En Tierra de Lobos II© [Completa] (Corrigiendo)

Capítulo 12: Una nueva perspectiva

Narra Jeremiah

— Lo lamento Elijah todo paso bajo mis narices y no me di cuenta. — me disculpo muy enfadado.

— No es tu culpa, nadie pudo saber que esto pasaría ni siquiera Thiam lo vio venir… no sé como Gabriel lo supo, digo es demasiado listo. — concuerdo.

— Nada se le escapa. — comento con un ápice de diversión.

— Debemos irnos del pueblo ya no es seguro para ninguno de los dos aún con la barrera, no encuentro otra forma de aligerar este proceso para él. — expone muy preocupado.

— ¿Dónde está? — pregunto.

— En casa, ya pasaron tres días y no quiere salir más que al Instituto, solo se la pasa leyendo, aveces canta antes de dormir para los bebés y ahora se le dio por pintar, es muy bueno. — sonríe al decir lo último.

— ¿Crees que esté bien? — se encoge de hombros.

— Ya no siente nada, creo que apago su humanidad. — revela entonces separo mis párpados y me incorporo de mi cama con la respiración un poco agitada, ¿fue una pesadilla?

Respiro profundo. — ¡Dios!

— Jerr, ¿Estás bien? — escucho a Paúl desde la puerta entonces extiendo mi brazo y la abro dejando ver a mi hermano mayor con un vaso de soda.

— Si, lo estoy. — asiente no muy seguro de ello entonces le indico que se acerque.

— ¿Qué sabes de Gabriel? — pregunto robándole un sorbo de su soda.

— Está bien, creo. — responde.

— No puedo crecer que esto haya pasado, Sebastian era de confianza, lastimó a muchas personas y quería… — detengo mis palabras aún no lo puedo creer.

— El fue un imbécil. — espeta, Paúl. —, Gabriel lo hubiera hecho pedazos no entiendo de donde se le metió esa idea. — comenta muy desconcertado.

— Tengo algo que mostrate. — me incorporo de mi cama para vestir unos plantones pijama y una playera de manga larga porque suelo dormir en boxers.

—  ¿A dónde vamos? — pregunta antes de darle un trago a el vaso de soda.

— Al pandaro. — digo entonces tose con fuerza porque casi se ahoga.

— ¿A qué? — pregunta un poco temeroso de ello.

— Cuando Gabriel rescató a nuestros amigos sin saberlo dejó como un sello de energía el cuál usaremos para llegar. — le explico tomándole de la mano para llevarnos al lado norte del poblado donde Gabriel creo el portal.

— ¿Cómo hizo Gabriel para crear un portal?, digo el no es brujo como yo. — me pregunta entonces enfrente de nuestros se forma un destello de luz y de este se hace presente Lucían.

— ¡Hola! — nos saluda entonces Paúl no duda en darle un abrazo el cuál él responde.

— Es bueno verte. — le saludo.

— ¿Están bien?, escuché lo que pasó. — se preocupa.

— Si, lo estamos… es solo que Gabriel termino con Sebastián y eso me tiene preocupado. — niega divertido.

— No tienes porque preocuparte, Gabriel estará bien. — asegura.

— Pero lo mató. — argumenta Paúl, mientras rompe su abrazo.

— Gabriel no acabaría con alguien sin una buena razón y algo me dice que no tuvo de otra o ¿me equivoco? — cuestiona con seriedad.

— No, había pruebas de su culpabilidad y todo apuntaba a él… no había nadie más. — expongo un poco enfadado.