Capítulo veintiséis:
Maratón 1/3 por tardar tanto en actualizar:)
Ambos nos quedamos un rato más ahí, sentados en el patio de su casa, con los pies remojados en la piscina, solamente iluminados por las luces bajo el agua, el olor a hierba buena y el cantar de los grillos como música de fondo.
Nunca en mi vida había tenido un momento para atesorar, ya sabes, ese instante que recuerdas y piensas: ojalá volviera a ese día.
Bueno, ahora tengo varios.
Cuando decidimos que ya era hora de salir de ahí, nuestros pies ya parecían de viejitos, pero reímos como nunca; y sacándonos de nuestra burbuja, mi teléfono sonó de repente.
—¿Es él? —observé la bandeja de entrada, dos números desconocidos.
—No. —mi corazón empezó a latir con rapidez y me metí en el primer chat. Siempre que me escribían números extraños, eran malas noticias.
-"¿Creyeron que no nos daríamos cuenta de todos los chicos estacionados a unas calles?"
"Han cometido un error."
Y el segundo chat.
-"Ayuda"
Mierda.
—Tenemos que salir de aquí, ya. —tomé mis zapatos y me los puse lo más rápido que pude. —era una trampa.
Entendiendo de lo que hablaba, Mika corrió dentro de la casa y llamó a Shawn, escuché como tomaban las llaves del auto.
Intenté llamar a Colton, pero no contestó.
—Lo sabía, sabía que ir era una mala idea. —los cuatro salimos de casa y corrimos hasta llegar al Porsche de Shawn, subí en el puesto del copiloto al lado de él.
—Ahora solo nos queda pelear.
Unos diez minutos después, ya estábamos doblando la esquina para entrar a Easton High, no podíamos ver nada, las luces estaban completamente apagadas y las puertas cerradas. ¿Por dónde habrán entrado?
—Por ahí.
El castaño señaló una salida de emergencia, la cual siempre se encuentra abierta.
—No deberíamos entrar todos, si siguen dentro nos van a dar una paliza.
—A la mierda.
Baje del vehículo y caminé directamente hacia el instituto, sentía como Shawn, Mika y Sophie me seguían a paso rápido.
—Olivia, al menos déjame ir yo adelante. —el grandote se puso delante de mi, incluso en estas situaciones se veía tierno.
—Yo iré de último para cuidar sus espaldas.
—Pero tu abdomen...
—Está bien.
Podía escuchar como mi respiración se volvía cada vez más pesada mientras nos adentrábamos en aquel lugar, era muy tétrico a estas horas y más si te encontrabas en la situación de estar buscando a unos posibles delincuentes/extorsionistas de dieciocho años.
¿En que momento mi vida se volvió tan interesante?
¿Consideras esto interesante?
—¡Cuidado! —la voz de alguien nos gritó desde el otro lado del pasillo, para luego ver como una figura musculosa se abalanzaba sobre de Shawn.
—¡Corran!
Los tres corrimos hasta llegar a la cancha de baloncesto, donde solamente se encontraba un cuerpo tirado en el piso.
Jayden.
—¡Jay!
Corrí hasta él y tomé su rostro, estaba consciente pero aturdido.
—Jayden despierta, hey. —palmee un poco su rostro, viéndome confundido.
—¿Olivia?
Obligué a mi respiración a que se calmara y asentí.
—No deberían estar aquí. —tosió un poco y con mucho esfuerzo, quiso levantarse, así que Sophie y yo lo llevamos hasta las gradas.
—Hemos venido a ayudar.
Nos miró con sospecha.
—¿Cómo supieron que todo iba mal?
Le dirigí una mirada a Mika de advertencia.
—Nos han... uhm... llamamos a uno de los chicos y no contestó, por eso decidimos venir. —mi amiga limpió la sangre de la boca de mi hermano con su suéter, y este le tomó el brazo cariñosamente de forma reconfortante.
Eso me revolvió el estómago.
—¿Qué ha pasado?
—No lo sé... no recuerdo nada. —presionó un lado de su torso con una mueca. —se enteraron de que los chicos estaban fuera.
>>Ni siquiera nos dio tiempo de discutir nada, ellos tres saltaron sobre Colton, Mason y yo, y cuando los otros chicos llegaron, los muchachos también. No recuerdo casi nada, sólo se que luchaba contra dos cuando uno de ellos me golpeó en la cabeza y me dejó inconsciente, pero he despertado hace unos minutos.
Me mordí la lengua para no preguntar por Colton.
—¿Cómo lograron entrar?
—Por la puerta de emergencia, pero emboscaron a Shawn y Landon nos ha gritado que corriéramos.
—Tienen que salir de aquí, no dudarán en hacerles daño a ustedes también, en especial a ti Olivia.
—No me voy a ir de aquí sin ti. —Jay apretó mi mano con cariño.
—Nos iremos todos.
—Pues debemos actuar rápido, porque en cualquier momento alguien se puede dar cuenta de que hay personas dentro, y las cámaras de seguridad se encienden a las dos de la mañana.
El peli negro tomó a JJ por debajo de los hombros para ponerlo de pie.
—¿Cómo sabes eso?
Le sonreí con picardía.
—Oh, hay muchas cosas que no sabes de mi.
Ambos reímos, pero al parecer a J no le hizo gracia.
—¡Necesito ayuda!
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23:15 [LHC #1]
Novela Juvenil[Primer libro de la trilogía: La Hora Cero.] -No lo entiendo, ¿porqué insistes en quedarte?-me abracé a mi misma y miré por la ventana. El gran ventanal con vista a aquella gran ciudad ahora inundada por un gran diluvio. -¿Es que no lo ves? Olivia...