En Tierra de Lobos II© [Completa] (Corrigiendo)

Capítulo 35: Metamorphosis [Parte II]

Narra Paúl

- Hablanos de ti. - pide la chica morena de largos risos, Joana.

- Bueno... ya saben mi nombre, soy un brujo mitad bashee, tengo 25 años aunque no lo aparenta, tengo dos hermanos menores y soy gay. - les cuento lo primero que se viene a la mente.

- ¿Tienes novio? - pregunta Louisa con una sonrisa maliciosa.

- Asiento con una tonta sonrisa plasmada en mi rostro. - Se llama Lucían, es profesor de educación musical en el Instituto del pueblo.

- ¡Oh Dios! ¿Viste su sonrisa cuando lo mencionó? - se preguntan una a la otra con una sonrisa muy tierna dejándome un poco avergonzado entonces percibo una sensación en mi pecho, alguien me intenta rastrear.

- Lucían. - me preocupo al percibir su energía, está muy agitada.

- Emshæpry. - digo incorporando mi trasero del sofá para asegurar la casa.

- ¿Qué sucede? - pregunta las chicas un poco asustadas.

- Quédense aquí. - les pido antes de marcharme en un torbellino de hojas y pocos de nieve en busca de mi novio para finalmente encontrarlo en la enfermería con los párpados cerrados y el ceño fruncido.

- Lucían. - le nombro.

Se ríe separando sus párpados. - Sabía que vendrías.

- No vuelvas hacerme esto, estaba muy preocupado. - le recrimino entonces se acerca y me besa.

- Te amo. - musita sobre mis labios antes de volver a besarlos dejándome un poco extrañado pero aún así le sigo besando hasta que ambos necesitamos aire para seguir con vida.

- Ufff... - digo tratado de recuperar el aliento entonces me regala una muy dulce mirada.

- Tengo algo para ti, bueno fue idea de los chicos... es un regalo, uno muy bueno porque es justo lo que quieres. - dice extrayendo un frasco de plata del bolsillo de sus pantalones.

- ¿Qué es? - pregunto entonces se arrodilla frente a mi extiendo el frasco hacia mí.

Traga saliva con dificultad. - Paúl Blake Marshall quieres ser tan viejo como yo, digo... bueno ya sabes. - propone con un ápice de diversión dejándome muy impresionado.

- No es cierto, yo estudié cada hechizo, poción y no había nada. - niega divertido.

- Bueno... si pero esto no es una poción es un brebaje y Gabriel le añadió ingredientes muy especiales. - expone incorporándose del suelo para dejar el frasco en mis manos.

- Es tu decisión, te amaré igual si lo tomas o no. - asegura.

- ¿Qué pasa si cambio demasiado?, y luego no puedes reconocerme o te aburres de mí. - pregunto con desánimo presentándole atención al frasco.

- Paúl. - me nombra levando mi mentón para que le vea, sus ojos están llorosos pero sonríe. -, No sabes todas esas noches de pesadillas y frustración al saber que no te encontraba por ningún lado, nadie daba razón sobre ti, no sabía si estabas muerto o no pero nunca perdí la esperanza de encontrar al primer y único chico al cuál siempre he amado entonces no pienses en tonterías porque yo jamás me aburría de ti porque cada parte de mi ser te ama. - expone dejándome muy conmovido entonces no lo pienso dos veces en abrir el frasco y beber de él hasta acabar con su contenido provocando un escalofrío en todo mi ser.

Trago saliva, esto sabía horrible. - ¡Mierda!

- ¿Estás bien? - se preocupa entonces mi transformación surge de mi interior y ambos poderes me cubren en un capuyo dejándome en el suelo, no puedo moverme sólo tengo mucho sueño entonces cierro mis párpados.