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Capítulo uno:

—¡No volveré a repetirlo, Olivia! Tenemos que irnos ya, apúrate.

Jayden entra en mi habitación y me mira con súplicas en los ojos. Lleva al menos treinta minutos apresurándome.

—Dije que ya voy a bajar, déjalo estar Jay. Apenas son las siete.

Me coloco mi chaqueta de jean y salgo de mi habitación con mi hermanastro detrás.

—Pero el entrenador se molestará si no estoy allá a las siete treinta. —me mira con un puchero mientras yo camino hasta la cocina y me sirvo el desayuno.

—Pues nadie te dijo que te emborracharas con todos tus amigos hormonales y condujeras borracho. Ahora papá y mamá no confían en ti ni para ir al instituto.

La verdad es que me da algo de pena, habían ganado un partido importante y se pasaron de copas en la fiesta, cuando llegó a casa estaba tan borracho que ni siquiera pudo apretar las teclas del elevador, así que uno de sus amigos me llamó desde su teléfono y me pidió que bajara a buscarlo. Cuando llegamos al departamento no podía siquiera estar de pie, y se tropezó con un jarrón, obviamente haciendo que todos se despertaran.

Ahora yo tengo que llevarlo a todas partes, por lo menos durante el día, porque nuestros padres tienen miedo de que se escape otra vez.

—¿Terminaste de restregarme en la cara todo lo que hago mal?

—Sabes que te quiero. —tomé una banana y las llaves de mi Tesla. —Vamos.

Lo vi ocultar una sonrisa de reojo, aunque no quiera admitirlo, soy su persona favorita en esta casa.

O debería, siempre lo cubro cuando llega borracho.

*

—Este fin de semana hay una fiesta en casa de Mika, ¿lo recuerdas?

—Ujum. —Asiento y miro por el retrovisor para cambiarme de canal. Por supuesto que no lo recuerdo, para mi todos los amigos de Jayden son iguales, todos tienen novias rubias y juegan fútbol.

—Pues me ha pedido que te invite a la fiesta, según para darte las gracias por haber respondido a su llamado el sábado pasado.

Oh... él fue el chico que me llamó para que fuera a recoger a J en el ascensor.

—Sabes que no voy a esa clase de fiestas, y tú tampoco vas, estas castigado ¿recuerdas?

Paro en un semáforo y lo miro, su rostro revela una sonrisa malévola.

—Vamos Olivia, nunca sales de tu cueva, tu única amiga es Sophie y ni siquiera ha podido sacarte a alguna fiesta de la secundaria. Estamos en el último año, tienes que divertirte. Y si vas conmigo, no te dejaría sola.

Suspiro algo cansada, eso no se lo cree ni él.

—Por supuesto que no Jay, no me dejarás sola cuando vayas a restregar tu rostro con alguna chica por ahí, por supuesto que no...

Doblo en una esquina y antes de que pueda decir algo más, Sophie sube al auto.

—¿Qué tal JJ? —Ambos chocan puños y luego dirige su mirada a mi por el retrovisor interno. —Oli, tengo excelentes noticias para ti.

Vuelvo a ponernos en marcha y sonrío porque ya se que es lo que viene.

—Ayer mi tía me llamó y dijo que tus clases privadas de álgebra han sido aceptadas, hoy mismo tienes que ir a su despacho.

Ambas celebramos totalmente emocionadas, Sophie a pesar de ser una chica muy guapa y popular, es buena estudiante, la conozco desde el jardín de niños, siempre hemos sido inseparables.

23:15 [LHC #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora