\ \ c h a p t e r / / s e v e n t e e n.

1.3K 183 135
                                    

11.03 PM


Su mirada estaba quieta en la computadora. Sus ojos azules paseaban entre nombres, cifras y proyectos. Estaba concentrado, sin importar que a las afueras de su oficina, sus empleados charlaran entre susurros, mientras que otros seguramente trabajaban concentrados en busca de un ascenso u otros se distraían con una taza de café que los reviviera de una mal descansada noche de miércoles.


Se tensó.


Sus ojos ahora viajaron a una de las tantas carpetas que tenía en su escritorio. La abrió y entre las páginas, encontró la cifra que buscaba, igual a la que la pantalla le mostraba. Tomó entre sus delgados, pálidos y largos dedos, un bolígrafo para poder encerrar en un círculo tan importante cantidad de dinero, además de la fecha. 


Bostezó por el cansancio y se obligó a recostarse en su silla.


Los labios hambrientos de Michael quemaban en su cuello, robándole gruñidos y jadeos por la sensación de sus dientes rozándolo. Sus manos grandes,  lo mantenían quieto con su espalda pegada en la camioneta y, sus dedos tatuados, se enterraban en la piel de su cadera.


Sus labios volvieron a encontrarse, las manos de Luke se enredaron entre los cabellos de Michael y tiró de las hebras grises, logrando que soltara un gruñido, mientras que Luke aprovechó la oportunidad para morder su labios inferior, encantado con el sonido, en busca de más. Sus lenguas quemaban, se conocían y ambos pensaban que preferían que trabajaran de esa manera en vez de lanzar palabras filosas.


Sus cuerpos quemaban, sus ropas estorbaban y los bultos se rozaban gustosos, en busca de más calor, de más humedad, de más roce y de más placer.


  —¿Señor Hemmings?—negó repetidas veces intentando distraerse de los recuerdos de la noche anterior. Se volteó para toparse a Madison, una de sus ejecutivas de finanzas. Lo observaba con tranquilidad, mientras que en sus manos traían dos cheques que necesitaban su firma.— Si desea puedo venir a buscarlos más tard...


—No, no. Los firmo de inmediato—respondió el rubio, extendiendo su mano para que ella se los entregara.— ¿Para qué son?


—Un finiquito y el de la multa por la inasistencia a la junta directiva de la red clínica.


Luke de inmediato comenzó a firmar las piezas de papel, para luego entregárselas a la mujer. Ella había sido una de los tantos empleados que había pasado por la cama de Luke Hemmings, pero tal como todos, tenía su vida personal tan separada de su vida profesional que no estaría dispuesta a preguntar porque su jefe, una de sus parejas sexuales, estaba sonrojado y con una erección en su oficina. Mucho menos, en tal horario, ofrecer su ayuda para encargarse del problema.


—Gracias señor Hemmings. Le enviaré a Dylan la copia de los cheques para el registro. Que tenga un buen día.    


Apenas Madison cerró la puerta a sus espaldas, Luke lanzó con frustración el bolígrafo, el cual voló por la oficina y se estrello en una de las paredes. Se inclinó sobre el escritorio y se recostó sobre sus brazos flectados.

Empire 》Muke.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora