El niño que iba distraído por la vida

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Mi madre siempre tuvo una frase que repetía constantemente, en especial dirigiéndose a mí: debes cuidar los pequeños detalles que pueden traer grandes consecuencias. Esto lo decía por un motivo muy sencillo: era un chico muy distraído. A veces tenía la mente tan ocupada en otras cosas, que solía olvidar detalles mínimos que podían llegar a afectar a los que me rodeaban. Un ejemplo de esto puede ser las múltiples veces que casi metí los platos de comida en el microondas sin quitar los cubiertos, de no ser por mi madre, habrían explotado muchos de esos electrodomésticos a lo largo de mi niñez y adolescencia, o, ¿cómo olvidar las muchas veces que olvidaba mirar hacia ambos lados al cruzar las calles? Esto tenía su porqué, y es que durante un largo tiempo, tal vez hasta los diez u once años de edad viví en una zona rural, no era muy habitual ver calles concurridas, esto cambió al mudarnos a la ciudad y claro, es evidente por lo que escribo, que desarrollar ese hábito costó más de lo que debía. Creí que lo había logrado, que a mi edad había dejado de ser alguien tan distraído, pero este lugar me enseñó lo equivocado que estaba. Esa es la razón por la que escribo esta carta.
Hace poco más de una semana fuimos encerrados en la isla llamada Elentroia, estamos siendo obligados a matarnos los unos a los otros, todo con el objetivo de ganar nuestra libertad.
En el poco tiempo que tenemos de estar en este lugar, he conocido muchas personalidades.
Hasta me nombraron capitán de uno de los equipos, vaya... eso sí es presión.
Perdí mi tiempo persiguiendo a una persona que se cegó por un demente. Estaba tan enfocado en ella que me perdí de muchas cosas que pasaban a mi alrededor, exactamente como solía decirlo mi madre. Ese tiempo que perdí pude haberlo aprovechado acercándome más a los jugadores que confiaron en mí para ser su líder, miré a quien no me miraba y al mismo tiempo perdí a una de las personas que más cerca estuvo de mí, sobre todo en los momentos en que más dudé si estaba hecho para liderar a este equipo, no seguí el consejo de mi mejor amigo de no involucrarme emocionalmente, y terminé desenfocándome de lo que verdaderamente importaba: ganar y salir de este lugar con vida.
Mi enemigo se llama Elías, manipulador, frío, lleno de odio y de ira, así lo describo, tiene todo tan bien planeado que no le importó revelarme en la cara que hay un traidor entre los azules. ¿Quién será? Mierda, estaba tan ocupado en mis cosas, que en este momento no sé de quién sospechar. Elías es inteligente, puede llegar a ser temible si se le deja. Poco a poco va esparciendo su veneno en medio de todos los que estamos aquí. ¿Él juega para el Maestro Rojo, o el Maestro Rojo juega para él? ¿En qué piensa? ¿Por qué es como es?
Mamá, papá, no sé cómo están ustedes desde que me fui, no quiero ni imaginarme cómo se tomaron la noticia del secuestro. Lamento que todo esto haya pasado, todos los días pienso en ustedes, son lo mejor que tengo en mi vida, pero por desgracia no puedo prometer que volveré a casa. Siendo honesto, a veces deseo ser el siguiente en ser eliminado y acabar con ese infierno. Por no poder prometer que volveré con vida, les haré a cambio, una promesa que sí puedo cumplir: mientras siga en pie, pelearé. No importa contra quién sea, pelearé, y si logro ganar, ¡volveré a verlos! Mamá, ya no seré más ese niño distraído que dejaba pasar todo a su alrededor, daré lo mejor de mí, estaré cerca de aquellos que luchan por lo mismo que yo y aprenderé de esas personas. ¿Y Elías? Pues bueno, pelearé contra él también, ha herido a muchos, yo incluido. Debo detenerlo.
Si tuviera al traidor al frente en este momento le diría una cosa: no te tengo miedo, mucho menos a Elías, ya no más de eso. Adelante, infiltrado, ve, dile a tu líder que pelearé contra él, no, que pelearemos contra él, que este juego no se ha terminado, que yo aún sigo en pie y mientras yo siga en pie, él no podrá cantar victoria. Me han quitado todo, menos una cosa, algo que no les permitiré que me arrebaten: la esperanza.
Yo, Joshua Quirós, encontraré la manera de ganar este juego.

Elentroia: Un Juego Peligroso [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora