Empire 》Muke.

\ \ c h a p t e r / / f i f t y | e i g h t.

robbers | the 1975

bueno, ahora que tienes tu pistola.

es mucho más difícil ahora que ha venido la policía,

y le dispararé si es lo que pides,

pero si te quitaras tu máscara,

te darás cuenta de que todo ha salido mal.

11.02 AM

Michael sentía que iba a vomitar en cualquier momento. Estaba tenso, estaba ansioso y sentía que no lograría llegar a tiempo. Por una vez en su vida, el puto universo debería estar a su lado.

 Todo aquel día iba acorde al plan, todo por fin tendría una solución, una respuesta y paz, que era el objetivo principal de Michael. El golpe debía ser existoso, debía entregarle todo lo que deseaba, todo lo que merecía, y efectivamente lo logró.

Aquella tarde, hacía unas horas atrás, con Inferno, irrumpió en la central de Dark. Caym y Dantalian organizaron las brigadas que fueron, poco a poco, reduciendo el grupo de hombres traidores, y algunos nuevos novatos, que eran parte del grupo de atracadores. Por supuesto su lugar estaba lleno de pinturas, cajas fuertes, además que todo exclamaba "exclusivo" y "costoso". Cuando Chad Capuano fue guiado hasta él y luego lanzado a sus pies, una sonrisa apareció en su rostro. Ignoró gritos de dolor, ignoró súplicas, ignoró disparos, ignoró su alrededor y se concentró en aquel hijo de puta traidor.

Aquel hijo de puta que había sido un gran amigo y que lo traicionó a él, que intentó desprestigiarlo frente a Mason y que al final, todo se descubrió a tiempo y terminó huyendo. Por supuesto que la "huida" de trabajos como aquel, era la migración a alguna otra banda, pero Chad había desaparecido del mapa y lo volvió a encontrar cuando lo sorprendió en el pent-house de Luke en Portland.

En aquella ocasión no había notado que se trataba del jefe, y la verdad es que jamás le encontró sentido.

Cuando lo tuvo frente a él, descargó su furia a modo de una lluvia de golpes. Sus nudillos estabran destruidos por golpear tantas veces sus pómulos, su nariz que no paró de sangrar ante la gran fractura, aquellos ojos oscuros sangrantes al igual que oídos por que reventó sus tímpanos. Mientras que para Michael todo era gritos, disparos, para Chad era un permanente pitido y dolor ante los golpes en su rostro y  las patadas en costillas y cuerpo.

Pero eso no había sido todo. Michael lo arrastró y lo guió precisamente a la oficina en la cual lo encontraron y ahí le gritó con toda su fuerza, para que el castaño diera todos los nombres de los involucrados en el incendio de su hogar. Con un cuchillo dibujó en el abdomen del hombre, figuras sin sentido, esperando que la cicatriz quedara en cuerpo  tal como en su memoria quedó el dolor de aquella noche al ver toda su vida ardiendo, tal como aquella noche quedó el dolor en su pecho ante como arrebataron a los niños de su lado, como ellos perdieron a sus padres.

Y entre los gritos de dolor, Chad Capuano confesó que él no era el jefe de los atracadores, sino que era alguien de los "protegidos" y que él seguía órdenes antes del último golpe.

Con aquello, Michael se detuvo y le prestó atención. El castaño, antes de desmayarse por el dolor y la sangre que perdía, le susurró la mente maestra.

—Ella odia su mundo...—siseó jadeante, sintiendo su cuerpo arder. Escupió sangre mientras que su garganta quemaba.— Odia a todos quienes la hacen ser esclava y sombra, y los Hemmings son los culpables...