23:15 [LHC #1]

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Capítulo cuarenta y seis:

Suspiro con frustración sentada en la sala junto a los demás grandotes. Todos se mantienen en silencio, aquello fue un atentado de gran magnitud y los policías solo los justificaron como problemas técnicos.

Además de una multa para la secundaria, nada se ha hecho al respecto.

Veo como Jayden mira a la nada pensando y pensando, ya siento pena por el pobre. En realidad, por todos nosotros, no sabemos que hacer.

No podemos hacer nada contra ellos, y la verdad es que no sé porque todavía no podemos hablar con la policía.

—Debemos hablar con Lukas, otra reunión. —Ethan susurra, pero nadie responde.

—Tal vez debamos enfrentarnos, es insano que busque hacerle daño a Olivia de esa manera. —Landon me mira y se frota el puente de la nariz. —esto va más allá de la venganza.

—¿Y si Colton tiene que ver en esto? —la simple mención de su nombre me hace perder el control de mi ritmo cardíaco, y me obligo a no pensar en las palabras que he dicho más temprano.

Lo siento, moreno, jamás quise hacerte daño.

—¿Dices que ha estado del lado de Lukas todo este tiempo? —Mika frunce el ceño.

—Eso no tiene sentido.

—Digo, que quizás, esté siendo chantajeado por ellos, por eso ha dejado a Olivia. Para protegerla. —Shawn me mira, pero yo desvío la mirada.

Mi garganta se cierra. Imposible.

—No veo lo cuerdo en eso, si eso fue lo que hizo, igualmente la han atacado hoy.

Es verdad.

—Quizás tratan de hacerle sentir a Olivia el mayor dolor posible. Emocional, físico. —Liam deja esas palabras en el aire y me temo que puede tener razón.

Una luz se enciende en mi. Quizás Colton quiera mantenerme fuera de esto, quizás lo han amenazado.

Tengo que llamarlo.

—Ya vengo. —subo las escaleras a grandes zancadas y con el corazón en la mano marco su número que ya me se de memoria. Contesta a los dos tonos.

Muerdo mi labio con nerviosismo.

—¿Olivia?

Sin pensarlo dos veces, lo digo:

—Dime, por favor, que lo que has hecho ha sido para mantenerme a salvo, que nada de lo nuestro fue mentira, te creo, Colton. Te creo y creo en esto que siento, dime la verdad, por favor. —con una última respiración cierro los ojos cuando no dice nada.

Estúpida, estúpida, estúpida. No debí llamarlo.

—Lo siento, Olivia, pero nada fue real, sólo trataba de hacer una obra de caridad. —No. No has dicho eso. —ya todo ha acabado, no me llames más.

Mis ojos se cristalizan y mi pecho se hunde.

Lo sabía, pero oírlo de sus labios duele aún más. Quema. Quema y ya no hay nada que apague esto. Todas mis esperanzas han sido tiradas al caño.

Gracias, Colton.

Tomo las llaves de mi auto y salgo de mi habitación, bajo las escaleras a toda velocidad y sin mediar palabra, tomo un abrigo y bufanda del perchero para irme.

Claro está, ignorando todas las miradas de los chicos.

—Olivia, ¿Qué estás hac...

—Tengo que salir de aquí, vendré en un rato.