Capítulo 7: Legado

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— Hola, ¿Qué haces aquí tan solo? — me pregunta Astrid.

— Hola, sólo leía un poco sobre tu especie. — me regala una pequeña sonrisa.

— Si querías saber algo solo tenías que preguntarme o también a Jackson. — dice, mientras toma asiento enfrente de mi.

— Entonces… cuéntame sobre ti. — pido entusiasmado.

— ¿Qué quieres saber? — cuestiona dejándome un poco pensativo.

— ¿Tienes familia? — asiente.

— Si, vivo con mi mamá ella es como yo y tengo un hermano mayor pero el es humano por parte de papá, el no vive con nosotros, bueno ninguno de los dos es complicado. — confiesa.

— Lo siento, no debí preguntar. — niega restándole importancia al asunto.

— No pasa nada, continúa. — me indica.

— ¿Duele cambiar de forma? — pregunto.

— Ya no, bueno desde que conocí a Jackson todo se volvió más sencillo. Sabes… todo era muy diferente antes de que tu llegarás, nosotros no nos hablamos mucho e incluso Jackson y yo a pensar de haber descubierto que eramos una pareja destinada había cierta desconfianza o algo así no sé como describirlo. — declara.

— Si, recuerdo eso. — se muestra un poco avergonzada.

— Para ti fue más sencillo por si decirlo, Elijah movió su cola enfrente de ti y tu caíste. — expone con un tono burlón haciéndome reír.

— No fue así, bueno al menos eso creo. — nos reímos más.

— ¿Por cierto donde está? — me pregunta.

— Entrenando, yo estoy libre a esta hora entonces aveces me quedo a verle o aquí vengo a leer un poco. — asiente al entender.

— Y ¿Esto es poco para ti? — señala los dos libros un poco gorditos sobre la mesa.

— Si, creo que sí. — toma uno de los libros y sonríe al ver el contenido.

— ¿Cómo se siente? — curiosea.

— ¿Quieres sentirlo… ? — pregunto haciendo referencia a mi vientre entonces asiente.

— Dame tu mano. — me la extiende entonces con la otra mano levanto mi abrigo y la acerco a mi vientre o mejor dicho mis abdomen, bueno es lo mismo.

— Esto es muy raro. — mira a nuestro alrededor para ver que nadie nos vea.

— Espera un momento. — digo entonces sus iris se transforman a un verde esmeralda con esa peculiar línea ocular que poseen los felinos.

— Eres un chico muy raro. — ríe bajito retirando su mano.

— Digo lo mismo de ti, eres una chica muy dulce pero aveces tratas a todos como si fuésemos tus enemigos y eso no así nosotros te queremos mucho. — ante mis palabras baja su rostro y respira profundo.

— ¿Puedes guardar un secreto? — pregunta cabizbajo.

— Por supuesto. — aseguro tomándole de las manos.

— Tengo miedo. — revela.

— ¿De que tienes miedo? — todavía pregunto.

— No hay nada de mi entrenamiento de cazador ni como felino que me diga como vencer a un demonio, ¿Qué sucederá si atacan a mi familia?¿Qué hago si me atrapan? — entendiendo su frustración.

— Sabes no estoy dispuesto a perder a nadie más, tal vez ustedes disimulan su dolor o lo superan pero yo no sé como hacer eso. — ante mis palabras traga saliva con dificultad y sus ojos se ponen llorosos.

En Tierra de Lobos II© [Completa] (Corrigiendo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora