Elentroia: Un Juego Peligroso [COMPLETA]

3.6

Equipo Rojo

Los ocho jugadores estaban atentos, esperaban el sonar de la alarma.
Por parte del equipo Morado jugaban: la jugadora número 9 y capitana, Cristina; el jugador número 12, David; la jugadora número 43, Sharon; y el jugador número 45, Eddie. Por el lado del equipo Rojo estaban: el jugador número dos y capitán, Elías; la jugadora número 7, Melany; el jugador número 11, Mauricio; y la jugadora número 19, Daniela.

—Jugadores, no se aceleren en el comienzo, tendremos un inicio suave. —Ordenó Elías. —Hagan justo lo que yo haré.
—De verdad no entiendo lo que haces, Elías. —Replicó Melany.
—¿No fuiste tú la que dijo que haría todo lo que les dijera?
—Lo sé, y mantengo mi palabra. —Aseguró.

Los otros dos jugadores, pensaban igual que Melany, pero confiaban en que su capitán los llevaría a la victoria.
El juego comenzó. Los rojos se quedaron todos en su lado del campo. Eddie fue quien consiguió el balón para los morados, al ver que los rojos se quedaron casi inmóviles fueron al ataque.
Elías por fin se movió y fue tras la capitana morada, Cristina, había un roce aún muy reciente entre ambos equipos.

—Escuchen mis palabras, capten la idea. —Dijo a su equipo cuando estaba por alcanzar a Cristina. —¿Sabes? Lo que pasó en el Bosque de la Furia..., tus jugadores eran patéticos, y tienes que saber que de haber tenido la oportunidad tú y tu equipo ya no estarían aquí. —La retó.
—¡Eres un maldito! —Las palabras de Elías hirieron a Cristina. —Ellos eran igual de inocentes que todos los que estamos aquí.
—Fueron presas fáciles, Melany acabó con ellos sin ningún problema, estoy seguro de que con ustedes el escenario hubiera sido el mismo. —Siguió.

Los rojos entendieron el plan, cada uno fue por la marca de un jugador para hacer lo mismo que su capitán.

—Hijo de puta, vas a pagar. —Dijo con una voz quebrada. Tomando impulso se abalanzó sobre él.

La estrategia estaba siendo un éxito, los cuatro jugadores morados se salieron por completo del juego, incluso Eddie, el encargado de llevar el balón se distrajo por completo y más bien parecía que quien llevaba la marca era el equipo Morado sobre el Rojo. Se tomaron los insultos de manera personal, no les importaba más anotar algún punto, solamente deseaban acabar con los rojos.
Cayeron en su juego.
La reacción de los demás equipos, Vocero y hasta Maestros era de completa confusión, nadie estaba comprendía qué estaba pasando, el único era el Maestro Rojo que miraba con una sonrisa en su rostro la actuación de su equipo.
Mauricio logró arrebatarle el balón a Eddie. De inmediato Elías escuchó la orden para nada silenciosa de la capitana.

—¡Eddie, concentración, recupera el balón, no caigas en su juego! —Ordenó.

Irónico, pues ella fue la primera en caer.

—Todos, aléjense de sus marcas. —Dijo el capitán rojo, respondiendo a la orden de Cristina.

Los morados fueron tras los rojos, no podían perderlos, sabían qué tipo de juego estaban llevando sus enemigos, sabían más que nadie lo peligrosos que eran.

—Debemos anotar. —Dijo Melany.
—Aún no. Debemos jugar con ellos todavía más, que sientan la presión, la frustración de tener que recuperar el balón y poder lograrlo. —Contestó Elías. —Dominen por completo la posesión. Si lo morados consiguen objetos, estén atentos, si los botan de sus Tablas vuelvan rápido.

Los minutos pasaban y el dominio de los rojos comenzaba a ser casi perpetuo, pero aún no les interesaba anotar, eso hacía que la molestia de los morados creciera cada segundo. Lograban recuperar el balón, pero no pasaban ni diez segundos cuando sus enemigos nuevamente lo robaban.