Elentroia: Un Juego Peligroso [COMPLETA]

2.1

Isabela

Estábamos en nuestro salón, el silencio era el gran protagonista, nadie sabía qué decir, cada uno intentaba digerir la situación a su manera. Después de todo lo que había pasado en la Arena era claro que debíamos ganar para salir de esa isla con vida, no había otra alternativa.
El silencio se prolongó por unos minutos más hasta que el capitán habló.

—¿Se encuentran bien? —Preguntó.
—Creo que ninguno puede estar bien. Trato de estar lo mejor posible ante esta situación, pero es difícil no quebrarse. —Afirmó Bryan.
—¿Qué hay de los demás? —Volteó su mirada hacia mí. —¿Cómo te encuentras?
—Pienso lo mismo que Bryan. —Mi rostro demostraba tristeza.

Estaba segura de que esos trajes tenían algún tipo de tecnología o algo que hacía que los nervios, ansiedad y miedo se hicieran menos intensos, pues no encontraba otra explicación para lo calmada que estaba ante todo lo que estaba sucediendo. Además tenía una falsa sensación de seguridad que odiaba con todo mi ser, sentía que podíamos ganar, sentía que íbamos a ir a esa isla y nadie nos iba a detener.

—Confío en nuestro equipo. —Alicia no dudó en sus palabras.

De a poco dimos la razón a Alicia, debíamos creer el uno en el otro si queríamos ganar, eso era lo más importante, necesitábamos tener fe en las capacidades de los demás, por algo estaban ahí. Éramos los mejores jugadores del país, algunos hasta del mundo.

—Excelente —dijo Mateo comenzaba a mostrarse seguro —, recuerden, no mataremos a menos que sea necesario, ¿entendido?

Todos afirmamos con la cabeza.
No íbamos a buscar la guerra con personas inocentes, no íbamos a manchar nuestras manos con la sangre de chicos que estaban en la misma situación que nosotros.

—Pronto vendrán a buscarnos para comenzar el juego. Estén preparados, tanto física, como mentalmente, por favor. Es necesario que tengamos un plan. Por favor, den sugerencias. —Dijo el capitán.
—Lo más importante es no separarse, juntos somos menos vulnerables. —Dijo Marianela.
—Estoy de acuerdo con Marianela. —Reafirmó Angie.
—Yo también estoy de acuerdo. Nos moveremos juntos, como equipo. —Ordenó Mateo.
—¿Saben? Una de las razones principales por la que los jugadores son eliminados en la Guerra del Poder cuando juegan en la realidad virtual, es por tener que estar mirando el Mapa. —Informó Alicia. Era segura en sus palabras. —No sé si estarán de acuerdo conmigo, pero creo que sería conveniente que solamente uno de nosotros revise constantemente el Mapa, así, si somos emboscados no vamos a perder esas valiosas milésimas de segundo en desactivarlo.
—Tienes razón. —Mateo confió al instante en las palabras de Alicia. Era como si él por un momento hubiera pensado en decir lo mismo que ella. —¿Algún voluntario para mirar el Mapa? —Preguntó.

Bryan abrió el Mapa y lo analizó de arriba a abajo por unos segundos, después lo cerró.

—El Mapa es el mismo que en el juego. Yo me ofrezco, lo conozco bien.
—Muy bien Bryan, gracias. —Dijo Mateo.
—No dudes en preguntar lo que sea si en algún momento te sientes perdido. —Habló Daniel.
—Descuiden, lo haré. —Afirmó Bryan.
—Es sumamente importante encontrar un arma rápidamente, solamente en caso de que tengamos que defendernos. Y por arma me refiero a lo que sea, si debemos protegernos con una rama o una piedra, así lo haremos. —Cada vez que Mateo hablaba se notaba que estaba totalmente comprometido con la causa. Quería convertirse en un verdadero líder para todo el equipo, ganarse la confianza del grupo, que confiáramos en que él sabía qué hacía y decía.

Mientras los chicos hablaban, en mi cabeza había una voz que no paraba de decirme que era necesario encontrar la inmunidad. Aunque sabía que todo el mundo estaría buscándolas, sabía que era fundamental contar con una en nuestro inventario, aún no entendía bien cómo funcionaban, pero era casi un seguro de vida para el equipo. Debía hacer la propuesta.