Narra David
— No sonrías así, por favor. — le pido con un tono de suplica pero él se lleva su mano derecha a los labios y me lanza un beso como si fuese un balón de fútbol americano para acercarse a mí.
— Es un placer volver a ver al maravilloso chico en quién pienso cuando me manoseo en la ducha. — niego divertido, Tash no tiene vergüenza de decir ese tipo de cosas y que los demás le escuchen.
— Tu no tienes remedio. — se encoge de hombros acercándose con una sonrisa maliciosa para besarme, antes le tomaba mucha importancia que la gente nos mirase pero aquí todos son libres de amar a quiénes quieran, nadie juzga o al menos no te van acribillar por que seas diferente.
— Uhhh… — se aleja un poco llevándose la mano al pecho dejándome muy preocupado.
— Tash. — le tomo de los hombros entonces se ríe dándome un fugaz beso en los labios.
— Mucho amor para mi frágil corazón. — niego con desaprobación ante su falso drama, me asusté mucho.
Suspiro con pesadez para seguir con mi camino y Tash me sigue de cerca entonces me detengo. — Eres un tonto.
— Si pero soy tu tonto. — es imposible no sonreír tontamente ante esas palabras, estás dos últimas semanas hay sido un poco raras desde que los chicos regresaron con Dorian Mondragón, Paúl nos confesó que estuvo en el paraíso cuando su cuerpo cambió y nos contó un par de cosas que nadie podía creer pero luego comenzó a cantar una canción que llamó la atención de Gabriel. Bueno para no ser el cuento muy largo Kendra se marchó sin su hijo porque después de dos días de intensa curación este despertó y desconoció a su madre por completo cosa que la destrozó. Las amigas de Gabriel ante la situación se marcharon sin antes prometer que iban regresar muy pronto como al igual las hermanas de Elijah quiénes se quedaron sólo un par días más que las chicas.
— ¿Te llevo a casa? — propone.
— No iré a casa, tengo que ir al poblado a entrenar. — revelo.
— Da igual donde vayas, yo te llevaré. — expone con total seguridad.
— Está bien. — acepto entonces me toma del brazo para llevarme a su auto para llevarme al poblado, algo que me recuerda Elijah me ofreció enseñarme a conducir.
— ¿En que piensas? — pregunta entre risas.
— Elijah quiere enseñarme a conducir en su camioneta la cual es enorme y temo estrellarla contra un árbol. — expongo con un ápice de diversión.
— ¿Crees que es guapo? — le miro mal.
— Somos exactamente iguales y si es guapo porque yo lo soy. — argumento con un tono burlón.
— Pero… tu aroma es diferente y tu forma de ser y pensar es diferente. — expone un buen punto.
— Si yo no soy un príncipe azul ni nada parecido. — niega divertido sin quitar la vista del camino.
— El pueblo quiere a Elijah por su forma de ser no por su dinero o título de príncipe, al principio tengo entendido nadie lo sabía ni siquiera Gabriel. — expone con un poco enfadado por mi cometario.
— ¿Se lo oculto a todos? — asiente.
— Mintió pero fue para que su familia no le encontrase. — revela dejándome un poco pensativo.
— Tash, ¿Qué sabes sobre mi? — pregunto con seriedad.
— Sé que lo que pasó con tu familia y no te juzgo yo hubiera hecho lo mismo, también sé quién eras y eso no me importa en lo absoluto. — expone de la misma forma dejándome muy impresionado.
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En Tierra de Lobos II© [Completa] (Corrigiendo)
FantasyEn Tierra de Lobos II (El Ministerio del tiempo) Hola chicos(as) sean bienvenidos a Ryden Hills, ustedes ya me conocen pero a los que no tienen el placer me llamo Elijah Miles Jackman y soy el príncipe mestizo. Hace ya algún tiempo conocí al amor...