\ \ c h a p t e r / / t h i r t y | n i n e.

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10.23 AM

Michael continuaba con su vista fija en la televisión, aún sintiendo las caricias de Luke en sus manos, las que las tenía enredadas en la cadera del rubio mientras ambos veían una película.

La semana de regreso de Michael se había basado en aquello. Cada minuto disponible pasaba ahora, a estar ocupado. Luke lograba salir más tarde de su pent-house y liberarse más temprano del trabajo para ir por Michael y llevarlo a su hogar. Vieron películas, cocinaron, rieron e incluso Luke se permitió a tocarle a Michael alguna canción que él conocía en piano, una que el peligris acompañó con una tímida pero hermosa voz, apenas reconoció la melodía.

La verdad es que ambos disfrutaban demasiado la compañía del otro, a pesar de aún el estado débil de salud de Michael. Luke se había permitido renunciar a esa soledad beneficiosa y aceptó a Michael con sus cambios de humor, con su terquedad, con sus bromas sexuales aburridas, pero sobretodo lo pudo conocer más. Se dio cuenta que le encantaba oírlo cuando hablaba de su madre, como también como ante nervios despeinaba su nuca o mordía su labio inferior, como el labio superior se levantaba una décima de segundo. Le gustó delinear con todo el tiempo del mundo, los tatuajes de Michael, desde las líneas en sus pálidos brazos, hasta las letras en su brazo interior. Luke también conoció ciertas cicatrices de Michael, tanto mentales como físicas, que besó y que se alegró de que sean cicatrices y no heridas abiertas que lo amenazaran.

Michael por otra parte, pudo permitir quitar todos aquellos prejuicios que alguna vez instauró en Luke. Descubrió que él siempre había preferido la soledad, que no era alguien que usualmente expresara sus pensamientos o sentimientos, pero que logró hacerlo luego que el mismísimo Michael se sincerara. Michael prestó atención a cada pequeña manía de Luke, desde apretar tres veces seguidas sus puños antes y luego de revisar su teléfono, hasta como sus ojos se arrugaban a los costados luego de reír, como su voz se agudizaba en aquellas carcajadas. También notó que el hombre rubio tenía un mal dormir, pero que siempre necesitaba estar en contacto con el cuerpo de Michael, aunque sea con uno de sus dedos tocando cualquier superficie de su piel, con aquello, inconsciente, estaba satisfecho.

Pero no todo fue bonito ni relajado, también existieron momentos tensos, sobretodo el de Ashton luego que una tarde llegara furioso ante el regreso de Michael y el rápido perdón de su mejor amigo. Michael de inmediato interfirió, argumentando que él no tenía ningún derecho de involucrarse en ellos. Drew y Calum sabían tanto como él, tenían opiniones divididas y dudas acerca de él y Luke, pero aquello no quería decir que no trataban con respeto al rubio o que involucraran. Los dejaban libres y Ashton debía hacer lo mismo. 

Eso no quería decir que la desaparición de Michael fuera un tema zanjado, sino aún las cosas estaban tensas en aquel ámbito, pero el punto era que solo Luke y Michael debían hablar de aquello y solucionarlo, nadie más.

—¿Cómo lo vamos a hacer por el aeropuerto? —interrumpió Michael la atmósfera mientras la película aún se reproducían, Luke giró su rostro para contestarle.

—Ashton llega y nos irán a dejar al aeropuerto —comunicó Luke sonriendo. Tenían el vuelo a las 12.30 y debían estar en el aeropuerto una hora antes.

—¿No quieres que los acompañe al aeropuerto? Así nos despedimos, será un fin de semana que no nos veremos.

—Pasamos un mes sin vernos —atacó Luke, llevándose como respuesta a un Michael rodeando los ojos, cansado—. Pero me encantaría que nos despidiéramos allá pero solo si te sientes bien. Se acerca un fin de semana especial para Zac, pero un infierno familiar para mí.

—No te preocupes por mi, voy con ustedes —susurró Michael, para que luego ambos volvieran su mirar a la película.

12.15 PM

Empire 》Muke.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora