En Tierra de Lobos II© [Completa] (Corrigiendo)

Capítulo 46: Aliados del tiempo

Narra Elijah

— ¿Te gusta? — pregunto abriendo una de las puertas del gran salón dejando al pequeño en mis brazos muy impresionado.

— ¡Es genial! — dice admirando todas las decoraciones que están preparando los encargados.

— Esta noche le daremos una enorme sorpresa. — digo y él extiende su manita derecha hacia la decoraciones dándole un brillo muy particular a todo dejando un poco extrañado a los encargados quienes nos miran por un momento antes de seguir con su trabajo.

— A Gabriel le va a gustar. — dice muy entusiasmado por ello pero luego su semblante cambia a uno más serio.

— ¿Qué sucede? — pregunto con un tono especial sacándole una pequeña sonrisa.

— Ustedes me van a… — guarda silencio mirándome directamente a los ojos.

— ¿Casar? — pregunto y él asiente llevando su manita a mi rostro para hacerme una leve caricia, amo sus ojitos verdes.

Traga saliva con dificultad. — ¿Serán mis papás?

— Si, ambos vamos a ser tus papás y vas a tener dos hermanos pequeños. — le digo tratando de no ponerme sentimental por ello.

— ¿Cómo los llamaré? — pregunta retirando su manita de mi rostro con gesto muy dulce dejándome un poco pensativo, pensar que este niño es de cierta manera nuestro me tiene más realizado que lo que ya estaba porque lo quiero mucho.

— Mm… no lo sé, aún pero creo que yo seré apodado como Papi. — respondo con un tono burlón haciéndole reír.

— Amo mucho a Papá. — susurra entre risas.

— Yo también lo amo muchísimo. — imito su acción haciéndole reír aún más.

— Vamos a buscarlo. — digo regresado al corredor para ir en busca de mi novio a quién le puedo encontrar siguiendo el aroma a bebé o también puedo percibir nuestra conexión.

— ¿Rolan quieres tener una charla con nosotros? — pregunto dejándolo un poco pensativo.

— ¿Sobre qué? — cuestiona.

— Sobre ti, digo hay muchas cosas que tal vez quieras saber. — expongo pero él parece entender de que estoy hablando, supongo que esa charla será para después.

— Yo sé muchas cosas sobre mí. — argumenta orgulloso de ello.

— ¿Ajá? — pregunto con un ápice de diversión, mientras subo las escaleras hacia el siguiente piso donde puedo percibir a mi novio.

Se ríe bajito. — Papá dice que sé perfectamente lo que quiero y tiene razón.

— ¿Qué quieres? — pregunto y él señala a mi novio quién está recostado en un sofá junto a Viktor.

Niego divertido — No puedo darte a Papá porque él será mi esposo.

— Quiero ser como papá. — aclara y sus ojitos dan un brillo especial al decirlo.

— Hola. — nos saluda mi novio, mientras se incorpora del sofá con ayuda de Viktor ya que solo ya no puede y no le dejamos.

— ¿Estás bien? — se preocupa, Rolan.

— Si, estoy bien. — le responde robándoselo de mis brazos para darme un dulce beso en los labios que provoca que sus iris cambien de color.

— Rolan te ama tanto como yo. — expongo con un tono divertido dejando a nuestro pequeño un poco apenado.