Capítulo 49: Hijos de la noche

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Narra Gabriel

— Míralo es muy lindo. — escucho una voz femenina a lo lejos, es como un susurro pero puedo escuchar los que dice. Quiero ver donde estoy pero hay mucha luz a mi alrededor así que mantengo mis párpados cerrados.

— Elijah. — le nombro aún un poco desconcertado, mientras llevo mis manos a mi vientre pero al no sentir a mis bebés entro en pánico.

— Gabriel tranquilo yo estoy aquí y tus bebés están muy bien. — dice Danielle tomándome de la mano derecha y siento que alguien más me toma de la otra, conozco ese tacto y su aroma la delata.

— Leila sé que eres tú. — mi acusación le da risa. — ¿Porque hay tanta luz? — pregunto un poco fastidiado por ello.

— Es necesario un poco de magia curativa ya que inconsistentemente no dejaste de Oswin lo hiciera. — escucho la voz de Freya antes de que la luz baje su intensidad dejándome ver que se trataba de ella.

Suspiro con pesadez. — Aún me duele.

— Lo sé pero tu sanas muy rápido así que pronto estarás bien. — asegura Freya pero quiero ver a mis bebés.

— Elijah. — le nombro por nuestra conexión pero percibo una gran cantidad de energía que evita que lo encuentre pero en ese momento un cosquilleo recorre todo mi ser, son mis bebes.

— ¿Qué sucede? — preguntan las chicas un poco extrañadas por mi extraña reacción.

— Los percibo. — revelo muy conmovido por ello y me es imposible no dejar salir mis lágrimas así que me incorporo un poco para tomar asiento en la cama.

— Ve por Elijah. — le pide Danielle a Leila y ella suelta mi mano para irse corriendo de la habitación.

— Oye, todo está bien. — dicen ambas subiéndose a la cama para darme un abrazo pero encuentro consuelo en ello.

— Denme un poco de espacio. — pido con un nudo en la garganta, mis piernas están temblando y mis dedos están fríos.

— Pero… — interrumpo a Freya.

— Por favor. — les suplico entonces ambas se bajan de la cama y cuando están a unos pasos lejos de mí cierro mis párpados para hacer surgir mi transformación para dejar ir ese horrible sentimiento de mi pecho pero finalmente no lo hago.

— Gabriel. — me nombran las chicas muy preocupadas entonces separo mis párpados para verles.

— Está bien sentir algo miedo. — digo retirando las lágrimas de mis mejillas para dar un largo respiro. — Mis bebés ha nacido y yo estoy bien, todo está bien. — me digo a mismo dándome palmaditas en mis mejillas.

— Sólo tú puedes sufrir una ataque de pánico y luego superarlo como si nada, yo estaría en posición fetal pidiendo a mi Mami. — se queja Danielle haciéndonos reír pero luego me quedo pensándolo, ella tiene razón.

— Freya puedes ver que anda mal en mi. — pido y ella asiente un poco extrañada acercándose a mí para llevar su mano derecha a mi pecho y la izquierda a mi mejilla izquierda.

— Hace cosquillas. — digo un tono divertido al percibir su magia en todo mi cuerpo, sus iris han cambiado de color a un amarillo brillante casi como dorado y ella sabe lo geniales que son así que mi le causa gracia mi mirada curiosa.

En Tierra de Lobos II© [Completa] (Corrigiendo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora