Capítulo extra (1)

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5 de septiembre de 2020.

—No tarden, los esperamos en el aeropuerto. —asentí a lo que la madre de Colton decía, mientras cerraba la ventanilla del auto y desaparecía por la calle.

Me volteé hacia mi chico.

—¿Estás bien? —lo vi asentir un poco serio, así que acaricié sus nudillos con mi pulgar. —no se porque no me siento tan segura de tu respuesta.

Susurré porque sabía perfectamente que tenía. Aunque no fuese capaz de decírmelo.

—Quiero llevarte a un lado antes de irnos.

Observé por última vez aquella gran casa que tantos recuerdos guardaba y sin emitir otra palabra subimos a su auto, donde condujo por diez minutos hasta el cementerio de la ciudad. El día era soleado y bastante movido, aunque no se sintiera así. Caminé detrás de él por el pequeño camino de piedras, algo asustada pero sabiendo que esta era otra puerta que sería abierta entre Colton y yo. Un paso más cerca de él.

Se detuvo frente a una lápida llena de flores marchitas, y lo vi. Corrección. La vi.

Hope Warren.
2001-2018
"Recordada por sus familiares y amigos
con mucho cariño."
Q.E.P.D.

Sentí los dedos de Colton buscar los míos y apreté su mano de forma reconfortante. Sorbió por la nariz para hablar por primera vez:

—Es ella. —no sabía a quien le hablaba, así que decidí callar. —esto que ves aquí, es la chica que alguna vez amé, pero ahora ya solo es un pedazo de cemento.

Besé su hombro por encima de la camiseta.

—Ella siempre estará aquí mientras tu la recuerdes. —Fue lo único que dije.

Y me sorprendió cuando soltó mi mano para sentarse al lado de la lápida y quitar el polvo que la cubría. Empezando a hablarle a la nada.

—Hola, Hope. Lamento no haberte visitado el último mes.

Quise alejarme para darle un momento a solas, pero sus próximas palabras me dejaron helada.

—Vengo a despedirme de ti. Me iré lejos y no sé cuando volveré, pero quise traerla a ella aquí para que la conocieras. Se que si estuvieras viva la amarías. —lo vi tan triste y sentí mi pecho hundir. —lo siento por no haber venido antes, pero se que me ves en todo momento y jamás me olvido de ti. Siempre en mi memoria, con esperanza de verte otra vez, Hope.

*

—Vuelvan pronto, por favor. Y estudien muchísimo. —me separé del abrazo de mamá para ser encerrada por los brazos de Jayden.

Quien pronto iría a la universidad en Boston con una beca deportiva.

—Adiós, pequeña, cuídate mucho. —sentí su nariz hundirse en mi cabello y mis ojos se cristalizaron, no sabía que lo extrañaría tanto hasta este momento.

Todo me cayó como un balde de agua fría.

—Te quiero. —susurré.

—Y yo a ti.

—No vayas a cometer ninguna locura.

—Hablas conmigo, la reina de la locura. —dije sarcásticamente.

—Y tú, cuídala mucho, eh Williams.

Dejé que ambos se despidieran y me acerqué a Soph, quien se encontraba lejos de todos con lágrimas en los ojos y una sonrisa triste.

La abracé.

—Te voy a extrañar como no tienes idea. —dijo en un susurro.

—También yo. —me separé. —pero piénsalo, estaremos a treinta minutos, podremos vernos seguido.

Asintió.

—Solo no me cambies ni encuentres otra mejor amiga.

—Jamás.

Terminé de decirle adiós a las demás personas presentes. Mika y Owen se habían despedido de nosotros hace rato, ambos se mudaron a Washington para estudiar dos carreras diferentes en la misma universidad. Medicina y odontología. Ambos felices con su relación; había sido un poco caótico cuando el equipo se enteró, pero todos terminaron aceptando aquel lindo amor que ambos criaban.

Shawn se mudó a Canadá para estudiar derecho, y no podía ser más feliz junto a su novia Amelia. Una canadiense sexy que había conocido en su último viaje a aquel país. Todos, del algún modo, estaban en el mejor momento de sus vidas.

Habían conseguido sus objetivos y el destino volvería a unir a las personas que estaban destinadas a estar juntas. Por eso yo guardaba las esperanzas de que Jayden y Sophie se reencontraran en algún momento.

La despedida del equipo había sido triste, una última fiesta para conmemorar todas a las que habíamos ido este año y un viaje a esquiar en las montañas, el mejor recuerdo que alguna vez pude crear con ellos antes de, posiblemente, no ver a la mayoría, pero al menos muchos de ellos iban a ir a la misma universidad en Boston junto a Jay, obviando a los que decidieron optar por carreras diferentes.

Habían sido mis compañeros por más de ocho meses y odiaba tener que despedirme.

—Adiós, chicos.

Dejé de ver el rostro de nuestros familiares al cruzar las puertas del avión; ahora si, iba a vivir sola junto a Colton en un penthouse, en la ciudad de mis sueños. No sabía que pasaría en el futuro, pero estaba preparada para lo que viniera y agradecida de por fin haber conocido una de las cosas más importantes en esta vida.

El amor propio.

Supongo que siempre me había querido, pero el destino me puso a prueba al ponerme a Colton en el camino y sólo sirvió para demostrarme dos cosas. Uno. Que el amor tiene su tiempo, y es mejor no forzarlo. Dos. Que para querer a alguien más debo quererme a mí misma primero.

Y todos los días me lo recordaba.

—¿Lista, cariño? —tomé la mano de mi chico y sonreí.

—Lista.

Los Ángeles, ahí vamos.

23:15 [LHC #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora