Capítulo 47: Algo más que sólo amor

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- Gabriel. - escucho como me llama una voz femenina así que separo levemente mis párpados para darme cuenta que estoy en otro lugar y que mi novio no esta conmigo.

- ¿Dónde estoy? - pregunto a la mujer quien por la claridad de la habitación no logro verla bien.

- Pensé que me recordarías. - dice poniéndose en mi campo de visión y en eso a mi mente llegan unos vagos recuerdos sobre ella.

- Sinceramente no quisiera recordar lo que hice en Portland. - digo, mientras me incorporo un poco de la cama notando que estoy desnudo bajo las sábanas.

Asiente al entender. - ¿Cómo estás?

- Estoy bien embarazado pero no has respondido mi pregunta. - expongo sacándole una pequeña sonrisa.

- Estamos en el Ministerio porque les tenemos algo especial además queremos ayudar a Elijah a pulir su propuesta y yo personalmente quería verte. - expone con un tono muy especial tomando asiento a mi lado en la cama.

- No puedo creer que esté aquí otra vez. - menciono llevando mis manos a mi vientre ya que mis bebés se están moviendo.

- ¿Te avergüenza estar desnudo? - pregunta con un ápice de diversión.

- Ya no tanto, me hecho a la idea que cuando sea el momento para mis bebés verán mucho de mí. - digo y ella me rodea con su abrazo izquierdo dejado su cabeza junto a la mía de una forma muy maternal.

- Estoy tan orgullosa de ti. - dice con un tono muy especial sacándome una pequeña sonrisa.

- ¿Porque en específico? - pregunto con un tono burlón y ella se incorpora de la cama para extender su mano hacia mí.

- Ven conmigo y te lo diré. - propone así que me trago mi vergüenza para tomar su mano e incorporar mi trasero de la cama.
- Te voy enseñar ser más natural. - dice dando un paso atrás y cuando lo hace un portal nos llevarnos a lo que parece ser las ruinas de un Iglesia.

- Genial estoy desnudo en la intemperie. - expongo sarcástico haciéndole reír.

- Aquí nació el vacío del zorquo. - expone llamado mi total atención.

- Tiene mucho sentido. - digo enviando ondas de sonido a todo el lugar haciendo un eco para visualizar como era antes.

- ¿Confías en el Ministerio? - me pregunta de la nada dejándome un poco pensativo.

- Confió en Sentinel. - respondo y ella asiente la entender.

- Es justo no sabes mucho de nosotros en cambio conoces mucho de Sentinel algo que él ignora por completo. - dice llevando sus manos a mis hombros provocado que mi piel se ponga brillosa tal como el oro.

- No se necesitan alas para llegar al cielo ni mucho menos se consigue la verdad buscando respuestas que no necesitas saber. - digo haciendo surgir mi transformación para ya no sentirme tan expuesto porque cuando cambio todo simplemente se esconde.

- Eso fue frío incluso para ti. - dice un poco extrañada por ello.

- No es así. - le contradigo con un tono burlón.

- Entonces baja la guardia y muestra debilidad porque te puedo asegurar que nadie va a lastimarte. Tal vez no lo entiendes pero cada uno de los guardianes, las reliquias del tiempo y todos los heraldo de la luz y la oscuridad están maravillados contigo así que déjanos hacer esta visita más reconfortante. - pide con plena seguridad sacándome una pequeña sonrisa así que hago lo que me pide haciendo retroceder mi transformación.

- Necesito algo de ropa. - pido y ella asiente extendido su mano hacia mí cubierto mi desnudez con unos boxers blancos, pantalones cortos, una playera clásica y unas zapatillas que van apareciendo uno a uno.

En Tierra de Lobos II© [Completa] (Corrigiendo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora