En Tierra de Lobos II© [Completa] (Corrigiendo)

Capítulo 28: Nada Complicado

Narra David

- Elijah. - me nombra un chico afroamericano llamado mi atención.

- Oh no, soy David. - corrijo, mientras me pongo desodorante.

- Ah ya veo. - expone un poco extrañado antes de marchase junto a otro chico quién me dedica una mirada medio rara.

- Lindos boxers. - me giro un poco para encontrarme con Tash quien carece de la prenda.

- Y ¿los tuyos? - se encoge de hombros.

- Son estorbosos. - argumenta, mientras se seca el cabello con su toalla provocando que su aroma se haga más fuerte.

- ¿Eres como yo? - pregunto con curiosidad.

- ¿Hombre lobo? - asiento.

- Si, mi madre es una mujer lobo y mi padre no, yo nací siendo un lobo con defectos... un híbrido humano bestia, no puedo curarme tan rápido como los demás pero soy fuerte. - sonríe orgulloso al decir lo último.

- ¿Qué tan rápido nos curamos? - pregunto.

- ¿Quieres ver? - pregunta llevado su mano a mi pectoral derecho, luego puedo apreciar como sus unas crecen convirtiéndose en garras.

- Mierda. - me quejo cuando hace un corte bastante largo en mi piel.

- No seas llorón. - se burla pero me esta saliendo sangre pero luego se siente un pequeño cosquilleo, se está curando.

- Increíble. - nos reímos.

- No soy un llorón, dolió. - argumento entre risas.

- Lo sé. - palmea mi pecho dos veces para abrir su casillero e iniciar a vestirse entonces imito su acción para finalmente ponerme mis tenis.

- Es raro... eres físicamente igual que él pero tu personalidad es muy diferente a la suya... atrayente diría yo, no eres un príncipe mestizo pero eres genial. -

- Gracias, creo. - se ríe.

- Estoy intentando coquetear contigo. - expone un poco molesto.

- Lo sé es muy evidente. - elocuencio, mientras me pongo mis pantaloncillos deportivos.

- ¡Oh vamos!, nunca he coqueteando desnudo eso es algo bueno, ¿no? - niego divertido.

- ¿Qué quieres exactamente? - pregunto con curiosidad.

- Quizá un... - le beso.

- ¿Así está bien? - asiente con una tonta sonrisa.

Suspira extasiado. - ¡Maldita sea!

- Debo irme. - niega deteniendo mi aparente huída.

Entrecierra sus vistas. - ¿Qué tengo que hacer para que esto se repita?

- No creo que tengas tanta suerte. - expongo sarcástico antes de salir de los vestidores, quiero correr un poco por el campo de fútbol.

- ¡Oye, espera! - pide Tash un poco antes de alcanzarme.

- Eres persistente. - se ríe.

- Mamá dice que soy como una patada en el trasero. - confiesa haciéndome reír.

- ¿Me pregunto porque será? - me burlo entonces se detiene, se quedó sin aliento.

- Te cansaste muy rápido. - menciono con burla.

- Hemos dado tres vueltas al campo. - argumenta dejándome un poco extrañado, no me di cuenta.

- Raro no me di cuenta. - confieso con un ápice de diversión.