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5.42 PM
Habían estado toda la mañana con Arcecilie, observando las casas y los planos. Michael estaba encantado con gestión que Luke había hecho, pero sobretodo, agradecido. No podía creer que luego de tanto tiempo luchando por un techo estable, el que contara con condiciones realmente aceptables para vivir, estaba ahí, a un paso.
Entre los recuerdos de infancia de Michael, es posible notar como los otoños eran una época llena de trabajo para las familias, donde hombres y mujeres se subían a los techos a cubrirlos con plástico para evitar en el invierno, mojarse, aunque aquella medida no era suficiente y en varias casas, por las goteras, muchas cosas se empapaban y quedaban inservibles.
Pero ese ya no sería más el caso. Aquel recinto era perfecto para ellos, tanto para los ancianos como para los más pequeños, incluso mejoraba la vida de los padres y madres de familia que salían a trabajar infinitas horas para no pasar hambre y pagar las cuentas y préstamos que requerían. Ahora, con tal hogar, podrían desligarse de tantas horas de trabajo e invertirlas en sus familias.
En algún minuto de la tarde, las miradas comenzaron a comunicar otras intenciones, a la vez que ciertos roces al pasar y, cuando venían en el auto, las manos de Michael no dejaban tranquilo a Luke.
Gracias a aquello, estaban en aquel momento. Apenas ambos bajaron del Mustang Boss, sus labios se encontraron de forma hambrienta y desesperada. Las manos de Michael se fueron directamente al cuello de Luke para atraerlo a él y, como era costumbre, tomó el control de la situación para llevarlo al elevador y entrometer sus manos por debajo de la camisa del empresario.
Al llegar al pent-house, ninguno de los dos se detuvo para saludar a las trabajadoras domésticas o a los guardias de seguridad. Luke había tomado a Michael de la mano y lo había arrastrado a su habitación, cerrando con seguridad la puerta para continuar con lo que traían en el camino.
Ambos tenían un bulto en sus pantalones que no se podía disimular, el que crecía cada vez que compartían una mirada, se tocaban o se besaban. Michael tenía sus manos bajo la camisa de Luke, mientras él despeinaba sus teñidos cabellos, para que luego Michael lo empujara a la cama y continuaran con la sesión de caricias que llegarían a mucho más.
La paciencia jamás había sido una gran aliada a Michael y aburrido de desabotonar la camisa de Luke, en cierto punto, la abrió logrando que los botones saltaran a diferentes puntos de la habitación.
—Ups —se disculpó, para ahora besar el cuello de Luke y dejar unas tímidas mordidas que lograban que el rubio gimiera y jadeara por el placer que el teñido le brindaba.
Ambos habían tenido sexo en más de una ocasión, pero algo en que ambos concordaban era que cada nuevo encuentro, era muy diferente al último. Evolucionaban al conocer lo que le gustaba al otro, el juego previo que era muy placentero para ambos, como también memorizaban los lunares del otro, cicatrices e incluso el sabor de la piel y los labios. Con cada nuevo encuentro, Michael se entregaba a Luke y Luke se entregaba a Michael ciegamente.
Y en esta ocasión, aquello no sería diferente.
Por primera vez, Michael era tan dominante y Luke sumiso, hambriento y ansioso por lo que Michael le provocaba y el placer que le brindaba. El mismo teñido se había sacado su camiseta y pantalones, para luego desabrochar el costoso pantalón color musgo que utilizaba el rubio, deslizándolo por sus piernas, mientras rozaba su piel, con un intenso contacto visual.
Pecho contra pecho, ambos volvieron a saborear al otro, mientras que Michael frotaba sus pelvis, ganando jadeos y gemidos por el roce y la búsqueda de más.
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Empire 》Muke.
Teen FictionDos hombres poderosos, imperios que dirigen, responsabilidades que cargan. Un enfrentamiento, una elección. ¿Podrán renunciar a sus imperios para estar juntos? ¿Podrán optar a la libertad sin dejar consecuencias a su paso? 《Me niego a aceptar esto...