Capítulo 58: Mentes suspicaces

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Narra Elijah

— Allí estaba yo sentado enfrente de ti, desnudo y nervioso pero aún así supe que estaba dispuesto a entregarme, sin dudas, sin darle tantas vueltas al asunto porque ya no había marcha atrás, ese era mi momento, nuestro momento y de nadie más. Quería que si por fin había logrado que este sentido de pertenencia tan elocuente te hubiese cautivado o sí mi incontenible deseo de amarte te habría convencido de probar nuestro amor de tal  forma que el mismo universo premiará nuestra devoción, y así lo fue, sólo somos unos chicos destinados amarse quiénes quizás tomaron decisiones un tanto apresuradas pero no me arrepiento de ninguna de ellas porque ahora tengo una familia a quien atribuir todo el amor que mi corazón pueda darles. — leo para David sacándole una pequeña sonrisa ya que llevamos quizá días sin encontrar a su hermana, al menos le hice sonreír.

— Es muy tierno. — dice dando un suspiro percatandose de la audiencia de Terry el oso.

— ¿Dónde está Terry? — pregunta con curiosidad presentándole atención a los sonidos de la cabaña hasta que escucha sus ronquidos en la parte de arriba.

— Algo raro me sucedió cuando ustedes fueron por leña, si no fuese una locura diría que fue real pero no creo que escuché la voz de un chico y sonó un poco a la de Rolan. — expongo dejándolo un poco extrañado entonces le presto atención a los relámpagos rojos que iluminan la asfixiante oscuridad cada tres o cuatro minutos, creo que ya nos acostumbramos a ellos.

— Pensé que haría alguien más aquí que nosotros, no sé demonios al menos. — dice David exponiendo un buen punto dejándome un poco pensativo.

— Ridley Hills es un pueblo muy grande rodeado de bosques debe haber alguien más, ya lo verás. — le doy ánimos. — El poblado era el lugar más seguro pero no hay nadie aquí entonces debemos descansar para seguir buscando. — agrego dejando de lado la libreta donde suelo escribir para pasar el rato ya que me frustra mucho que este lugar le ha rodado el color a todo.

— Si eso espero. — dice, mientras vemos por la amplia ventana como los relámpagos iluminan la oscuridad.

— Pensé que en este lugar no tendríamos poderes pero conseguí transformarme ese día

— ¿Lo recuerdas? — pregunta con un nudo en la garganta dejándome ido en mis pensamientos.

— Todo estaba preparado, era su cumpleaños. — digo ignorando mis sentimientos de frustración para recordar lo feliz que estábamos en ese momento.

— El sello están brillando. — dice David tomándome de las manos para verlas de cerca y en ese momento las luces de la cabaña se encienden por un momento dejándonos muy sorprendidos.

— ¿Cómo hiciste eso? — pregunta un poco abrumado por lo que acabamos de presenciar y en ese momento es imposible que no se me escape una que otra lágrima.

— Eres tú, siempre has combatido la oscuridad con la luz de tu amor. — balanceo mirando mis manos haciendo que las luces de la cabaña se enciendan.

— Oigan… ¿Quién…? — va a preguntar Terry bajando las escaleras de la cabaña se abstiene de hacerlo al ver lo que está pasado.

— Creo que ahora tenemos electricidad. — bromeo haciéndoles reír pero mi sentido del humor no dura mucho cuando escuchamos un explosión y seguido de eso una onda de energía nos deja en el suelo.

— ¿Qué demonios fue eso? — preguntamos, mientras nos incorporamos del suelo para salir de la cabaña quedándonos muy sorprendidos por lo que estamos viendo o mejor dicho a quiénes estamos viendo.

— ¡Elijah! — me nombran las chicas sin poder creerlo pero nosotros somos los que nos hemos quedado perplejos.

— Hola. — se me ocurre decir entonces ellas no dudan un segundo más en tirarse sobre mí dándome un fuerte abrazo.

En Tierra de Lobos II© [Completa] (Corrigiendo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora