\ \ c h a p t e r / / f o r t y | n i g h t.

1K 156 139
                                    

3.12 PM

Luke mantenía su azulado mirar en aquella lámpara. Sus rubias y largas pestañas estaban quietas, mientras sus manos estaban entrelazadas sobre su pecho. Se hallaba cómodamente recostado en aquel sofá, siendo observado por la especialista que lo había tratado por años.

—Me alegro que tus pesadillas disminuyeran, Luke —comenzó con la parte final de la terapia, logrando que el hombre rubio girara su rostro y la observara. Tenía canas entre su cabello oscuro, ojos pardos pero cálidos, además de una sonrisa dulce que siempre lo había tranquilizado.— Como también me alegro que luego de años, hayas encontrado la valentía suficiente de confesar quién te abusó y, lo más destacable, que tomaste cartas en el asunto.

—Pero no lo hice solo —recordó el rubio, tomando asiento, renunciando a la tan cómoda posición. La mujer asintió.

Conocía a Luke y sabía que el hombre siempre había sido muy independiente y que detestaba trabajar en equipo para mejorar o potenciarse en algún ámbito, por lo mismo había sido tan difícil sacarle información útil en sus terapias.

—Y eso no está mal —aconsejó la especialista, bloqueado su tablet, aparato donde tomaba apuntes y observaciones de sus pacientes.— Incluso me alegro mucho que alguien te motivara a dar este nuevo paso, sobretodo tu pareja. 

Ante la mención de Michael de forma indirecta, Luke sintió sus mejillas arder y negó lentamente.

—Por ahora no estamos juntos...—corrigió, pero la mujer mantuvo aquella sonrisa y buscó la mano de Luke para darle un apretón, incentivarlo a que fuera sincero con ella.— Más bien, es complicado.

—Pero eso no quiere decir que no se estimen o se quieran —comentó Lydia, para luego separar sus manos y ponerse de pie, para caminar hasta el escritorio, donde la vista de Luke la seguía con atención.

—No, no niego querer a Michael o que no lo estime. No nos vemos hace una semana, pero hemos hablado por teléfono, todos los días. Me refiero a que no estamos juntos, debido que en esta semana que ha sido clave para mí, no he tenido su presencia para consolarme o para tranquilizarme, para que sea un pilar, y en serio, estoy agradecido por eso.

—¿Por qué?

—Porque no quiero ser dependiente de alguien en mi peor estado. No quiero que se me malinterprete, pues por supuesto en momentos tan delicados como este, necesito apoyo para no caer en un lugar oscuro, pero prefiero no tenerlo en nadie en específico porque me haría dependiente de él. Agradezco bastante el descanso que se está dando Michael y el espacio que me concede.

La mujer asintió comprendiendo a la perfección las palabras de su paciente. Ahí estaba el Luke Hemmings que conocía, que quería salir de sus problemas a solas, pero que poco a poco aceptaba que no estaba solo en las batallas que enfrentaba.

Un gran avance.

—Entonces tus pesadillas se acabaron —retomó la terapia la mujer, volviendo a encender la pantalla para comenzar a escribir otra vez. Luke jugó con sus dedos llenos de anillos, a la vez que los estiraba, logrando que en aquella sala se escucharan pequeños chasquidos de sus huesos.— ¿Pero has soñado otras cosas o no logras recordar tus sueños?

Luke se encoje de hombros, quitándole importancia al asunto.

—He tenido sueño con Michael, debe ser porque ahora es parte de mi vida o que sé yo, por llevarnos tan bien o conocernos mucho. Quizás sea hora de proyectarme a largo plazo con Michael, a pesar de conocernos un par de meses y salir otro par, jamás me había sentido así y como Zachary dijo cuando se declaró y propuso a Danielle, no vale la pena esperar cuando se piensa que es la persona indicada.

Empire 》Muke.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora