo lejos pero la ignoro para seguir con mi camino sobre los restos hacia el abismo y cuando estoy cerca de las gigantescas cascadas me detengo para tratar de encontrar su energía.
— Vamos sé que estás aquí. — digo perdiendo la poca paciencia que me quedaba dando un largo respiro para recuperar el control porque estas son emociones humanas y no debo tenerlas.
— Él no vendrá por ti. — escucho otra vez esa fastidiosa voz así que me giro un poco para prestarle atención encontrándome con una ninfa de los mares del Norte.
— Yo necesito… — me interrumpe dando unos pasos hacia nosotros pero se detiene antes de subirse en los restos del avión donde estoy.
— ¿Porque yace un corazón roto en un ser tan puro? — pregunta señalado a Gabriel así que bajo nuevamente mi vista a él para verle descansar.
Suspiro con pesadez. — Hizo un sacrificio muy grande.
— El vacío del Zorquo es un ser inhumano que no puede experimentar emociones humanas ni tampoco puede llorar. — dice y en ese momento noto que de hecho lo estoy haciendo.
— ¡Perdona por desmentir esos argumentos! — le digo levantando mi vista para prestar atención a nuestro alrededor en busca de algo que me indique como seguir.
— Ella no lo conseguirá está vez. — espeta llamado mi atención entonces dicho eso logro entender lo que sucede.
— Esto no es un juego. — asevero y ella niega con un sonrisa burlona acercándose rápidamente a nosotros.
Se ríe bajito encogiéndose de hombros queriendo observar a Gabriel más cerca. — Quizá sea hora de reflexionar un poco sobre ello.
— Si tal vez en otro momento pero ahora no hay tiempo que perder. — expongo con un tono serio refugiado a Gabriel con mis alas porque ahorita no confío ni en mi sombra mucho menos en una desconocida.
— Okay, okay… El Leviatán no vendrá a ti debes ir a donde él está. — aclara con un tono sarcástico señalado el abismo.
— Gracias. — le agradezco dando unos pasos hacia el borde de los restos para batir mis alas hacia el interior del abismo tomando mi forma original para proteger a Gabriel de la gran oscuridad que emana el lugar.
— Estás muy cerca de lograrlo. — escucho una voz familiar dejándome un poco afectado pero me trago estos sentimientos para así bajar por el abismo.
— Elijah ve hacer los deberes. — susurra Gabriel cuando al fin llegamos al fondo después de casi una hora de buscar al Leviatán, está hablando dormido.
— Shhh… todo está bien. — le digo en voz baja frenando gradualmente mi vuelo para comprobar que esté bien y en ese momento mis alas se vuelven muy brillantes haciendo retroceder a la oscuridad a nuestro alrededor.
— Tengo siglos sin ver como un sentimiento tan puro como lo es el amor surca de gracia las alas de un ángel pero lo que nunca había visto es tal blasfemia como darle alas a una reliquia del tiempo que estuvo en el infierno. — espeta el Leviatán merodeando a nuestro alrededor muy cerca del borde de las infinita e imponente cascada.
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En Tierra de Lobos II© [Completa] (Corrigiendo)
FantasyEn Tierra de Lobos II (El Ministerio del tiempo) Hola chicos(as) sean bienvenidos a Ryden Hills, ustedes ya me conocen pero a los que no tienen el placer me llamo Elijah Miles Jackman y soy el príncipe mestizo. Hace ya algún tiempo conocí al amor...