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Capítulo cincuenta y tres: (Chris en multimedia)

Jordan corrió lo más rápido que sus piernas le permitieron hasta llegar al gimnasio. Sobre el escenario, Jayden Jones y Sophie Anderson recibían la corona de los reyes del baile y todos aplaudían con felicidad. Eran la pareja del año.

Sus lentes cayeron al suelo cuando Holly Miller tropezó con él de salida, la chica iba muy apresurada, pero no prestó atención y recogió sus gafas para llegar hasta Shawn.

Cuando al fin estuvo frente a él, con la respiración acelerada y sin poder hablar, colocó sus manos sobre sus rodillas y trató de recuperar el aire bajo la mirada confundida del pálido. A los ojos de los chicos, se veía como un simple estudiante nerd.

—Olivia... ella, se la han llevado. —tosió un poco porque las respiraciones le secaban la garganta. —se han llevado a Olivia y a Colton. Algunos chicos en camioneta los secuestraron.

El rubio se quedó más confundido cuando ninguno de los grandotes preguntó nada más, simplemente se miraron entre sí y salieron de ahí. El último de ellos, Liam, dio un golpe amistoso en su hombro y le dio las gracias. El chico se sentía en las nubes, después de todo, el equipo de fútbol era el más popular de la secundaria, y hoy había batido record al hablar con ellos aunque fueran dos palabras y ellos no hayan pronunciado una oración completa.

Se sentía dichoso, pero no dejaba de pensar en su amiga.

Por otro lado, Shawn sabía que el riesgo de que Lukas llegara hoy era inminente; ni siquiera había tenido tiempo de advertirle a Olivia, tenía constantes compromisos como la organizadora del baile y encima no dejaba de ver a Colton con ojos de cordero. El tierno chico se sentía ignorado y molesto, claro que la pelirroja nunca lo sabría.

—Tenemos que avisarle a Jayden. —propuso Chris.

—Ni siquiera sabemos a donde los han llevado, ¿qué vamos a hacer? —preguntó Carter, mientras la mayoría de los chicos del equipo caminaban por el pasillo oscuro de la secundaria, con rumbo al estacionamiento.

—Mantengan la calma. —Shawn trataba de ser la voz de la razón aquí, pero sabían que no sería fácil.—Tyson, Landon y Chris, busquen a Jayden y explíquenle la situación; Mason, Cameron y Jacob busquen a Mika y a Owen, los demás vengan conmigo. Nos vemos en los autos.—todos se dividieron en sus respectivos grupos y siguieron al grandulón por el tétrico camino hasta llegar a los vestidores del campo.

Con semblantes serios tomaron algunos bates que habían dejado ahí la reunión pasada, aquella que terminó en desastre.

—Tenemos que buscar más, esto no será suficiente. —Dijo Ethan, un rubio de ojos verdes.

—Yo tengo un arma. —Hunter se encogió de hombros, era el más callado del equipo. —es de mi padre.

—Creo que es suficiente, así está bien. —Shawn, no muy convencido, tomó su instrumento y pronto todos se encontraron en las afueras del instituto.

Jayden llevaba puesta una cinta al rededor de su pecho que decía "Rey del Baile de Invierno 2019" y el grandote pálido tuvo que desviar la mirada para no reír ante la escena. Después de todo, el ambiente era muy pesado para hacer burlas.

—Mierda, ¿no vieron la placa del auto?

—No sabemos nada, nos ha avisado su compañero nerd. —Jay se sacó la chaqueta del traje y la banda, quedando en su respectiva camisa blanca.

—Tengo una idea de a donde se la han podido llevar. —Mika, que llevaba rato tratando de echar cabeza, pudo pensar en un posible lugar. —¿recuerdan esa guarida donde Colton rescató a Hope una vez? Aquella donde solían drogarse.

—No lo tenemos a él para saber donde es. Joder, me cago en la puta. —Jones dio un golpe de frustración al aire. Sabía que estaban contra el tiempo y aquí, ya no existían reglas. Lukas estaba totalmente desquiciado y existía la posibilidad de que de verdad hiciera daño al par de chicos secuestrados.

—Yo fui con él esa vez. —salió Chris. —pero no recuerdo muy bien, quizás cuando vea el camino pueda hacer memoria.

—¿Pues que esperan? Vámonos. —todos subieron a los tres autos y a más velocidad de la que deberían, condujeron a las afueras de la ciudad.

Y en el camino, Jayden fue interrumpido por un mensaje de texto. Lo ignoró pensando que sería Sophie, no quería lidiar con ella ahora; pero algo le dijo que no era quien pensaba y se obligó a desbloquear el móvil.

Efectivamente, una foto de su hermana y Colton sobre dos sillas de metal, ambos amordazados e inconscientes. La iluminación de la imagen era muy pobre, pero el flash hacía ver muy detalladamente el sudor de las frentes de los chicos. Y no se podía ver más allá de ellos, el fondo era complementamente negro. El moreno traía un hilo de sangre bajando por su nariz y el pánico inundó a JJ; si habían golpeado a Olivia no sabía que era capaz de hacer.

—Conduce rápido. —fue lo único que dijo, mientras apretaba el teléfono con la mano.

Tardaron más de lo debido en llegar porque Chris no podía recordar nada, pero cuando al fin dieron con el viejo almacén, lo vieron vacío y con las luces apagadas. Ni siquiera habían autos cerca, ahí no estaban.

—Maldita sea, aquí no están. —Shawn le dio una patada a la llanta de su auto.

—¿Estás seguro que es aquí? —preguntó Mika con la serenidad que lo caracterizaba.

—Si, estoy seguro.

—¿Entonces, a dónde se los llevaron?

23:15 [LHC #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora