Capítulo 37: Deseos de un niño

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Narra Jackson

- Trajiste un híbrido a mi casa. - sonrío incomodidad ante las palabras del padre de mi novia.

- Es mi novio y tenemos casi dos años; lo sabrías si te interesaras más que mi pero no es así. - le recrimina mi novia en voz baja pero puedo escucharle.

- ¿Puedes escucharles? - asiento ante la pregunta de Eduard, el hermano mayor de Astrid.

- Puedo percibir el cerval de montaña en las paredes pero no soy solo un lobo, soy parte vampiro con sentidos tan agudos como el de las banshee eso me permite romper ciertas reglas. - le explico dejándolo muy sorprendido.

- ¿Cómo cuáles? - pregunta con curiosidad.

- No tengo que ser invitado a una casa para entrar en ella. - revelo.

- ¿Qué evita que me mates en este preciso momento? - pregunta con cierta desconfianza, y puedo escuchar lo rápido que va su corazón.

- Eduard. - le nombro tomándole del hombro ya que ambos estamos sentados en el sofá. -, Yo no soy un moustro, soy tan humano como tu.

- ¿Me ayudarías a entrenar alguna vez?, también soy cazador, estoy aprendiendo y tu eres lo más parecido a una amenaza por aquí. - asiento.

- Si, tu padre me odia no me extraña que vuelva con un rifle y me mate. - expongo sarcástico haciéndome reír.

- Ambos sabemos que puedes recuperarte de un balazo en la frente. - argumenta con un tono burlón entonces escucho una voz afuera.

- Abajo. - escucho la voz de varios hombres pero me incorporo del sofá cuando escucho como cargan una escopeta.

- ¿Qué sucede? - se preocupa entonces le presto atención a los sonidos, van a entrar por la puerta principal.

- Tenemos compañía. - declaro.

- ¿Cuántos son? - pregunta.

- Escucho unos cuatro y están armados, ¿Sabes quienes son? - niega acercándose a la mesita de café para sacar un arma que estaba debajo de ella.

- Sólo son viejos amigos a quiénes les debemos dinero. - revela entonces bajo su atenta mirada me preparo para luchar como vampiro porque mi forma lobuna haría mucho desastre.

- Astrid. - le nombro por nuestra conexión entonces ella regresa de la cocina con su padre y ambos están bien armados.

- Lo sé, también los escuché. - dice haciéndome señales para que retroceda.

- Me encargaré de esto. - les digo en voz baja.

- ¡Salgan sabemos que están allí! - vocifera un hombre con un tono burlón entonces me encamino hacia la puerta y la abro para salir por ella.

- ¿Quiénes son?¿Que quieren? - pregunto con un falso nerviosismo levantando mis manos en señal de paz porque me tienen en la mira.

- ¿Quién demonios eres tu? - pregunta uno de los hombres quién se diferencia de los demás por un pañuelo que tiene atado a su frente, parece un militar.

- Soy Jackson Bryant y ¿ustedes? - pregunto con seriedad entonces el hombre se acerca a mi con una sonrisa de superioridad en su rostro.

- Cazadores, imbécil. - espeta sin dejar de apuntarme con su arma.

- ¿Qué quieren? - pregunto de mala manera.

- Eso no te incumbe, niño. - espeta haciéndome reír.

En Tierra de Lobos II© [Completa] (Corrigiendo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora