8.23 PM
Había sido el peor viaje de avión de la historia. Su mente no estaba en lugar correcto, en el cielo la adrenalina comenzó a bajar de su cuerpo, agregando que estaba en la sección más económica que encontró, donde apenas caían sus piernas, además de niños llorando frente a despreocupados padres que no les tomaban la atención a sus hijos.
Pero todo aquello era mínimo cuando sabía quien lo esperaba con la angustia en su mirar, con su mente llena de recuerdos dolorosos y con la necesidad de poder contar con alguien, con la única persona a la que le había confiado tal secreto.
Nada importaba si Luke sería a quien vería luego de 5 horas del peor viaje de la historia.
Apenas tuvo aquella llamada con Luke, rápidamente cumplió su petición y empacó una mochila con útiles de aseo y cosas básicas, para luego pedirle a Calum que lo llevara al aeropuerto y poder tomar el vuelo más próximo que podía. Al informarle a Luke la hora de su vuelo, el número y la hora de llegada, quedó incomunicado y no supo nada más del rubio, pues su teléfono estaba muerto respecto a batería y había olvidado por completo el cargador.
Fue uno de los primeros en bajar del avión y en comenzar a hacerse camino hasta la salida de embarque. Necesitaba a Luke, necesitaba saber como estaba pues él lo necesitaba, necesitaba estar ahí para él, de eso se trataba.
Para su sorpresa, no se topó con el hombre rubio a la salida, sino con un elegante hombre de traje que tenía en sus manos un papel plastificado con su nombre. Michael se acercó a él, reconociéndolo como uno de los hombres de seguridad de la familia Hemmings y lo siguió mientras se dirigían a la camioneta.
Michael no culparía a Luke por su ausencia en el aeropuerto, solo necesitaba verlo y asegurarse que él supiera que ahí estaban sus brazos para consolarlo, sus manos para limpiar lágrimas y sus labios para dejar besos en su rostro ante el desconsuelo y el dolor.
Para nada se arrepentía de la paliza a Oliver y sabía que Luke tenía el mismo pensamiento que él.
8.47 PM
Cuando las puertas del jardín delantero de la mansión se abrieron, los nervios de Michael aumentaron. Su pierna estaba inquieta, sus manos sudaban y su corazón parecía que saldría corriendo de su pecho.
Antes que la camioneta se detuviera por completo, Michael abrió la puerta y bajó con prisa para trotar hasta la mansión, sin importarle haber dejado su mochila en el vehículo, seguramente el conductor se la llevaría.
Entró al lugar y las luces estaban encendidas, a la vez que escuchaba muchas voces que ya reconocía. Se abrió paso y caminó hasta el gran comedor donde sabía que todos estaban reunidos, necesitaba ver a Luke.
Ante su presencia, la charla de preocupación se detuvo y Michael hizo una inspección del público presente. Arthur Hemmings, Lizzeth, Jonathan, Lydia, Camille, Zac, Danielle, Alena y Jenna que tenía sus ojos irritados y ojeras bajo estos.
—¿Michael? Hola, por favor pasa, adelante —saludó Lizzeth con amabilidad. La familia comenzó a dedicarle sonrisas de saludo, ignorando el sonido de fondo de la televisión.
Michael por modales, por supuesto saludó a todos los presentes, a excepción de Arthur a quién ni le dedicó una mirada. Finalizó con Jenna, brindándole un fuerte abrazo y maldiciendo en su oído a esos imbéciles que le habían hecho aquello, provocando que la mujer soltara una tímida risa ante el comentario de Clifford.
Michael tomó asiento junto a la familia y aceptó un café que le era ofrecido por servicio doméstico.
—No sabía que vendrías, Luke no nos comentó nada —Jenna comentó limpiando sus manos en sus pantalones, una manía que había tenido todo aquel día ante el constante sudor de sus manos.
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Empire 》Muke.
Teen FictionDos hombres poderosos, imperios que dirigen, responsabilidades que cargan. Un enfrentamiento, una elección. ¿Podrán renunciar a sus imperios para estar juntos? ¿Podrán optar a la libertad sin dejar consecuencias a su paso? 《Me niego a aceptar esto...