Elentroia: Un Juego Peligroso [COMPLETA]

3.3

Isabela

Me sentía aliviada por el equipo Azul, me alegraba que no tuvieran que ir al Juicio. Me puso feliz que Joshua y su equipo lo lograran, aunque no podía negar que sentí mucha pena al celebrar el triunfo de los que se suponía eran nuestros enemigos, todo el Estadio lo vio. Sin embargo, para el punto de la victoria no me importó, ellos lo merecían así como merecían saber que todo mi apoyo estaba con ellos.
Estábamos listos en el camerino, solamente esperábamos las instrucciones finales de mi hermano y que nos llamaran al terreno de juego.

—Debemos ser firmes desde el principio. Tanto las dudas como el exceso de confianza fueron los errores de los azules. Eso casi les cuesta ir al Juicio. No podemos caer en lo mismo. —Explicó Mateo.
—Tenemos mantenernos unidos en todo momento. —Habló Alicia. —Los azules y marrones se dividieron en momentos de frustración.
—Correcto. —Siguió el capitán. —Sabemos que el principio del juego será difícil, tenemos que aprender a usar el equipo, cada segundo cuenta, no podemos darnos el lujo de durar los diez minutos para aprender a usar las Tablas. —Su voz era firme, estaba confiado en que haríamos un buen trabajo.
—Podemos, y vamos a ganar. Confíen en cada uno de ustedes y en sus compañeros, lo lograremos. —Motivó Alicia.
—Alicia tiene razón. —Siguió. —El equipo entero depende de nosotros, no podemos aceptar la derrota ni conformarnos con un empate, debemos ganar.
—¿Cuál será la estrategia? —Me atreví a preguntar.
—Al principio de la partida, mientras aprendemos a movernos y controlar la Tabla, el objetivo será conservar la posesión del balón. Vamos a jugar con los morados, con su estrés al no permitir que nos marquen un punto. Si logramos eso, tendremos dominada la partida. —Dijo. —Si en algún momento surge alguna pregunta, díganlo, si tienen algún plan, comuníquenlo, valoraremos si nos conviene o no.

Las puertas del camerino por fin se abrieron, el momento de comenzar la partida había llegado.

—La primera partida está por comenzar. El equipo Verde se enfrentará al equipo Morado. Para el equipo Verde juegan: el jugador número uno y capitán, Mateo —cuando el Vocero presentó a mi hermano muchos de los jugadores en el Estadio comenzaron a ovacionarlo, eso hizo que los nervios del momento crecieran —; la jugadora número 4, Alicia —con Alicia fue igual, eran el y la mejor del juego —; la jugadora número 5, Isabela; y el jugador número 16, Francisco.
—¡Vamos, Isabela! —No quise mirarlo, pero sabía que era Joshua, no puedo negar que me sacó una sonrisa que estoy segura que él lo notó.
—Para el equipo Morado juegan: la jugadora número 9 y capitana Cristina; el jugador número 12, David; la jugadora número 43, Sharon; y el jugador número 45, Eddie.

Nos colocamos en posición de partida, el corazón me iba a mil por hora.
Por fin miré a Joshua, me estaba observando, de inmediato sonrió y levantó el pulgar. Yo devolví la sonrisa.

—Isabela, no pierdas el enfoque, concéntrate. —Dijo Alicia de inmediato.
—Lo siento... —Dije apenada.
—¡Capitanes, antes de comenzar ¿existe alguna duda con respecto al juego?! —La voz del Vocero era intimidante.
—Solamente para confirmar —habló la capitana morada —, según se vio en la partida de los azules y marrones; para que el punto sea válido es necesario que todo el balón ingrese en la portería, ¿es eso cierto?
—Siempre ha sido de esa manera, incluso en realidad virtual se manejó de esa forma. —El Vocero parecía cansado y molesto del tema.
—Muy bien, todo listo entonces. —Concluyó.
—Capitán verde, ¿alguna pregunta? —Miró a Mateo.
—No, todo está bien. —Dijo seco el capitán.
—¡Muy bien, el juego comenzará al sonar la alarma! ¡Jugadores preparados! —Su voz se escuchó en todo el Estadio.

La barrera de energía se elevó por el terreno de juego, era maravilloso ver cómo se iba construyendo. La había visto estando en la gradería, pero contemplarla desde esa posición fue todo un espectáculo, al mismo tiempo que me sentía en una jaula a punto de pelear con leones.